...
El buque-escuela mexicano Cuauhtémoc reanudó este miércoles sus operaciones tras chocar el pasado mayo con el puente de Brooklyn, en Nueva York...
Un estudiante de la UdeG habla en InformativoNTR sobre las protestas en los diferentes centros universitarios y su demanda de cancelar elecciones....
Más de 21 mil ingresaron a centros universitarios y los más de 67 mil restantes a las preparatorias del SEMS....
Le envía la misiva a Claudia Sheinbaum ...
El Instituto recuerda a las y los trabajadores que todos los trámites son gratuitos....
Los usuarios de OpenAI han comenzado a burlarse en las redes de los fallos y la inexpresividad del último modelo de ChatGPT, GPT-5, el nuevo chatbot ...
El investigador de Causa en Común, Fernando Escobar Ayala, señaló que el sistema de justicia no puede avanzar porque las fiscalías no son autónom...
A inicios de septiembre Donald Trump ordenó el primer ataque contra una embarcación que supuestamente estaba vinculada con ‘El Tren de Aragua’...
El boxeador Jesús Iván Mercado Cabrera, conocido en el ring como “Rafaguita”, fue localizado sin vida el pasado lunes 15 de septiembre en la car...
Se espera que figuras como Natalia Lafourcade o Bad Bunny lideren las candidaturas....
Jalisco inició sus actividades con un conversatorio en conmemoración del 70 aniversario de la publicación de “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo...
Estaba en el intento de dos amigos fresas de hacer un evento sobre carreras de autos deportivos. ...
Jueces nuevos renunciando
Porque nos la quitaron
Está en Guadalajara y este jueves será parte de la conferencia Nombrar a Centroamérica porque Centroamérica cuenta. Fátima Villalta quisiera dar un discurso esperanzador, pero en su país, Nicaragua, se vive una crisis sociopolítica que ha orillado a amigos, familiares y a otros escritores, a dejar su país sin saber cuándo volverán.
Cuando veía las noticias, se preguntaba qué tan desesperados estaban los migrantes para dejar todo, tomar una mochila al hombro y salir de casa. Seguro ya no había nada que perder.
“Esa realidad está en Nicaragua y tocó de alguna manera a conocidos, a amigos que están encarcelados y muchos más que ya salieron de un país tan pequeño, pero donde se respira miedo”, explicó la joven escritora.
“El mensaje esperanzador es que en la literatura hay mucho talento joven, pero la realidad nos está pegando y si un Sergio Ramírez confesó que con los problemas en Nicaragua no puede escribir, imagínate los jóvenes, quienes somos desconocidos, se han parado las cosas”.
“Este foro ayudará a que conozcan los talentos más jóvenes y se discutirá el panorama de la literatura en Centroamérica. Grandes como Ernesto Cardenal y Sergio Ramírez son un ancla muy valiosa para ingresar a la literatura de mi país, pero hay más talento”.
Publicar desde muy joven, hizo que el mundo de la literatura volteara a verla, ya que tan joven marcaba pauta con su forma de escribir.
Cuando tenía 16 años, Fátima ganó el certamen del Centro Nicaragüense de Escritores para la Publicación de Obras Literarias (2011) con Danzaré sobre su tumba, que trabajó durante unos meses, inocentemente y sin mayores esperanzas.
“Publicar gracias a un certamen nacional significó un acontecimiento en mi vida y principalmente en mi relación con la literatura. Hasta ahora la novela lleva cinco ediciones, y no deja de sorprenderme que algo así le suceda a una escritora prácticamente desconocida en un país tan pequeño y con tan pocos lectores como Nicaragua”.
Luego de lo abrumador que resultó publicar tan joven, decidió emprender otras búsquedas.
“Cursé distintas carreras y, aunque aún soy estudiante de psicología, trabajé por dos años como especialista en documentación histórica en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica; también colaboré como editora y cronista en revistas culturales. De una u otra manera, todas las búsquedas siempre me llevaban a un mismo lugar: los libros y el mundo de la ficción”.
Cuando se le cuestiona cuándo publicará un nuevo libro, en su mirada se ve que los problemas políticos en su país han detenido ese sueño, pero tras suspirar aseguró que es joven, que aún tiene mucho tiempo para hacerlo.
“La crisis del país pega, tengo 24 años y mi generación, al igual que una generación de escritores anterior a la nuestra, a los que leímos y admiramos desde la adolescencia, se enfrenta a una crisis sociopolítica que marca un nuevo quiebre en nuestras vidas y probablemente en nuestra futura producción literaria”.
“Nosotros, que nacimos en tiempos de paz, hemos visto cómo nuestros sueños se desmoronan en pocos meses, también hemos desempolvado los libros sobre dictaduras y compañeros que se marcharon muy pronto”.
JJ/I