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Diario escultórico de Nevin

VIVENCIAS. El artista otorga a cada una de sus piezas un carácter personal, como memoria de las historias que lo conectan con alguien cercano. (Foto: Grisel Pajarito)

La puerta falsa está presente en las tumbas egipcias que es el umbral que une a los muertos con los vivos, pero también existe un libro en el que se aborda el suicidio o la muerte dramática, es por ello que la reciente exposición de Paul Nevin, en el Instituto Cultural Cabañas, lleva ese nombre en la que cada pieza es un recuerdo de algún familiar “desaparecido, muerto o recién nacido”, afirmó el artista.

Con más de 30 años de trayectoria, el escultor francés, radicado en México desde la década de los 70, regresa a Guadalajara, ciudad en la que vivió en sus primeros años en el país y donde se formó, para mostrar una exposición de su trabajo a través de los principales elementos de su  “diario personal”: sus obras.

La inauguración oficial de la colección de más de 130 piezas, entre esculturas de acero y acuarelas, será esta noche en seis salas del recinto y podrá verse hasta el 26 de junio, aunque estuvo abierta para su visita días antes. 

Un diario muy personal

La memoria, la nostalgia, la familia, el hogar y, sobre todo, las múltiples experiencias del artista francés están presentes en la muestra que se compone de más de 130 esculturas de bronce y acuarelas, estás últimas como bocetos de su proceso creativo, cuyo trabajo curatorial fue realizado por Mónica Ashida.

“Si bien hay un rigor, un academicismo, una formalidad, un trabajo excelente de factura que se nota en las piezas, una búsqueda estética propia, un estilo muy bien identificado”, explicó la curadora, el centro del discurso escultórico es la “parte emocional” que tiene cada una de las obras.

“A pesar de que las esculturas presentan un material de trabajo como es el acero, que es fuerte, pesado, frío, todas tienen una carga emocional afectiva y personal, diría yo casi son autobiográficas, que contrastan y hacen cálida la muestra y el trabajo”, precisó Ashida, hermana del ex curador del Cabañas, el fallecido Carlos Ashida, quien había pactado la exposición con Nevin.

Así, sin pretender que sea una retrospectiva de la trayectoria del escultor, la exhibición se convierte en un “recuento de una vida de trabajo”, de “un proceso de desarrollo creativo de alguien que, acostumbrado a moverse, recopila experiencias”, ahondó la curadora, ya que sus vivencias en distintas ciudades del mundo han influido en la concepción de sus obras, por lo que “hay una historia que las liga”.

“Lo que hago no es tanto esculturas, es un diálogo de mi vida, cada escultura para mí es un pariente desaparecido, muerto o que acaba de nacer, y esta muestra más que ser una exposición de cosas es como un álbum familiar de mi vida”, comentó Paul.

Desde su madre, sus tías y hasta la vecina, entre muchas otras personas, aparecen o están presentes en las historias detrás de las piezas, que por cierto no están distribuidas en las salas del Cabañas de manera tradicional, sino que guardan una pequeña distancia entre ellas y los observadores que tendrán que adentrarse en los pasillos que divide una escultura de otra.

Los recuerdos de “un momento de su vida que se fue, que ya no está, pero está el gesto de volverlo material, es el punto de enlace donde se encuentran estos dos mundos que se unen en La puerta falsa”, nombre también de una de las esculturas que terminó Nevin dos semanas antes del montaje de la exposición, explicó la curadora.

Las más de 100 piezas fueron creadas desde 1983 hasta este año, cuyos planos del material están presentes en cada obra. 

“Extraño la Guadalajara del 73”

Paul Nevin llegó a México en búsqueda del arte precolombino, tras estudiar en Inglaterra. Al no gustarle la Ciudad de México, porque en las primeras horas fue víctima de un robo, se mudó a Guadalajara donde conoció más y se formó en las artes.

Sin embargo, tas 20 años de no vivir en la capital tapatía, Nevin aseguró que al ver recientemente la ciudad sintió: “extraño la Guadalajara del 73”, ya que nota que el municipio está pensado para el automóvil.

“Todo está en la vegetación y aquí la vegetación la están tumbando para hacer vías rápidas para ir, ¿a dónde?, a la muerte”, refirió Nevin.

Propia

Paul Nevin confesó que no le gusta vender sus esculturas, ya que originalmente los artistas no crean su arte “para vender”, es por ello que cuando alguien adquiere alguna de sus piezas debe hacer una misma para su propia colección

No te la pierdas

La exposición La puerta falsa, en el Instituto Cultural Cabañas, se podrá visitar hasta el 26 de junio de martes a domingo, de 10 a 18 horas

Cifras

30 años de trayectoria

130 piezas, entre esculturas y acuarelas

 

HJ/I