Chulavista: fosas y tierra de nadie

Chulavista no le hace honor a su nombre. Para donde quiera que se mire ves violencia estructural: casas abandonadas, calles de tierra, montañas de basura… fosas clandestinas. Lo que no se ve es la presencia de las autoridades.

Los vecinos de esta zona de Tlajomulco de Zúñiga narran cómo es casi imposible ver una patrulla del municipio, del estado o la Guardia Nacional (GN). Aunque se les llame.

“Hace como dos meses nos dejaron un vehículo ahí, abandonado (en la calle Cerro de la Silla). Hablamos a la Policía y no venía y no venía. Hasta el mucho rato llegaron policías, según de la Fiscalía del Estado. Resulta que el carro tenía reporte de robo y un cuerpo dentro”, describió un vecino del lugar.

De acuerdo con la Plataforma de Seguridad del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), el 27 de enero se reportó un homicidio doloso justo en el cruce Cerro de la Silla y Cerro San Luis, el cual coincide con lo descrito por los vecinos.

Más allá de ese caso, entre el 1 de enero de 2021 y el 28 de febrero de 2022 la Fiscalía del Estado abrió 381 carpetas de investigación por diversos delitos en la colonia.

Desde el viernes y hasta el domingo, brigadas de madres y jóvenes buscadores de desaparecidos de Jalisco visitaron Chulavista para realizar trabajo de campo en las secciones 3 y 10. Antes de llegar al lugar recibieron reportes anónimos de que ahí pudiera haber fosas clandestinas y así fue.

Al arribar se encontraron con casas deshabitadas, pero eso no quiere decir que sea una zona abandonada. Hay viviendas que sí cuentan con habitantes y que a diario tienen que sobrevivir en este lugar.

“Nunca ves una patrulla de la Policía. Ahorita andan porque están ustedes (las brigadas y medios de comunicación), pero nunca vienen. A veces hay problemas con los vecinos y mejor te quedas callado. Si dices algo o saben que le hablaste a la patrulla, te sacan la pistola. Uno ve cómo llegan y se adueñan de las casas (abandonadas). Somos tierra de nadie”,dijo otro vecino.

Por eso no hubo cara de sorpresa en la mayoría de los vecinos cuando vieron las actividades de las brigadas. Por el contrario, se detuvieron a observar y sus rostros reflejaron esperanza y agradecimiento porque por fin alguien volteó a ver Chulavista. Y fueron las madres y jóvenes buscadores.

Un cumpleaños amargo

Berenice es una de las integrantes del colectivo Jóvenes Buscadores de Jalisco. El viernes 1 de abril cumplió apenas 17 años y su festejo fue tomar una pala y buscar a desaparecidos en Tlajomulco.

Su madre, Lucero, y cuatro de sus tíos: José de Jesús, Tonatiuh, Ernesto y Oswaldo Javier Ávalos Camarena fueron desaparecidos en Ocotlán entre 2016 y 2019. Desde entonces los busca sin parar.

“Es algo muy triste porque yo a estas horas estuviera con mis tíos, ahorita estuviera con ellos festejando mi cumpleaños. No es lo mismo estar con ellos que sin ellos. Yo no desearía que los encontrara así, bajo tierra. Yo quisiera que estuvieran vivos, pero ya lo que Dios quiera”, dice Bere, a quien le llegan sentimientos encontrados cuando escucha o ve que encontraron una fosa, pues sabe que ahí hay personas muertas, pero también piensa que una o varias familias pararán con el sufrimiento de no saber dónde está su familiar.

Sin embargo, a Bere le tenían una sorpresa preparada. A media jornada del viernes le iban a comprar unos pastelillos para que su día no pasara desapercibido, pero Milagros Flores, lideresa de Jóvenes Buscadores de Sonora, no se pudo contener y comenzó a cantar “Las Mañanitas” en el camión rumbo a Tlajomulco. El momento se tornó en risas, felicitaciones y bromas.

Una marca indescifrable

Hay dos maneras en las que buscan los colectivos en acciones de campo como las del fin de semana. Primero, por reportes anónimos que dicen el punto exacto donde puede haber una fosa clandestina y, segundo, buscando una marca extraña e indescifrable en las fachadas de las viviendas. Milagros Flores detectó que las casas que tienen la marca tienen altas posibilidades de ser una fosa.

Es una marca con aerosol negro pintada debajo del número de la vivienda. “NERY”, “MERY”, no se sabe qué dice ni qué significa, pero pudiera ser una señal dejada por los propios vecinos.

