Juegos mecánicos que producen luz

Como parte del concurso Les 24h de l’innovation (24 Horas de Innovación), organizado por la Universidad de Montreal, Canadá, alumnos de la Universidad Veracruzana (UV) desarrollaron un proyecto para incrementar la afluencia de personas a los parques y jardines de México.

El trabajo fue realizado con el fin de dar uso a las diversas tecnologías para la generación de energía eléctrica destinada a iluminar los espacios públicos, explicó la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La innovadora idea, que tiene impacto económico a través de la reducción de costos en la iluminación de parques y jardines, en la salud al fomentar la actividad física de las personas y disminuir a su vez el riesgo de enfermedades, y en lo cultural al promover la convivencia social y familiar,  les valió a los jóvenes mexicanos el primer lugar de dicho concurso.

Alfredo Suárez Vázquez, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UV y miembro del equipo ganador, explicó que el proyecto surgió básicamente de la participación en el concurso 24 Horas de Innovación, en el cual se plantearon diversas problemáticas globales en temas de innovación tecnológica, principalmente, para dar una solución que dejara una huella limpia en el mundo.

“El proyecto consiste en la instalación de tres módulos recreativos que contendrán juegos mecánicos en los parques y jardines, los cuales aprovecharán la energía que generan los asistentes al usarlos para a su vez producir electricidad que alimentará la iluminación de las fuentes, de las luminarias del parque y hasta un sistema de audio ambiental”, explicó Suárez Vázquez.

La idea principal consiste en generar energía mediante los juegos mecánicos, aprovechando que los niños tienen juventud para realizar actividades físicas y sacar provecho de esa energía cinética (la que se genera debido al movimiento de un cuerpo) para convertirla en energía eléctrica.

Para que funcionen los sistemas de iluminación se aprovechará las tecnologías ya existentes en el mercado, “pero la innovación del proyecto consiste en la aplicación que se le dará a esas tecnologías porque se trata de una aplicación creativa”, detalló Suárez Vázquez.

El proyecto se divide en tres partes. La primera será la instalación de bicicletas fijas alrededor de una fuente, la cual cuenta con un sistema de iluminación. Las bicicletas estarán conectadas a un generador de energía y este, a su vez, a una batería de gran capacidad. Al utilizarlas, el generador convertirá la energía cinética en electricidad, la cual cargará la batería.

La batería servirá para alimentar la iluminación de la fuente. “Es importante mencionar que canalizar la energía hacia la batería y no directamente al sistema de iluminación, permitirá iluminar de manera constante la fuente y no solamente en los momentos en que se utilizan las bicicletas”, indicó el joven arquitecto.

La segunda parte del proyecto consiste en un carrusel manual el cual, al ser impulsado por sus ocupantes, generará energía mecánica que se utilizará para iluminar el juego y sus alrededores mediante un sistema de iluminación a base de leds. Este dispositivo también contará con una batería que almacenará la energía eléctrica, misma que alimentará el sistema de iluminación.

Y la tercera parte se refiere a un juego similar, una especie de carrusel pero donde los ocupantes se cuelgan en lugar de sentarse. Al girar producirá energía para un sistema de alimentación igual al de los dos juegos anteriores, pero esta será usada para activar una serie de altavoces externos que transmitirán música en los parques y jardines.

“Estamos de cara a realizar el primer prototipo, que en este caso solo sería el sistema de las bicicletas fijas. Hemos realizado ya el análisis de costos de producción y ahora nos enfocaremos en la captación de recursos. Elegimos el diseño del proyecto de las bicicletas  porque en el mercado ya existe un sistema similar que es utilizado en los aeropuertos para cargar teléfonos celulares. Partiremos de esa tecnología y la adaptaremos a las necesidades del plan”, informó Suárez Vázquez.

El desarrollo del prototipo es relativamente barato, pues oscila entre 20 mil y 30 mil pesos, o incluso podría ser menos; “no buscamos explotar el proyecto económicamente, sino darle continuidad académica y llevarlo a nivel posgrado con la intención de ampliar la investigación desde las diversas áreas de especialidad de quienes integramos el equipo”, detalló el arquitecto.

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“La idea principal consiste en generar energía mediante los juegos mecánicos, aprovechando que los niños tienen juventud para realizar actividades físicas y sacar provecho de esa energía cinética (la que se genera debido al movimiento de un cuerpo) para convertirla en energía eléctrica”, indicó Alfredo Suárez Vázquez, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UV.

EH/I