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Alteran, a placer, escudos de armas

(Foto: Liliana Razo)

El cambio del escudo de armas de los gobiernos de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque fue una decisión errónea porque se trata de un símbolo oficial y no de una marca o un logotipo.

Ninguno de los expertos en derecho constitucional, políticas públicas y mercadotecnia entrevistados por NTR defendieron esta acción, que se mostró desde las tomas de protesta; al contrario, la reprobaron.

Francisco Jiménez Reynoso, maestro en derecho constitucional en la Universidad de Guadalajara, descalificó esta política añeja en cada trienio, porque es superflua e indebida.

“No es lo adecuado porque hay un manoseo político con nuestros símbolos del estado de Jalisco. Creo que no nos conviene a los jaliscienses, deberíamos dejar de una vez por todas atrás muchas costumbres políticas que nos afectan en nuestro civismo, que de por sí es muy pobre”, consideró.

Aseguró que estos escudos deberían ser inalterables, porque cuando se hace afectan el sentido de identidad y patriotismo de los ciudadanos.

Desde el punto de vista mercadológico y de política pública, este cambio no funciona como estrategia y el escudo debería respetarse, señalaron Benito Gutiérrez Levy, experto en comunicación del consumidor y mercadotecnia de la Universidad Panamericana (UP), y Jorge Rocha Quintero, académico de la Maestría en Política y Gestión Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

Los nuevos alcaldes de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque, Enrique Alfaro, Pablo Lemus y María Elena Limón, realizaron modificaciones a los escudos de armas con una propuesta estilizada e incluso hasta con diferentes elementos.

Gutiérrez Levy mencionó que los escudos de armas tienen su historia y su filosofía, por lo que no deben modificarse y tampoco pintarse del color partidista en turno.

Aclaró que los escudos no son marcas o logotipos que se pueden cambiar acorde al gusto del nuevo encargado y que incluso puede ser contraproducente porque si se da un mal servicio, se puede relacionar con esa imagen.

“Es válido si estuviéramos en una empresa; ellos tienen su marca, tienen su logotipo, puede uno irla adecuando a los cambios que tiene el mercado, pero aquí estamos hablando de un símbolo de una ciudad, en un escudo de armas; digo que no”, comentó.

Asimismo, Jorge Rocha Quintero recordó que es una tendencia añeja impulsada por gobiernos panistas y que ha notado que estos cambios de imagen, pese a no ser adecuados, tampoco traen beneficios porque la gente no los recuerda. El cambio de imagen debe darse en cómo se gobierna, enfatizó.

“Al final se convierte en un gasto oneroso porque obviamente hay que pagar diseñadores, hay que volver a pintar todo, volver a rehacer todo, papelerías. Un gasto que desde mi punto de vista no es un diferenciador sustantivo”, comentó.

Gastos superfluos

Los gobiernos municipales de Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque harían un gasto superfluo si modifican papelería oficial, lonas o cualquier otro material para poner en estos artículos el nuevo escudo de armas.

Los académicos entrevistados señalaron que este gasto es indebido y el dinero debería usarse en proyectos prioritarios; además, que tampoco debe alterarse el mobiliario urbano para ponerle colores partidistas.

Jiménez Reynoso mencionó que hay un gran despilfarro con el cambio de papelería, lo que no debería ser innecesario cuando llega un partido diferente al gobierno; “mi propuesta es que de una vez por todas dejemos atrás esos gastos superfluos e innecesarios y tomemos un piso parejo para todos, que todos los partidos políticos estén de acuerdo cuando sean gobierno y no se altere la papelería ni el mobiliario”.

Los colores a usar deberían ser neutros o los acordados por los partidos políticos y debería legislarse el tema.

Gutiérrez Levy pidió que no se convierta el mobiliario urbano en mensajes publicitarios al usar colores partidistas; “buscar colores que no necesariamente sean (del partido en turno), que realmente sean amigables con nuestra ciudad”.

