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Gabriela Cabezón, premio Sor Juana

CAUSAS. La argentina afirma que la literatura es “la corriente del mundo”, un lugar en el que “no importa el yo”. (Foto: Agencia EFE)

Gabriela Cabezón Cámara “combina una cultura apabullante con actitud roquera. Sobre literatura griega sabe muchísimo” y “sus peinados cambian a modo según las tendencias y provocan suspiros dentro y fuera del ambiente cultural”. La descripción la leyó Ana García, jurado del Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, quien explicó que tomó el texto de la revista argentina Anfibia, tras una búsqueda de detalles sobre la trayectoria de la periodista y escritora.

Cabezón Cámara recibió ayer el premio, el cual le fue otorgado por su novela Las niñas del naranjel. Ana García recordó que la galardonada es una mujer que siempre abraza causas: feminista, ambientalista, defensora de la comunidad LGBT y de la universidad pública.

Gabriela Cabezón comenzó su intervención con una poesía de Sor Juana Inés de la Cruz, a quien agradeció por su libertad, su potencia y al amor que, “si es real, nos transforma”.

La argentina aseguró que la vida ha sido generosa con ella y agradeció a su manada “que me hace más animal” y a los encuentros “que me vuelven el alma al cuerpo”.

También recordó la importancia de la vida: “Dormir, soñar, tomar sol, leer, remar, correr, levantar cosas pesadas, bailar. El cuerpo que sabe amar, que se entrega, que se da. Este cuerpo que también tiene miedo, que no se quiere morir, que goza, sufre y que, porque siente, puede entender el dolor de los demás”.

Además, agradeció a “los otros que también son mi manada”, su familia “y sus vidas luminosas”, así como “a los pueblos que defienden del vampiro voraz que es el capital a los bosques, los humedales, las selvas, a los árboles, las montañas, a los otros animales y a los ríos que hacen cauces sobre el barro, en el cielo y abajo de las raíces. Es gracias a ellos, a los pueblos amerindios que tenemos agua y aire todavía, y en esa lucha se juegan la vida y muchas veces se las quitan”.

Marisol Schulz, directora de la Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara recordó que el premio Sor Juana se entrega desde 1993, con el apoyo de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y que tiene como objetivo “reconocer el papel de la mujer en el quehacer literario y un recordatorio de que sus voces, hoy más que nunca, tienen su lugar para ser escuchadas, vistas y leídas”.

Diana Sofía Sánchez, quien formó parte del jurado, leyó el acta sobre la decisión de premiar Las niñas del naranjel, historia en la que Gabriela Cabezón logra una mezcla del español y el guaraní para integrar “un lenguaje único” con el que “abraza el bastardismo que da lugar a América, abraza el antropocentrismo y devuelve a la naturaleza su erotismo sin el exotismo colonizador”.

REAL. Marisol Schulz dijo que el galardón tiene como objetivo “reconocer el papel de la mujer en el quehacer literario”. (Foto: Agencia EFE)

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