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60 años del método ver, juzgar y actuar

A mediados de 1961, el papa Juan XXIII publicó la encíclica Mater et Magistra, que adoptaba específicamente el famoso método ver-juzgar-actuar que concreta los principios y directivas sociales de la iglesia en el mundo.

Sintéticamente es, primero, el “estudio de situación” concreta; segundo, “apreciarlo a la luz de los principios cristianos”; tercero, el “examen y determinación de lo que se puede y se debe hacer para aplicar los principios y lineamientos a la práctica, según la forma y en el grado que la situación lo permita o lo exija”.

Así el papa Juan incorporó el método ver-juzgar-actuar en la enseñanza y práctica social católica.

Los temas más relevantes de esta encíclica sin duda son los sociales: el salario, la desigualdad entre países ricos y pobres, etc. El método se convirtió entonces en la piedra angular de los movimientos sociales de la Iglesia católica; como el movimiento de la juventud obrera cristiana y más tarde sería adoptada por muchos otros grupos y movimientos de apostolado laical, como los grupos de la teología de la liberación, y el movimiento obrero y sindical de Lech Walesa en Polonia.

“Los líderes deben aprender a ver, juzgar y actuar. Ver el problema de su destino temporal y eterno para juzgar la situación presente, los problemas, las contradicciones, las exigencias de un destino eterno y temporal”.

La propuesta concreta es la vocación de cada cristiano de superar la excesiva desigualdad entre los distintos sectores de la sociedad y resistir los procesos económicos y políticos que ponen en peligro la dignidad humana y la libertad.

Sin duda es una encíclica que vale la pena leer, y en ella el papa Juan XXIII identifica estas realidades:

1) La economía requiere de una oportuna intervención estatal, basada en el principio de complementariedad, no de sustitución, destacando la importancia del bien común en tiempos de la interdependencia planetaria

3) La estimación del salario debe considerar criterios de justicia: este debe dar lo suficiente para una vida digna, debe ayudar a generar igualdad dentro y fuera de los países

4) Se debe aspirar a que los trabajadores tengan una participación en la empresa y colaboren con el empresariado y la actividad económica en asociaciones, con sindicatos autónomos

5) La propiedad privada nace de la misma naturaleza humana, por lo cual la iglesia defiende el derecho a poseerla. Es fundamental permitir que la mayor cantidad de personas posibles puedan poseer algún patrimonio

6) Que el Estado pueda poseer y administrar propiedades, y no se debe olvidar que la propiedad tiene una función social: aquellos que tienen, deben compartir sus bienes con aquellos más desfavorecidos

El papa Francisco señala que la experiencia de la pandemia nos obliga a enfrentarnos a una serie de graves cuestiones socioeconómicas, ecológicas y políticas, todas ellas interrelacionadas, y en este sentido el trinomio ver-juzgar-actuar nos ayuda para construir un mundo mejor tras la crisis del Covid-19.

Ver. “Un análisis serio y honesto del pasado, que incluya el reconocimiento de las carencias sistémicas, de los errores cometidos y de la falta de responsabilidad hacia el Creador, el prójimo y la creación”.

Juzgar. “Aprovechar este momento para dar pasos adelante. La crisis abre el camino a un futuro que reconozca la verdadera igualdad de todo ser humano: no una igualdad abstracta, sino concreta que ofrezca a las personas y a los pueblos oportunidades reales y equitativas de desarrollo”.

Actuar. “El que no actúa desperdicia las oportunidades que ofrece la crisis”. Así, nos recuerda que “toda acción necesita una visión de conjunto y esperanzadora. Actuar para el desarrollo de todos, con decisiones que conviertan la muerte en vida, y las armas en alimento”.

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