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Rehabilitan la Torre del Vigía

EN EL OLVIDO. La Torre del Vigía está a poco más de medio kilómetro de distancia del ingreso del bosque, por la calle El Chaco

Entre las hierbas y el paisaje verde sobresale una estructura recubierta de ladrillo. Situada en un predio municipal que limita con el bosque Los Colomos y la unidad deportiva Revolución, la Torre del Vigía luce en franco abandono y quienes pasean por el área verde no saben de su existencia porque está escondida, lejos de los recorridos y las rutas que marca el bosque para ejercitarse.

El monumento, que desde principios del siglo 20 sirvió para bombear agua de los manantiales de Los Colomos, saldrá del anonimato porque el viernes, el cabildo de Guadalajara aprobó ceder en comodato al Organismo público descentralizado (OPD) de Los Colomos, el predio de 10 mil metros cuadrados donde se ubica el inmueble de color naranja con blanco.

Con ello, el bosque se comprometerá a desarrollar diversas acciones para que la torre sea rehabilitada y conservada, pero también para que se realicen trabajos de mantenimiento permanente los próximos 20 años, según el dictamen aprobado por los regidores tapatíos.

Con la donación del predio, el OPD también deberá realizar las acciones de acondicionamiento necesarias para evitar el deterioro de la torre y dedicarla a funciones públicas de conservación ecológica, pero por el momento, el monumento está fuera del radar de los paseantes.

“No sabía que había una torre, yo conozco ‘el castillito’, pero no había oído hablar de la torre, qué bueno que la van a arreglar porque aquí entre las ramas nadie la ve”, opinó Carmen Solórzano, quien ayer acudió a hacer una caminata al bosque junto con una amiga.

La Torre del Vigía está a poco más de medio kilómetro de distancia del ingreso del bosque, por la calle El Chaco. De la entrada hay que tomar el camino hacia la izquierda, hasta que la vía deja de estar pavimentada, para continuar a través de un sendero angosto, entre los árboles, que gradualmente conducen a la frontera del bosque, limitada por una malla ciclónica.

Aunque pocos circulan por ese escondido camino, sí hay quien lo recorre. Juan Carlos y Raquel se levantaron temprano ayer para tomar aire fresco y caminar por los senderos del bosque y sin querer, eligieron esa vía.

“No habíamos venido por aquí, tampoco habíamos visto la torre, está muy escondida y se ve abandonada, además atrapada entre rejas”, describió Juan Carlos.

De acuerdo con un artículo de la académica Alicia Torres Rodríguez, publicado por El Colegio de Michoacán, la Torre del Vigía sirvió a principios del siglo 20 para “enviar el agua recabada en los tanques de Los Colomos por el acueducto Porfirio Díaz, que atravesaba la Barranca Ancha de los Chorros, que anteriormente se había considerado como uno de los grandes obstáculos para poder utilizar el agua de Los Colomos”.

 

DN/I