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Tejuilocos: una bebida tradicional transformada

YA TIENE RATO. Gerzaín vende su creación desde hace ocho años. (Foto: Especial)

El calor apenas comienza y un tejuino a mediodía siempre se antoja, pero, ¿ha escuchado alguna vez de los tejuilocos?, pues si en estas vacaciones va rumbo a Puerto Vallarta por carretera, o simplemente decide ir a La Primavera, este punto debe ser una parada obligada para conocer esta bebida.

La creación es idea de Gerzaín Carmona Díaz, quien desde un pequeño puesto ofrece los tejuilocos sobre el camino que lleva hacia Nextipac, casi al cruce con la carretera a Nogales, en el poblado de La Venta del Astillero, en Zapopan.

El tejuiloco es una versión de la bebida tradicional, pero con más ingredientes, además de la nieve de limón que se acostumbra incorporar, ya que a su creador se le ocurrió añadir tequila, nieves de mango o piña, chamoy, chile y una banderilla de tamarindo.

Su mamá es la que le enseñó hacer el tejuino, el cual asegura es el típico, ya que lo hace con germinado de maíz y no se trata de agua con azúcar como la mayoría lo hace actualmente para hacerlo rendir.

Desde 1995 vende dicha bebida, pero desde hace ocho años, aproximadamente, se le ocurrió la idea de crear los tejuilocos.

“A mí me gustan las innovaciones y ser único. Lleva nieve de limón, nieve de mango, sal, limón, tequila, rebanada de piña, una banderilla de tamarindo, chile, chamoy y a veces innovo (más), lo que se me va ocurriendo, cambio de nieves, pero la de limón siempre va”, dice.

Sin ningún tipo de publicidad salvo el letrero llamativo de su puesto que anuncia la bebida, los paseantes no dudan en detenerse a probar el tejuiloco o averiguar de qué trata, por lo que todos salen con un bote copeteado con bolas de nieve escarchadas con chile y chamoy.

-¿Con amor o con cariño?, pregunta el vendedor a unos clientes que acuden por primera ocasión al lugar.

-Con cariño, responde uno.

-Con cariño es sin tequila, eh, le advierte Gerzaín.

-Ah, no entonces con amor, rectifica el joven.

El éxito del lugar, considera su propietario, se debe a que él no les vende el tejuino, sino que su labor de convencimiento para con el cliente hace que adquieran su bebida y posteriormente regresen.

“Si me dicen ‘a mí el tejuino no me gusta’, les digo que prueben el mío hasta que aceptan, entre broma y broma. Mi tejuino es adictivo”, asegura.

Aunque no tiene cifras de cuánta gente lo visita a la semana, asegura que los días festivos y las temporadas de vacaciones son las más fuertes, pero a pesar de esto su local siempre está abierto de 8 a las 23 horas todos los días.

Tejuiloco chico:

Con tequila: $55

Sin tequila: $35

Grande:

Con tequila: $85

Sin tequila: $60

FV/I