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'Transporta' L3 daño ambiental

MUCHA TIERRA. Las acciones para evitar abonar a la contaminación son insuficientes. (Foto: Alfonso Hernández)

Aunque están obligados a cumplir las 43 condicionantes ambientales establecidas para el proyecto de la Línea 3 del Tren Ligero para minimizar los impactos de la obra, las constructoras y el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) han incumplido las relacionadas con calidad del aire al permitir que el suelo extraído por la tuneladora se disperse en la atmósfera, exponiendo a la población a partículas suspendidas adicionales a la contaminación diaria de los vehículos.

Además, tampoco hay control de los materiales geológicos ubicados en superficie en avenidas cerradas a la circulación, como Ávila Camacho y Patria o el Centro de Zapopan, donde el viento los dispersa y llega enturbiar la visibilidad, siendo Federalismo uno de los puntos más afectados y donde este incumplimiento es más visible.

En entrevista, el director de Siteur, Rodolfo Guadalajara Gutiérrez, reconoció la deficiencia que abona a la contaminación atmosférica, y aunque dijo se trabaja para revertirla, también consideró que no es posible erradicar el problema totalmente.

“Hay un mal manejo en el traslado, lo tenemos desde hace tiempo, lo que estamos viendo es cuáles son las medidas para mitigarlo. Lo que sucede es que el contenedor no logra contener porque es lodo, entonces se fuga y va tirando, ya se le pidió a la empresa que tiene que tener ciertas acciones en sus góndolas para que no se tire de material en su traslado: una lona que cubre arriba, traslados en la noche, más limpieza; impecable no va a suceder”.

“Es el tema que nos ha ocasionado más conflicto, esto no estaba a 100 por ciento establecido en la manifestación de impacto ambiental, se suscitó ya en la práctica, la Proepa, Semadet, Secretaría de Movilidad, Siteur y SCT estamos ya trabajando en corregirlo para que una vez que se reanuden los trabajos del túnel deberíamos estar trabajando de manera diferente”.

No obstante, las condicionantes 17 y 18 son las que exclusivamente hablan del control de estos materiales para evitar contaminación atmosférica. En lo que va del año se han activado 12 precontingencias atmosféricas y dos contingencias, en las cuales se ven reflejadas la dispersión de partículas suspendidas (PM10 y PM2.5) aportadas por obras de gran tamaño como la Línea 3.

“Deberá implementar las medidas técnicas necesarias que eviten al máximo la generación o dispersión de partículas suspendidas en el aire que se generen en la etapa de preparación del sitio y de construcción, en virtud de que el sitio del proyecto se ubica en una zona habitacional, por lo que habrá que proteger a la población, debiendo realizar las acciones necesarias para el recubrimiento, humidificación, etc.”, se lee en el documento público.

Aunque el incumplimiento de estas acciones puede provocar una multa descontada a las constructoras de la fianza ambiental de 15 millones de pesos depositada en la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf), no ha habido ningún descuento sobre estos recursos.

Textual

 “Deberá instalar dispositivos para los camiones que transportarán el material de construcción (arco de aspersión, vibradores, lonas, etc.) así como mantener húmedos los caminos y áreas del sitio de proyecto durante la construcción, de preferencia a través de un camión ‘pipa’, realizando riegos de forma homogénea, evitando así arrastres y encharcamientos”, establece la condicionante 18

Advierten daños en vías respiratorias

Un contacto prolongado con las partículas suspendidas provenientes del mal manejo de materiales geológicos de la Línea 3 del Tren Ligero puede derivar en inflamación de las vías respiratorias e incluso pulmones, advirtió el investigador de la Universidad de Guadalajara y especialista en impacto ambiental Antonio Gómez Reyna.

“Es el efecto a la salud de las partículas suspendidas, pero también va a depender del tipo de polvo que están manejando: si los camiones de volteo traen arena blanca, obviamente no es piedra basáltica, dependiendo del tipo de suelo que estén removiendo, arena o jal, que es lo más probable”, comentó el especialista.

“Al final de cuentas la gente va a padecer irritaciones en vías respiratorias y pulmones, la gente que está expuesta continuamente es la que puede llegar a presentar esto”.

El problema se da debido a que el material extraído del túnel que se está excavando en el Centro de la ciudad es trasladado en camiones por la noche hasta un predio conocido como El Hoyanco, ubicado en la colonia Las Juntas, de Tlaquepaque, pero a lo largo del camino se escurre por ir mojado y al secarse se volatiliza en la atmósfera. Esto afecta principalmente al oriente de la ciudad.

Además, en los frentes de obra no se tienen confinadas las arenas con las que se trabaja y con el fuerte viento se dispersan. En zonas próximas a Ávila Camacho, como Federalismo, es más visible cómo se acumulan los polvos en automóviles, banquetas, predios, e incluso por la noche, a través de la luz de las luminarias, se nota la turbiedad en el horizonte.

Violeta Meléndez

También impacta acuíferos

Tres acuíferos son los que se verán impactados en distinta medida por la construcción y operación de la Línea 3 del Tren Ligero a lo largo de todo su trayecto, pero el más afectado por la obstrucción y cambio de presión en el suelo es el ubicado en el centro de Guadalajara, donde se perfora el túnel que habrá de atravesar el nuevo transporte público.

