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“Somos el hazmerreír a nivel internacional”: Bueno

(Foto: imago7)

El tema del retraso de sueldos en un equipo de Primera División en el futbol mexicano no es un capítulo nuevo. Hoy el caso Veracruz le ha dado la vuelta al mundo, pero no es la primera víctima de malos manejos, y posiblemente no será el último.

Desde hace años, en distintos torneos se han escrito episodios bochornosos de clubes que se atrasan, pero que además en parte es por la consecuencia de que el jugador acepta las condiciones de acuerdos verbales de pagos que difícilmente se cumplirán de parte del dirigente.

Jaguares de Chiapas, un club que durante 15 años tuvo diferentes propietarios, y cuyo desenlace se generó por la crisis financiera que impedía estar al corriente en los pagos de sueldos a los jugadores, por lo que durante el periodo futbolístico 2016-2017 la Liga MX lo presionó con la amenaza de desafiliarlo si no saldaba sus deudas pendientes jugadores y cuerpo técnico.

Ese último año, la franquicia de Chiapas fue agonizando lentamente en la parte deportiva, perdiendo puntos en la cancha, con jugadores en la incertidumbre y un entrenador que cada día buscaba unificar a su grupo para intentar salvar a Jaguares de la tragedia.

Sergio Bueno fue el timonel de aquel cuadro chiapaneco que luchó hasta la última jornada por salvarse del descenso pese a las carencias económicas, y que pese a ganar al Atlas en el último juego, el resultado que lo condenó fue la victoria agónica de Morelia sobre Monterrey.

En entrevista con NTR Radio, Bueno contó la amarga experiencia que vivió tratando de sobrevivir día a día, y en el que también hubo amagos de no presentarse a jugar en protesta  por la falta de pagos, pero movimiento que era perpetrado con la intención de extinguir desde antes a Jaguares para salvar al Veracruz.

“Era un club en el que sí tuvimos etapas de mucho conflicto en ese sentido, pero siempre estuvo bajo control, es de todos sabido, y no hay por qué negarlo que hubo retrasos en todo ese tiempo, éramos un plantel que estábamos por momentos inquietos, con deseos de hacer muchas cosas, pero también conscientes de que teníamos un respaldo importante, porque no es lo mismo saber que tus acuerdos los tienes debidamente registrados en un contrato y debidamente hablado, y que tarde o temprano se iban a cumplir esos compromisos económicos. Eso siempre estuvo presente en la mente de nosotros, pero claro que no deja de ser incómodo que te puedas atrasar uno o tres meses, que normalmente como jugador y cuerpo técnico que estamos con la esperanza de ir siempre al día, y esa situación no se daba por lo que teníamos que hacer una labor importante para hacer responsable al plantel y enfocarse con mucho mayor vehemencia en resolver la parte deportiva porque era un club con problemas de descenso, estábamos en el último lugar de la tabla de cocientes. Pero los contratos se cumplieron, tarde, pero se cumplieron, diferente a lo que sucede en Veracruz”.

El también ex técnico de Celaya, Atlas, Atlante, Morelia, León, Santos Laguna, Puebla, Cruz Azul, entre otros clubes, señala a los jugadores como responsables de prestarse a aceptar solamente acuerdos de palabra, lo cual facilita que el directivo no cumpla con lo prometido al no existir un contrato que consigne el compromiso.

“Estas prácticas existían, pero se han ido erradicando paulatinamente del futbol mexicano, y si ahora se ventila que Veracruz trae esa problemática son de los lunares que existen en el futbol en el que una plantilla no establece lo que acuerda verbalmente, porque suena muy fácil decir: ‘arreglé por 10 pesos, pero se registraron 2, y los otros 8 si me acuerdo te los pago, y si no se irán al baúl de los recuerdos’, que eso es lo que seguramente pasa en Veracruz, y es algo serio porque parece que la Liga no encuentra los caminos para resolver la problemática, y creo que sí se puede hacerlo de manera tajante. La Liga fácilmente podría absorber económicamente los compromisos, aunque no estén clarificados en los contratos, tendría que haber un poco de ética, y ya ocurrió con Dorados y Querétaro, que también intervino la Comisión del Jugador, y la Liga reconoció el sueldo íntegro de los jugadores, y al club se le obligó a cumplir sus compromisos o si no”.

Bueno recordó que Jaguares estuvo cerca de no jugar el Torneo de Clausura 2017.

