...
Más de 21 mil ingresaron a centros universitarios y los más de 67 mil restantes a las preparatorias del SEMS....
Le envía la misiva a Claudia Sheinbaum ...
El Instituto recuerda a las y los trabajadores que todos los trámites son gratuitos....
Los usuarios de OpenAI han comenzado a burlarse en las redes de los fallos y la inexpresividad del último modelo de ChatGPT, GPT-5, el nuevo chatbot ...
Luis Fernando Haro, director del organismo, alertó que el país es el primer importador mundial de maíz y criticó el cierre de la frontera por gusa...
Guadalajara logró un triunfo clave en el Clásico Nacional al derrotar 1-2 al América en el Estadio Ciudad de los Deportes...
Canelo Álvarez pierde de forma sorpresiva ante Terence Crawford en un combate esperado por fanáticos del boxeo...
"The Studio" de Apple TV+ rompe récord de Emmys con 13 premios, incluyendo Mejor Comedia. "Adolescence" barre en miniserie y "The Pitt" gana Mejor Dr...
Esta residencia ha supuesto un impacto económico de 377 millones de dólares para Puerto Rico....
Estaba en el intento de dos amigos fresas de hacer un evento sobre carreras de autos deportivos. ...
A lo largo de su historia se ha distinguido por su calidad interpretativa, su estilo único y una discografía de más de 100 álbumes....
Un México violento
Porque nos la quitaron
La transparencia en Jalisco tiene una historia extensa y compleja. Por muchos años, nuestro estado fue referente nacional: desde la academia y el activismo cívico se impulsaron mecanismos que nos colocaron como vanguardia para el escrutinio público. Hoy estamos a punto de un retroceso evidente: el derecho a la información sin autonomía, atrapado en la burocracia.
Con leyes cercanas a cumplir un cuarto de siglo, hay toda una generación de periodistas, académicos y ciudadanos que no concibe su trabajo sin las solicitudes de información. Queremos saber cuánto gana el funcionario corrupto, a dónde va el dinero de la obra pública y por qué hay un auge de fideicomisos públicos, esos instrumentos modernos donde reina la opacidad.
En estas dos décadas pasamos de mecanismos ciudadanos ágiles, a una generación de abogados que transformaron el acceso a la información en una ventanilla del laberinto gubernamental. El Itei, que alguna vez representó una esperanza, se convirtió en botín político.
Solicitar información y publicarla también se ha vuelto más difícil. Hemos sido testigos de cómo los contratos de publicidad oficial son usados para entorpecer el trabajo periodístico, volviendo a las empresas de comunicación en poderes fácticos que responden a los gobiernos en turno. Ya sea PRI o Movimiento Ciudadano, han usado la transparencia como herramienta de control político. Jefes de comunicación deciden qué se entrega y a quién se responde. Pero también deciden a quién hay que hacerle bolas la solicitud.
Lo más perverso ha sido observar cómo algunos ciudadanos y académicos comprometidos con la causa terminaron absorbidos por el sistema. Organizaciones civiles cooptadas por convenios. Expertos que, tras pasar por el servicio público, aprendieron no a transparentar, sino a esconder: a darle vueltas a las solicitudes, a advertir “riesgos” cuando la información puede ser incómoda, a blindar la opacidad con lenguaje técnico.
He leído la propuesta del Poder Ejecutivo para sustituir al Itei y rediseñar el andamiaje normativo. Y lo que salta a la vista es una reforma que burocratiza aún más el ejercicio del derecho. Los plazos de respuesta se alargan hasta 20 días hábiles, prorrogables, sin sanciones reales a quienes incumplen. Ya no hay amenaza de cárcel ni obligación política. Se plantea un sistema estatal de transparencia y un consejo consultivo sin dientes, sin capacidad de incidir.
Lo que hoy se discute en el Congreso no mejora lo existente: lo empeora. Nos entregan una transparencia descafeinada, sin consecuencias para quienes ocultan y sin garantías para quienes preguntan. Y lo más triste es que muchos de quienes deberían alzar la voz hoy despachan desde la comodidad de un escritorio.
[email protected]
jl/I