Sayulita recibe un baño de aguas negras

La playa de Sayulita, uno de los destinos más atractivos para turistas nacionales y extranjeros en la costa de Bahía de Banderas, Nayarit, recibe desde diciembre descargas de aguas negras a cielo abierto provenientes de la planta de tratamiento local que, con el motivo de robustecer su infraestructura, dejó de operar sin prevenir a la población.

En lo que va del año, derivado de la contaminación a la que están expuestos habitantes y turistas al bañarse o alimentarse en la playa que recibe el drenaje, se han estimado incrementos de 50 por ciento en enfermedades gastrointestinales, de acuerdo con uno de los médicos de la región, que solicitó no revelar su nombre por temor a represalias.

En su último informe anual previo a la temporada vacacional de Semana Santa y Semana de Pascua, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) publicó los resultados bacteriológicos de las playas de Nayarit, pero omitió los de Sayulita, al señalar solamente que está “bajo vigilancia sanitaria”, a pesar de que todavía el 6 de abril de este año este medio confirmó la descarga de aguas negras desde la planta de tratamiento hacia la bahía turística.

"Este año (2019) ha habido un aumento aproximado de 50% en el número de casos de enfermedades gastrointestinales entre turistas, y el común denominador es Sayulita: como es Pueblo Mágico, la gente se hospeda ahí, o aun hospedándose en otros puntos del estado van a visitar Sayulita y vuelven enfermos", explicó el especialista de la salud que brinda atención a turistas de Sayulita y Punta de Mita.

"Cuando hablas con los pacientes te das cuenta que todos tienen los mismos síntomas; y cuando les preguntas qué pudieron haber hecho, que los enfermó, resulta que todos han pasado por Sayulita. Como médico no puedo concluir qué es lo que está pasando ahí, pero esa coincidencia en todos los casos te da una idea de dónde se origina el problema".

Debido a que la población y los vacacionistas notaron una mayor incidencia de enfermedades, así como el desagradable olor a drenaje que emana del riachuelo de aguas residuales hacia la playa, este año hubo un descenso en las actividades turísticas y en las visitas, aseguró el activista Javier Chávez, quien además es propietario de una escuela de surf en ese poblado en el que ya no da servicio.

“Nosotros recibimos correos todos los días preguntándonos por Sayulita y nosotros les decimos ‘no surfeen en Sayulita, no se metan al agua en Sayulita’; por más que yo vivo aquí, que tengo un negocio aquí, le digo  la gente ‘si puedes, quedarte en San Pancho o Bucerías, mucho mejor’. La gente que lleva tiempo viniendo ya se está dando cuenta que estamos nadando en drenaje”, afirmó Chávez.

Trabajos. Una máquina excava en la arena para instalar el emisor submarino (tubo negro) que enviará el agua tratada directamente al océano, a 2.5 kilómetros de distancia de la costa. 

Si bien el Organismo Operador Municipal de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento de Bahía de Banderas (Oromapas) informó a la población que la planta estaba siendo reforzada para incrementar su capacidad de saneamiento, también instala un “emisor submarino”, que consiste en un tubo que sale de la planta con destino al océano para que, una vez tratada, el agua se vierta lejos de la playa, como ocurre actualmente; sin embargo, Chávez desconfía de la infraestructura.

“(La tubería) va a ir 2.5 kilómetros hacia dentro del mar y va a sacar toda el agua aunque no esté operando a 100 por ciento, la van a sacar (...) nadie audita la planta de tratadora”, reprochó.

Este medio buscó al presidente municipal de Bahía de Banderas y al Secretario de Salud estatal para conocer las medidas que estaban tomando ante dicha situación, pero no concedieron entrevistas.

Bacterias fecales en aumento

El 11 de junio de 2008, el gobierno del estado de Nayarit, el Ayuntamiento de Bahía de Banderas, y el Organismo Operador Municipal de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento de Bahía de Banderas (Oromapas), firmaron un pacto de inversión público-privada para la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Bahía de Banderas.

Las obras comenzaron en 2011 con un costo de 279 millones de pesos y quedó concluida en 2013.

Paradójicamente, al iniciar 2013, cuando aún no funcionaba la planta de aguas residuales (ni su desembocadura al mar), la playa de Sayulita fue la más limpia de Nayarit al confirmarse que sus aguas estaban totalmente libres de enterococos, bacterias que proliferan en las heces y que provocan enfermedades gástricas y urinarias de importancia, dada su resistencia a los antibióticos.

Medio año después, en junio de 2013, en Sayulita se detectaron 16 unidades de enterococos por cada 100 mililitros de agua, lo que la convirtió en la tercer playa de Nayarit con mayor índice de bacterias fecales, aunque todavía muy por debajo de las concentraciones que ponen en peligro la salud humana (200 unidades por cada 100 mililitros).

Los reportes de calidad del agua elaborados por la autoridad federal dejan ver que, a partir de ese momento, la acumulación de bacterias fecales en la playa de Sayulita se fue agravando: para diciembre de 2013, se llegó a 74; para diciembre de 2014, fueron 50; un año después llegaron a 96, en 2016, a 133, y en 2018 se llegó hasta los 180 enterococos, a un paso de que el agua sea calificada como no apta para realizar actividades recreativas.

Destaca un hecho: para marzo de 2019 las autoridades federales omitieron informar cuál fue el nivel de bacterias fecales en las aguas de Sayulita, y el reporte en el que esta información debería estar contenido sólo señala que la medición sobre calidad del agua en esta playa no está "disponible".

Desechos. El agua negra corre sobre la arena desde la planta de tratamiento en remodelación hasta la playa, lo que genera un río constante donde vecinos y visitante tienen contacto. 

Observaciones presupuestales

Tal como se desprende de los últimos informes del Oromapas-Bahía de Banderas, en 2018 este organismo contó con un presupuesto 147 millones de pesos para la distribución de agua potable, el tratamiento de aguas residuales y para el mantenimiento de toda la infraestructura hidráulica del municipio.

El último reporte financiero de ese año (publicado en enero de 2019) deja ver, sin embargo, que 99 millones (equivalentes a 67 por ciento de los recursos que tenía disponibles) nunca fueron usados y se declararon en "subejercicio".

Así, aun cuando Oromapas contaba con dinero suficiente para rehabilitar la infraestructura hidráulica del municipio, incluyendo sus plantas de tratamiento de aguas negras, los reportes financieros dejan ver que Oromapas se deslindó de la limpieza de las aguas residuales.

De hecho, depositó esta responsabilidad en una empresa privada denominada Equipamiento de Agua Bahía de Banderas SAPI de CV.

Cuando en 2011 se encargó a esta empresa la construcción de la planta de tratamiento y su posterior operación, las autoridades determinaron que se tendría que realizar un pago mensual de 2.4 millones de pesos para que la planta funcionara adecuadamente.

Sin embargo, tal como según los reportes financieros del Oromapas, durante 2018 sólo se pagaron 1.8 millones de pesos por la operación de la planta, y no de forma mensual, sino trimestral, lo que coincide con el incremento en la contaminación de la playa.

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“Nosotros recibimos correos todos los días preguntándonos por Sayulita y nosotros les decimos ‘no surfeen en Sayulita, no se metan al agua en Sayulita’; por más que yo vivo aquí, que tengo un negocio aquí, le digo a la gente ‘si puedes quedarte en San Pancho o Bucerías, mucho mejor´”
 

Javier Chávez, activista

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