Inicia la Feria de las Flores

“Ya me tomé suficientes fotos”, protesta la niña de vestido rojo después de que su mamá sugiere ponerse frente a la abeja hecha de flores, que está exhibida en las avenidas Chapultepec e Hidalgo.

Enfrente, la mazorca creada con aster amarillas compite por la atención de quienes pasan por la zona o están por recorrer el Festival de las Flores.

Aunque se llama así, la feria no excluye venta de productos naturales como miel, ponche de Jamaica, café de avena, tejuino y salsas caseras.

La ropa tejida, joyería y bolsas también tienen un espacio entre los locales repartidos por el andador Chapultepec.

Para algunos asistentes la feria está “muy hípster” consideran que los precios son elevados, “los cactus minis a 70 pesos, es caro”, explica un comprador. Lamenta que hay macetas a 30 pesos, cuando en Tonalá el mismo modelo está a 12.

Otras personas ven en la vendimia la oportunidad de surtirse de adornos, regalos de navidad y hasta medicinas.

“Plantas que te alivian y te condimentan”, “para tu alimento, salud y belleza”, se lee sobre unas macetas. Otras tienen un cartel con la lista de beneficios que aportan, ya sea en té o en concentrado.

También hay plantas para ver. Las palmas pachypodium, los árboles bonsái y los cactus atraen a quienes buscan embellecer su casa.

Para los especialistas están las orquídeas que van desde los 200 hasta los 500 pesos.

Pero las nochebuenas son las más populares. La gente se pasea con sus cucuruchos de papel que esconden flores listas para anunciar que viene la navidad. Hay de las que no se queman con el sol y de “distintos colores”: rojo y tonos más descoloridos.

Entre los puestos de joyería y plantas, está el de Carmen Peña Reyes, quien hace flores artesanales de papel. Tiene 45 años creando pétalos y hojas con sus manos. Es la quinta vez que participa en el Festival de las Flores- explica entre las amapolas, azaleas, gladiolas y nochebuenas de papel. A 10 pesos cada una. Le gustaría ir a su tierra, Atoyac, para enseñarles a sus coterráneos a crear flores y sostenerse con ello.

La artesana enfatiza que su trabajo no compite con la venta de flores naturales, cada una aporta belleza y requiere cuidados especiales.

La feria alberga productos para cuidar el jardín, tales como composta y lombrices tenebrios, estos últimos, aunque muy necesarias para la tierra de donde salen las flores reciben una expresión de asco a los asistentes.

FV