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Urge inclusión de adultos mayores migrantes a Bienestar 

Urge inclusión de adultos mayores migrantes a Bienestar 

En el Congreso del Estado de Jalisco se llevó a cabo la presentación del estudio “La deuda social con los adultos mayores mexicanos radicados en Estados Unidos”, elaborado por la Red Nacional de Organizaciones de Jornaleros y Jornaleras (Endilon) en colaboración con la UPAEP y la Universidad de Illinois en Chicago. El evento, auspiciado por Fuerza Migrante y Política, Sociedad y Análisis, fue organizado por el Centro de Investigaciones Legislativas, que fungió como anfitrión.

El informe expone las condiciones de vulnerabilidad de las personas mexicanas mayores de 65 años que viven en Estados Unidos sin autorización migratoria, así como la propuesta para que este sector sea incluido en la Pensión Bienestar, al ser un derecho constitucional vigente para toda la ciudadanía mexicana.

Joel Paredes, representante de Endilon en México, subrayó que de los casi 40 millones de mexicanos en EE. UU., cerca del 13% está en condición no autorizada, y dentro de ellos, los adultos mayores viven en la mayor precariedad. Explicó que han trabajado en promedio 32 años, que 70% habita en viviendas rentadas y 3% vive en la calle, además de que 72% pagó impuestos. 

El costo anual estimado para incorporar a este grupo a la Pensión Bienestar sería de 186 millones de dólares, cifra marginal frente a los 65 mil millones que México recibe al año en remesas.

La tesorera de Endilon, María Marroquín, destacó que la red agrupa a 75 organizaciones en Estados Unidos y trabaja por la justicia social de jornaleros y trabajadoras domésticas. Insistió en que la pensión federal es una demanda urgente para una población que ha aportado durante décadas a ambas economías.

El estudio revela que:

70% considera que su calidad de vida en EE. UU. ha empeorado en el último año.

17% no tiene ingresos, y 30% gana menos del salario mínimo federal.

64% usaría la Pensión Bienestar para vivienda, alimentos y medicinas.

21.4% destinaría ese apoyo a familiares en México.

Se detectaron altos niveles de ansiedad, trastornos del sueño y depresión.

El evento concluyó con el llamado a reconocer la deuda social con los adultos mayores mexicanos no autorizados en Estados Unidos y a generar políticas basadas en datos para garantizar sus derechos. 

CES

 

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