“Es un nombre en las casas. En la brigada pasada nos dimos cuenta que en todas las casas que nosotros encontramos con cuerpos estaba ese nombre y en todas había hielo seco”.

Una vez que se identifica un punto probable, ya sea por la marca o por un aviso, las brigadas comienzan a retirar la maleza y la basura. Posteriormente buscan indicios y/o comienzan a excavar, principalmente, en los patios, ya sea en el frontal o trasero.

Algunos indicios son encontrar tierra floja, hielo seco o varios colores de tierra. Esto significa que el lugar fue rellenado. Excavan un poco con picos y barras o con maquinaria.

Después insertan una varilla metálica y al sacarla la huelen y observan. Si tiene cal o desprende olor a putrefacción, es señal de fosa clandestina.

Siguen excavando y, en cuanto encuentran los primeros restos o posibles restos humanos, las brigadas se retiran. En ese momento la Fiscalía del Estado acordona y asegura el lugar para que los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) ingresen a hacer la extracción bajo los protocolos establecidos.

Los hallazgos

La jornada trajo hallazgos. El primero se realizó en la finca marcada con el número 291 de la calle Cerro Largo. Al lado derecho vive una familia y al lado izquierdo hay dos casas abandonadas, pero la tercera está habitada también. Enfrente está un parque.

La fachada de la casa estaba recién pintada, blanco con gris; se presume que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) la reclamó, pero eso no fue impedimento para que en el área de cochera, a medio metro bajo el concreto, estuviera una fosa clandestina.

A las 12:30 horas del viernes, la fosa fue encontrada por la brigada liderada por Cecilia Flores, lideresa de Madres Buscadoras de Sonora, agrupación que apoya a los colectivos de Jalisco. Los trabajos de extracción duraron alrededor de cuatro horas y el resultado fue 10 bolsas con restos humanos.

“El cuerpo se miró en cuanto la máquina dejó de excavar. Ya se miró que estaba parte de la pierna, el hueso de una pierna porque los cuerpos ya están en descomposición; estaba pasando de medio metro. No sabemos los cuerpos (que haya) porque están en bolsas”, dijo tras el hallazgo.

El segundo día no hubo resultados positivos. Fue hasta ayer cuando dieron con tres fosas más, pero éstas las encontraron en las etapas 3 y 9 de Chulavista.

“¿Por qué no en el monte? ¿Por qué no dejarlos ahí? ¿Por qué las casas? ¿Por qué los parques? Sí nos hacemos esa pregunta (…) La verdad, (Tlajomulco) es un panteón clandestino, la verdad que es una de las impresiones más fuertes que nos hemos llevado en el municipio este”, señaló Milagros Flores, lideresa de Jóvenes Buscadores de Sonora, agrupación que también apoyó a los colectivos locales.

Finalmente, lamentó que tuvieran que venir desde Sonora hasta Jalisco para que las autoridades locales dieran la ayuda necesaria. “El apoyo tiene que ser para los colectivos de aquí”, sentenció.

Esperanza

Hallar cuerpos en fosas clandestinas no significa más que esperanza para los colectivos. Esperanza de que ellos marcan una diferencia que tanto hace falta para encontrar a los desaparecidos en el estado que tiene el lugar número uno en personas desaparecidas.

Para Alan Puerto, integrarse a las brigadas le permite tener un acompañamiento y aprender. Su primo Carlos Arturo Ruiz Puerto desapareció en El Grullo el 7 de marzo de 2017, pero su familia sólo realizó búsqueda en vida porque desconoce los procedimientos de la búsqueda de fosas.

Reconoce que es complejo que su primo esté en Chulavista, pero su idea es integrarse y que en un futuro pueda haber una brigada en Autlán y El Grullo para buscar a su primo.

El colectivo aceptó que es necesario salir de la capital y adelantó que próximamente realizará visitas a Autlán y Puerto Vallarta. Para donde sea que mire, habrá fosas y las van a buscar.

Todos Somos Karey da con sitio de inhumación 

Una llamada anónima llevó al colectivo Todos Somos Karey, integrado por familiares de desaparecidos, a la colonia La Micaelita, en Tlaquepaque, en donde dieron con una fosa clandestina.  

Posteriormente, la Fiscalía del Estado confirmó el hallazgo de cuatro cuerpos y cinco bolsas negras con restos humanos. 

Las actividades de búsqueda en este punto comenzaron el sábado y continuaron ayer; sin embargo, se prevé que hoy sigan las acciones, pues los reportes indican que pudieran existir más cuerpos en este punto. Lauro Rodríguez

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