Los Tréboles, cinco años de inundaciones recurrentes

En 2019, las lluvias provocaron hasta 50 viviendas inundadas en el fraccionamiento zapopano Los Tréboles, construido por la inmobiliaria Tierra y Armonía, una de las cinco más poderosas de la ciudad. A partir de entonces se repite como rito cada verano: la pasada semana fueron 14 viviendas, dijo David Ochoa Durán, uno de los afectados.

Los vecinos lo atribuyen a la ubicación del desarrollo, en una zona inundable, y a la falta de infraestructura adecuada para desalojar las aguas. Y temen que el responsable se vaya sin resolver el problema, pues está ya a la venta la última etapa del fraccionamiento.

Los afectados han pedido la intervención del presidente municipal, Juan José Frangie Saade, y de la diputada por el distrito, Gabriela Cárdenas Rodríguez. La solicitud se motiva en que, por ley, todos los fraccionamientos deben depositar una fianza para poder hacer frente a desperfectos después de entregado un asentamiento humano, pero, además, el ayuntamiento tiene la herramienta perfecta en la recepción del desarrollo: si no cumple requisitos de seguridad y de infraestructura, no lo debe recibir.

En el pasado, tras los eventos de desastre se dañaron muebles y electrodomésticos, así como varios vehículos estacionados, y aunque el gobierno de Zapopan y la inmobiliaria Tierra y Armonía (propiedad de la familia Errejón Alfaro, primos del gobernador Enrique Alfaro) compensaron las pérdidas, los asentados se han convencido de que no hay solución, pues también se han hecho arreglos a la infraestructura de desalojo de aguas pluviales sin que se eviten los anegamientos. Lo peor es que ni siquiera se trata de lluvias extraordinarias, son tormentas intensas dentro del volumen de precipitación normal: arriba de 25 milímetros.

Uno de los detalles que alarma a los vecinos es que las viviendas que recientemente se inundaron habían sido abandonadas por sus compradores tras inundaciones que se habían padecido previamente. La empresa las volvió a ofrecer en venta y a los nuevos propietarios, totalmente desinformados de esa condición, les tocó repetir el evento anterior.

De esta manera se busca una solución definitiva: la reubicación de las fincas.

“Nosotros pugnamos por una reubicación y el fraccionamiento simplemente dice que no; se trata de una situación bastante desgastante porque te enfrentas con un corporativo sin la voluntad de ayudar; así es difícil que se pueda hacer algo por nosotros”, indicó uno de los afectados.

jl/I