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Sobraron toreros; faltaron toros

(A DEBER. Héctor Gutiérrez tuvo empeño, pero batalló con los astados de principio a fin.  Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Algo muy distante a lo que se esperaba, fue lo que se vivió la tarde de ayer en la Plaza de Toros Nuevo Progreso de Guadalajara. Una tarde para el olvido, lejos, muy lejos de lo que se antojaba, sería una tarde para la memoria. 

Sobraron toreros y faltaron toros. Los tres en el cartel: Diego Héctor Gutiérrez, Diego San Román y Miguel Aguilar, muy, pero muy por encima de los astados lidiados, que finalmente se parchó la corrida con tres toros de De la Mora, Y tres más de Barralva, en su encaste mexicano. 

El que abrió plaza desilusionó; un toro justo de presentación, edad, trapío. Tuvo que ser devuelto a los corrales por el reclamo de la afición. Vino un reserva que poco colaboró, estando Héctor Gutiérrez por encima de las condiciones del toro, echando mano de sus capacidades para regalar distantes momentos de buena torería. 

Con su segundo, un toro de medias embestidas, distraído y que poco colaboró con el triunfo, el hidrocálido hizo lo que pudo, sin lograr que el toro se metiera en la muleta. Se fue, Héctor, con una vuelta al ruedo con su labor por el primero de su lote, lo más destacable de la tarde. 

Por su parte Diego San Román estuvo en torero. Con ese tinte de valor y de pisar los terrenos comprometidos, el de Querétaro se impuso ante dos astados que poco ofrecieron; consiguió tandas de muletazos de mérito total, aprovechando la codiciosa embestida de su astado, pisando terrenos comprometidos que le valieron el reconocimiento del público. Se fue entre salidas al tercio y el aplauso de la afición. 

Y cerró plaza Miguel Aguilar, un torero que dejó en muestra su clase y su técnica; dos toros complicados, de difícil lidia, que no aportaron en lo absoluto para triunfar; por demás estuvo su labor, empeñosa, y valiente, que, sin duda, ganas sí que le sobraron. 

Así se fue la última corrida del serial de Aniversario; tarde de la que se esperaba mucho más. Toros que deslucieron, muy por debajo del trapío, presencia y juego, del que la Nuevo Progreso está acostumbrada. Ahora, a esperar la temporada 2022 de novilladas, en la que la empresa del coso de la Monumental, apuesta por el futuro de la fiesta nacional. 

 

(CIERRE. Miguel Aguilar se presentó con dos toros complicados de difícil lidia. Foto: Jorge Alberto Mendoza)

jl/I