A partir de la observación de 3 mil 136 motociclistas en 28 cruceros de Zapotlanejo, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y de la Cuauhtémoc encontraron que la protección real es mínima: solo 9.2 por ciento usa casco certificado, apenas 36.8 por ciento lo abrocha correctamente y los acompañantes presentan un nivel de riesgo mayor, ya que solo 36 por ciento porta casco.

El estudio se titula Prevalencia de uso de equipo de protección en motociclistas en Zapotlanejo y fue realizado en 2024 por Julio Cesar Dávalos Guzmán, Iván López Pérez, Sergio Eduardo Rivera Mercado, de la UdeG, y Ricardo Gonzalo Sánchez Mendoza, de la Cuauhtémoc. 

El documento, que fue publicado hace unos días, detalla que el 61.1 por ciento de los conductores usaba casco, pero la protección efectiva fue considerablemente menor: sólo el 36.8 por ciento lo llevaba correctamente abrochado y apenas el 9.2 por ciento utilizaba un casco certificado. El casco más común fue el tropical (49.3 por ciento), mientras que el casco integral, que ofrece mayor protección, se registró solo en el 7.9 por ciento de los casos.

La situación es aún más grave para los acompañantes: sólo el 36 por ciento portaba casco, el 23.2 por ciento lo llevaba abrochado y apenas el 2.9 por ciento usaba cascos certificados, lo que los colocaba en vulnerabilidad extrema ante un siniestro.

El estudio también documentó que el uso de equipo de protección complementario, como chamarras especiales, guantes, botas, pantalones reforzados o chalecos reflejantes, fue prácticamente inexistente (menor al 1 por ciento), incrementando el riesgo de lesiones severas y hospitalización.

Las conclusiones del estudio advierten una brecha sustantiva entre portar casco y usarlo correctamente, atribuida a la baja percepción de riesgo, barreras económicas y la ausencia de políticas de seguridad vial enfocadas en la calidad del equipo y la protección de los acompañantes.

Ante este escenario se plantea la urgencia de estrategias educativas y regulatorias que prioricen el uso de cascos certificados, correctamente abrochados, y fomenten la indumentaria protectora para mitigar las consecuencias de los siniestros viales.

A inicios de esta semana NTR Guadalajara dio a conocer que, hasta el último día de septiembre de 2025, 64 motociclistas habían perdido la vida tras percances en la ciudad, lo que equivale a una muerte cada cuatro días, de acuerdo con registros del Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes Jalisco (CEPAJ).

Pocos

Apenas 36 por ciento de los acompañantes de motociclistas visualizados en Zapotlanejo portaba casco, lo que los colocó en vulnerabilidad extrema ante un siniestro.

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