“En Jaguares ocurrió, hubo un momento en que iba a ser desafiliado y la Liga le dijo a los dueños que tenían que garantizar el pago en este nuevo receso del campeonato que era en diciembre porque si no, no arrancábamos el siguiente torneo, y nos dieron cheques que fueron cobrados en tiempo y forma, y por eso el club pudo jugar el Torneo de Clausura 2017, el último año de Jaguares, y que nos fuimos al descenso ganándole al Atlas en la última fecha, y Morelia le ganó al Monterrey en el minuto 94, pero éramos un club que seguíamos con retrasos en el torneo, pero sabíamos que había un contrato que nos respaldaba, y que sabíamos que se iba a cumplir”.

¿Cómo te dirigías a tu grupo para animarlo cuando no llegaban los depósitos?

Era una situación bastante tirante, no voy a esconderlo, yo sabía que ante la eventualidad de parar como equipo y de no presentarse a jugar que hay un reglamento que te puede cambiar, que eso podía acabar con la carrera de muchos jugadores, y también con la ilusión de una plaza con sus aficionados, y que de golpe pierdas una franquicia, no estaba en juego solamente los jugadores sino la pasión de la gente, así como la inversión de los patrocinadores, las televisoras. Había molestia en el plantel, pero uno le tenía que hacer ver al jugador que el dueño del equipo en ese momento no contaba con los recursos, y decirle: ¿qué prefieres, irte a tu casa desafiliado y descendido en automático, o luchar por ti y por el club, para después irte a otro equipo superando este tipo de adversidades contractuales? Y así, decir el día de mañana: aún a pesar de, rendí, cumplí, me maté en la cancha, logré estos objetivos, y di una actuación que me permite seguir en el mundo de la Primera División.  Y no lo comento con el intento de boicotear a la Comisión del Jugador, porque en su momento también se me censuró por esa situación.

Bueno, quien en la década de los noventa integró la Asociación de Futbolistas, considera que la Asociación de Futbolistas Mexicanos Profesionales, tendría que orientar al jugador a no aceptar condiciones ventajosas para los directivos, y la Liga MX también tendría que ser inflexible para no permitirlo.

“Como Comisión del Jugador tendrías que ser intolerante ante este tipo de acontecimientos, tendrías que tener prohibido a todos los equipos de futbol mexicano de que los jugadores no firmen contratos de esta índole porque te vas a ver expuesto a situaciones de esta naturaleza, y la Liga automáticamente lo tendría que prohibir, y el jugador tendría que ser renuente a firmar esos contratos, si arreglas con 10 se deben pagar 10. Pero como el jugador también es irresponsable y no sabe que el día de mañana puede ocurrir una eventualidad así, pues no se cuida, no se asesora, y es una labor de muchas partes para que esto no se esté presentando, y lo único que ocurre es un desprestigio, de lo cual hemos sido partícipes todos, directivos, entrenadores, jugadores, medios de comunicación, somos el hazmerreír a nivel internacional, no se pueden permitir equipos que entren a un escenario de esta naturaleza, porque en otras Ligas no cumples, y en automático te desafilian, te mandan a la Segunda División y no se andan con cuentos”.

 

¿Los jugadores de Veracruz deben presentarse a jugar?

Es un tema muy complejo. Yo te hablo del caso que viví, porque estuve a nada, no de no jugar un partido, pero a nada de que en un partido contra el Atlas como medida reprobatoria por la ausencia de pagos pasaran 5 minutos sin que nadie se moviera dentro del terreno de juego. Se me hacía a mí una jalada, es la realidad, no íbamos a llegar a nada. Desde hace tiempo lo vengo diciendo, que se deben establecer reglar claras ante los propietarios de los equipos, y no tener temor a represalias. No se tomó esa medida, se jugó el partido sin problemas, la problemática siguió, pero el equipo fue cubierto debidamente al término del campeonato.

Bueno recordó que el medio de contención uruguayo, Egidio Arévalo le quiso sabotear al equipo.

“Pensar en que no se presente el Veracruz, pues habría que estar dentro de la institución o del club para saber cómo está el grupo internamente. En Jaguares tuve un desajuste impresionante, Egidio Arévalo, aquel jugador uruguayo que regresó al futbol mexicano quería desestabilizar al equipo porque querían que el equipo no se presentara a jugar en un partido para que fuera desafiliado y en automático, Veracruz, que también estaba involucrado pudiera resolver su problema de cociente. Y da la casualidad que Egidio al siguiente torneo fue a aterrizar a Veracruz. De todas esas cosas me enteré, y yo decía que no teníamos por qué provocar nuestro descenso si había cosas por qué pelear. Sí era un tema muy dramático, pero había que vivir el tiempo de las vacas flacas, y no vernos metidos en un tema que era tendencioso y manipulado desde afuera. Era un tema complicado, y al final descendimos, y el equipo fue desafiliado porque era una piedra en el zapato para la Liga en otros aspectos”.