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La causa de la ansiedad

La verdadera causa de la ansiedad desde la perspectiva de Rogan y Gabor Maté es la falta de atención a la salud emocional. Actualmente la ansiedad se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta a millones de personas, convirtiéndola en un trastorno mortal, ya que es una de las principales causas del suicidio.

La ansiedad no es un síntoma aislado, sino una respuesta natural del cuerpo y la mente a experiencias pasadas traídas al presente. Tiene sus raíces en traumas emocionales y patrones disfuncionales de comportamiento adquiridos. En lugar de buscar soluciones rápidas, como medicamentos psiquiátricos o técnicas de relajación superficial, los expertos nos instan a explorar las causas subyacentes y a enfrentarlas.

Uno de los factores clave que identifican es la infancia y los vínculos emocionales tempranos, como la falta de una conexión segura y amorosa durante la infancia que conduce a una sensación constante de inseguridad en la vida adulta.

La forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás se moldea en gran medida durante la infancia, y estos patrones pueden persistir a lo largo de nuestra vida si no se abordan adecuadamente. La salud mental depende también del entorno cultural y social, es por ello que en una sociedad cada vez más rápida y demandante, cada vez con menos vínculos debido al tamaño de las familias, donde se espera que las personas sean productivas y exitosas en todos los ámbitos de la vida, genera presión constante y a la vez falta de apoyo emocional.

Además, vivir en una cultura virtual en redes sociales que valora más la apariencia externa que la salud interna puede llevar a una desconexión entre nuestras necesidades emocionales y las expectativas impuestas por el entorno.

Para abordar la ansiedad de manera efectiva debemos comenzar por mirar hacia adentro y explorar nuestras historias. Esto implica confrontar y sanar los traumas, así como cultivar relaciones emocionalmente seguras y que apoyen a lo largo de la vida con compromiso. Además, es fundamental desafiar las expectativas y los valores culturales impuestos haciendo observación de los mismos, recaudando datos y evaluando su beneficio a nuestra vida o no al contrastarlos contra principios fundamentales del ser humano.

Un ejemplo es el abuso sexual en la infancia, fenómeno invisible porque se supone que niños y niñas son felices, y que la familia es protectora. Sin embargo, el abuso sexual infantil afecta hoy a 20 por ciento de la población en México, ya que genera la aparición de alteraciones emocionales, comportamientos sexuales inadaptados en la vida adulta, miedos y depresiones que, de no tratarse psicológicamente de manera adecuada, afectarán toda la vida.

La violencia familiar, la separación de los padres, el abandono social, la negligencia emocional, el abuso de droga o alcohol o la pérdida de un ser querido son otros ejemplos. En la familia como en la escuela se debe dar cada vez mayor importancia a la salud emocional y a su tratamiento continuo.

jl/I