De acuerdo al titular del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Rodolfo Guadalajara Gutiérrez, el cuerpo de agua subterránea ubicado en esa zona se encuentra a 10 metros de distancia de la superficie, mientras que el túnel se excava a 30 metros, de manera que pasaría por debajo de los flujos, declaró en entrevista. No obstante, el estudio de mecánica de suelos elaborado para la Línea 3 detalla que sí hay líquido incluso a 27 metros de la superficie.

“Es una obra de 21 kilómetros de alto impacto ambiental, aunque sea en área metropolitana. Nosotros construimos a 30 metros, (pero) cuando hablemos de profundidad siempre va a haber agua, toda la vida, a la profundidad que vayas va a haber agua, la diferencia es si es manto acuífero, un caudal, una vena, ésa es la diferencia”, declaró Guadalajara Gutiérrez.

“La profundidad a la que vamos no impactamos de manera directa a ninguna más que al agua que está estancada en la zona. Cuando (sí afectamos) lo hacemos en las estaciones, y por la dimensión de la estación, lo único que hacemos es que se reacomoda, se distribuye y no se altera el curso normal, no hay un impacto en todo el manto freático más que en lo local, y bueno, el agua vuelve a correr, a agarrar su camino”.

Al especialista en hidrología de la Universidad de Guadalajara Antonio Gómez Reyna le parece evidente que el agua esté presente a esa profundidad, debido a que el material que está siendo retirado del túnel es prácticamente lodo; de hecho, este factor generó que se barrieran las cuchillas de la tuneladora y se prolongaran los trabajos cuando se encontraba a la altura de avenida Hidalgo. A decir del titular de Siteur, ya sabían que había material lodoso, pero no que la máquina se barrería.

En este contexto, Gómez Reyna explicó que con el tramo subterráneo en una zona con ese nivel de saturación de agua se corre el riesgo de que en un futuro, con las vibraciones que genere el paso del tren y la presión, se compacte el suelo y genere hundimientos en fincas de la superficie. Dicho fenómeno se denomina licuefacción y está contemplado en el estudio de mecánica de suelos de la obra, pero se identifica en el documento como una situación con “baja probabilidad”.

“Hay antecedentes: en Atemajac, cuando se hizo la Línea 1, hubo problemas porque no podían parar la cantidad de agua y el impacto sigue. A la hora de que cambias tú las condiciones de agua y de suelo generas el fenómeno de licuefacción, y las vibraciones continuas que va a generar el paso del tren contribuyen. En muchas zonas se han presentado estos problemas: en la glorieta a Colón, en Providencia, edificios de la calzada Independencia y Niños Héroes”, dijo el especialista.

“Mecánicamente es un suelo muy inestable en ciertas condiciones, de hecho están hablando de que no se afectan los mantos acuíferos, pero encontraron lodo en Hidalgo, quiere decir que hay agua. Puede llegar a haber hundimientos en la parte del tren o en la parte de arriba, además la obstrucción que va a hacer el túnel va a obligar al agua a cambiar de flujo”.

A detalle

. Aunque el director de Siteur descarta afectar cuerpos de agua, señaló que van a colocar bombas a lo largo del túnel para desalojar la que llegue a surgir. En la Línea 1 hay tres y en la 2 hay 18 bombas de este tipo.

. La tuneladora va a la mitad del trazo subterráneo

. En el estudio geohídrico de la Línea 3 se identifican tres acuíferos: uno debajo de cada viaducto y trazo subterráneo. Los dos primeros se verían afectados por la presión superficial, y el tercero y más grave, por el cruce del tren en el área donde se mueve el agua

Esperan reunión para revisar juntos

Jessica Pilar Pérez

La Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara está a la espera de la reunión con personal del Sistema del Tren Eléctrico y Urbano (Siteur) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para revisar las fincas con posibles daños por las obras del Tren Ligero.

Felipe López Sahagún, titular de la dirección, mencionó que este encuentro no se ha podido concretar porque les han dicho que mañana, pero ese día no llega.

La última reunión la tuvieron el 15 de febrero y acordaron realizar un recorrido en conjunto para las 21 casas que supuestamente tienen riesgos.

“Quien nos iba hablar para poder hacer esa reunión era Siteur y estamos a la espera de eso. Nosotros todos los días estamos hablando, pero a lo mejor han tenido una complicación que no la han podido hacer”.

Los que iban acudir son representantes de Siteur, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), SCT, entre otras instancias.

La intención es manejar una sola información para que no haya cifras dispares y esto preocupe a la gente.

“Una de las situaciones es que para nosotros es muy importante que ellos nos entreguen un dictamen estructural de las casas y nos digan si es un daño estructural, es un daño de apariencia o únicamente del enjarre”.

Aseguró que este dictamen deberá establecer cómo debe ser la reparación para que no se vuelva a presentar.

Hace tres o cuatro meses hicieron la inspección, pero deben regresar para saber cómo quedó.

En el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Mupag) deben decirles con cuál es el daño estructural y cuál va a ser el remedio para arreglarlo.

“Nosotros podemos ir, pero vamos a sacar una información diferente, entonces necesitamos que sea en coordinación con ellos”.

Señaló que hicieron una revisión de 200 casas por Alcalde, desde la Normal hasta los dos templos, para tener una memoria fotográfica por si más adelante sufren daños, y sólo encontraron 21 con detalles a considerar.

 

HJ/i