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Lynch, director de lo oscuro y surreal

David Lynch creó atmósferas inquietantes y se caracterizó por su tendencia a indagar en el lado oscuro de la mente. (Foto: Agencia EFE)

El director estadounidense David Lynch, de entre cuyas obras destacan Blue velvet (Terciopelo azul) o Twin peaks, falleció a los 78 años, informaron sus familiares este jueves a través de redes sociales.

Lynch anunció el pasado agosto que sufría de enfisema pulmonar, un trastorno crónico por el que se obstruyen los pulmones y se dificulta la respiración. La enfermedad le impedía salir de casa y, por lo tanto, dirigir películas en persona.

El cineasta nacido en Missoula, en el estado de Montana, fue cuatro veces nominado a los premios de la Academia de Hollywood por The elephant man (El hombre elefante, 1980), Terciopelo azul (1986) y Mulholland drive (2001), pero la única estatuilla que obtuvo fue honorífica y la recibió en 2019.

Comenzó su carrera en los años 70 y su primera película, Eraserhead, se convirtió en un clásico de cine experimental que seguía la historia de Henry Spencer, un hombre que vive en un mundo industrial y oscuro y que se ve obligado a cuidar a su hijo, una criatura deformada.

El éxito en su carrera comenzó con El hombre elefante, basada en la verdadera historia de Joseph Merrick, un hombre británico del siglo 19 que sufrió de severas deformidades físicas, que le valió su primera nominación al Oscar.

Lynch también adaptó la obra de Frank Herbert Dune en 1984, cuyo éxito no fue el esperado, pero 2 años más tarde lanzaría Terciopelo azul, una de las obras más importantes en su trayectoria, en donde exploraba temas de voyerismo, deseo, violencia y la complejidad humana.

El director también fue responsable de Twin peaks, una serie innovadora en su estilo narrativo que rompió con la estructura convencional de episodios autoconclusivos.

Reconocido como uno de los creadores más vanguardistas y originales de Hollywood, era un director que combinó el Estados Unidos más popular con un tratamiento más personal, cercano al cine de autor europeo.

A base de surrealismo, misterio, siempre a caballo entre lo real y lo onírico, Lynch creó atmósferas inquietantes y se caracterizó por su tendencia a indagar en el lado oscuro de la mente: la muerte, la violencia y el erotismo son una constante en sus temáticas.

Pocos como él han conseguido que una frase se hiciera popular en el mundo entero. “¿Quién mató a Laura Palmer?” fue la pregunta que millones de espectadores trataron de responder viendo su serie Twin peaks, que demostró en 1989 que la televisión podía estar al mismo nivel que el cine.

La serie, que fue todo un fenómeno en su momento, supuso un punto de inflexión y demostró que el mundo de Lynch podía conectar con el gran público y no solo con las élites a las que parecía ir dirigidas sus películas.

Versando en la filosofía de lo absurdo de escritores como Franz Kafka, su obra magna, Mulholland dive (2001), dibujó un retrato de Hollywood con tintes de cine negro que dejó más preguntas que respuestas.

“Cuando la vi por primera vez pensé que era la historia de los sueños, la ilusión y la obsesión de Hollywood. Toca la idea de que nada es lo que parece (...) La segunda y la tercera vez que la vi, pensé que trataba sobre la identidad. ¿Sabemos quiénes somos?”, dijo hace años Laura Harring, una de las protagonistas, según recoge The Hollywood Reporter.

Esa pregunta ya nunca se va a poder responder.

MUNDIAL. No mucho público conectaba con su forma de crear cine, sin embargo, no negaba su talento en la industria. (Foto: Agencia EFE)

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