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Es necesario tipificar el delito de reclutamiento

(Foto: Cuartoscuro)

El coordinador de Tejiendo Redes Infancia en Latinoamérica y el Caribe, Juan Martín Pérez García, explicó que el caso del Rancho Izaguirre es paradigmático porque muestra la complejidad del horror que se vive en el país desde hace 18 años, deja en evidencia la respuesta tan lamentable por parte de las autoridades, que es evadir responsabilidad, politizar y no investigar, y, en tercer lugar, porque hay víctimas que son niños y adolescentes como en todas las guerras.

La organización invitó a la presidenta a considerar tipificar como delito penal el reclutamiento forzado porque amerita diferencias en las sanciones y una estrategia de prevención distinta, porque en el caso del secuestro, los criminales buscan un rescate, mientras que, en el reclutamiento, no buscan dinero, sino usar a las personas con fines delictivos. “Parte de la urgencia que tenemos es que podemos y debemos de reconocer que la violencia está ahí y que las víctimas siguen creciendo y que más allá del número que tiene que ser algo que nos escandalice y nos indigne y las responsabilidades se compartes, tenemos que hablar con nuestros hijos e hijas y con todas las personas a nuestro alrededor, sobre medidas de protección desde a quién compartes tus datos hasta si atiendes o no a una convocatoria de empleo que no sea legal o institucional", añadió.

Además, “tenemos que tipificar expresamente el delito de reclutamiento, fue una buena noticia que la presidenta y el secretario de Seguridad hablen de este tema, que haya detenidos, pero estas personas fueron detenidas por contaminación del agua, por portación de armas o venta de drogas y no por el delito de reclutamiento que es un delito muy grave. No es un tipo penal y con esto perdemos la oportunidad de sancionarlo. Además de que no podemos dimensionar el daño, tener los datos, cifras y estadísticas", concluyó el especialista.

Pérez García explicó que censurar los narcocorridos es una medida engañabobos, son trampas que se hacen los políticos a sí mismos para decir que están haciendo algo, pero en realidad son creaciones artísticas o culturales y sólo son un reflejo de lo que pasa en la sociedad. Sin embargo, esto es diferente a lo que sucede con la apología del crimen, que se hace cuando se pone de ejemplo a un líder del narcotráfico, con nombres y apellidos, y se muestran sus acciones como hazañas encomiables. Este último tipo de contenido sí se tendría que restringir.

En el caso de los videojuegos, por ejemplo, el mayor caso de violencia digital está en Japón, donde se producen los materiales audiovisuales más violentos del mundo; sin embargo, es uno de los países más pacíficos. En Estados Unidos, en cambio, la misma violencia visual se suma al ambiente político que está polarizado, el acceso a la salud mental está muy restringido y es muy fácil adquirir armas, y eso da como resultado las balaceras y masacres que se producen regularmente. Por lo que es un caso muy parecido al que se da en México.

GR