Mencionó que valdría la pena regular el uso de la imagen oficial y los colores para que no se usen de manera discrecional en actos oficiales de los ayuntamientos.

Jiménez Reynoso puntualizó que estos cambios sólo son pensando en cuestiones mediáticas y supuestamente para dejar huella; “a todos nos cuesta lo que se hace y se tira mucho dinero en pintura, en papelería, en infraestructura simplemente por cambiar de color”.

Rocha Quintero aseguró que ya ha habido críticas de la sociedad por estos cambios de colores y de formas porque son gastos innecesarios; “que nos estén cambiando de colores cada tres o seis años es un asunto de segundo o tercer nivel de importancia cuando obviamente en el estado y en los municipios tenemos problemas de muchísimo mayor envergadura que necesitan más atención”.

Adiós a Ramiro

El logotipo rojo y blanco que distinguió a la administración del priísta Ramiro Hernández García en el Ayuntamiento de Guadalajara desaparecieron.

Desde temprana hora de este jueves fueron colocadas mantas con el sello del nuevo gobierno tapatío, encabezado por Enrique Alfaro Ramírez.

El nuevo logotipo mantiene el escudo de la ciudad, pero en gris; además, en lugar de decir “Ayuntamiento de Guadalajara” dice “Gobierno de Guadalajara”.

Las mantas aparecieron en el salón de pleno, en la Sala de Ex Presidentes y en el área de Comunicación Social, donde normalmente los funcionarios dan las ruedas de prensa.

Mientras tanto, Héctor Padilla Gutiérrez, director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Guadalajara, señaló que aún no se tiene previsto cuánto se va a invertir en la imagen institucional de la administración tapatía 2015-2018, encabezada por Enrique Alfaro.

Inclusive señaló que no se sabe qué se va a cambiar, pues en este momento no es la prioridad.

Alfaro justifica cambios

Por Sonia Serrano Íñiguez

El escudo que se usará en la nueva imagen del Ayuntamiento de Guadalajara fue presentado el 24 de septiembre pasado por el propio Enrique Alfaro Ramírez, cuando dio a conocer la integración de su gabinete.

Aunque en ese momento admitió que podría parecer “un asunto menor”, afirmó que representa que serán un gobierno “simple” de entender.

Explicó que se recupera el escudo original, que es el que puede verse en Los Arcos, ubicados sobre la avenida Vallarta; uno de los cambios esenciales es que el casco estará mirando de frente y no de lado.

En la presentación del nuevo emblema se afirma que “se recuperó y estilizó el escudo original”, con lo cual se vuelve “a lo básico, no para voltear al pasado, sino para recuperar la esencia de la ciudad, para tomar los mejores elementos de nuestra historia y plasmarlos en una visión nueva”.

La historia del escudo

Según la información que publica el gobierno de estado sobre la heráldica de los municipios, el escudo de armas de Guadalajara tiene su origen en la época Colonial.

Lo describe como un escudo que dentro tiene “dos leones de su color puestos en salto, arrimadas las manos a un pino de oro realzado de verde, en campo azul; por orla siete aspas coloradas y el campo de oro; por timbre un yelmo cerrado, y por divisa una bandera colorada con una cruz de Jerusalén de oro, puesta en una vara de lanza, con trasoles, dependencias y follaje de azul oro”.

También refiere lo que significan los colores del escudo: oro, hacer el bien a los pobres; azul, servir a los gobernantes y fomentar la agricultura; verde, luchar por mantener la libertad y la independencia, fomentar el comercio y auxiliar a los huérfanos; rojo, socorrer a los oprimidos por cualquier causa.

Sobre la historia del escudo se señala que fue concedido junto con el título de ciudad a Guadalajara en cédulas expedidas por Carlos V de Alemania y I de España, el 8 de noviembre de 1539.

Además se relata que desde 1989 el escudo de armas de la ciudad de Guadalajara “se declaró oficialmente como representativo del estado de Jalisco, según decreto 13661 publicado en el periódico oficial El Estado de Jalisco, el 7 de noviembre de ese año”.