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El Santuario de Guadalupe, en obras

Mantenimiento. Las obras de restauración del Santuario son de rutina, pero no serían posibles sin la contribución de los fieles y de una asociación civil (Fotos: Alfonso Hernández)

La primera piedra que se colocó para la construcción del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Guadalajara fue el 7 de enero de 1777, una obra promovida por fray Antonio Alcalde, que finalmente se inauguró en 1781.

Con una tradición guadalupana en el occidente del país, un diseño del inmueble que detalla el estilo churrigueresco y una referencia de la ciudad para quienes viven fuera de ella, el recinto religioso es otro de los espacios que durante estos meses se encuentran en obras de restauración.

Desde hace un par de meses y hasta los próximos dos, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe además de estar rodeado de las obras de construcción por la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, también recibe trabajos de rehabilitación en su fachada, gracias al apoyo de la asociación civil Adopte una Obra de Arte.

La agrupación, que es liderada en Jalisco por María Irma Iturbide Robles, este año llega a un cuarto de siglo de su fundación en el país y aunque tiene en su labor seis intervenciones en espacios con valor patrimonial, el templo era uno de sus pendientes desde hace ya tiempo.

“No nos mandamos solos, todos los proyectos deben tener una previa autorización del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), luego, una vez que se tiene el proyecto autorizado, la labor del consejo es buscar fondos, porque no somos una fundación que siempre demos”, agregó Iturbide Robles.

De tal manera para la labor que realizan en el santuario han obtenido fondos federales en 40 por ciento del presupuesto total, apoyo de los colaboradores de la asociación otro 40 y finalmente, del propio templo 30, cuya cifra asciende casi medio millón de pesos.

La necesidad de la remodelación se ha enfocado en el trabajo de las azoteas, explicó María Isabel Iturbide Robles. “Lo que vimos fueron algunas filtraciones, tenía unos ladrillos sueltos, se trabajó desde la azotea y luego también lo que hicimos fueron las molduras sueltas. Parte del proyecto es que los pilares de cantera han perdido la junta, se están junteando para que no se pierda gran parte”, ahondó la directora de la asociación.

La intención de la restauración es no llegar a la sustitución de las piezas, sino al arreglo de las que ya están presentes a pesar de que las piedras “se exfolian y empiezan a perder sus características”. Es sin duda “un trabajo minucioso, lento y poco a poco se verán los resultados”, aseguró Iturbide Robles.

Por otra parte, el párroco encargado del santuario, José Guadalupe Dueñas Gómez, explicó que el recinto recibe los cuidados ordinarios que van desde limpiar las azoteas, los bajantes y las humedades. Sin embargo, reconoce que la cúpula tiene daños graves por el descuido que se tuvo anteriormente y que logró que el agua se metiera quedando “grietas y las pinturas y el yeso se empezó a caer”.

Para la reparación de las pinturas del interior de la iglesia, así como los altares a las imágenes religiosas que existen en el templo, se necesitan al menos 100 millones pesos, explicó el párroco, ya que se tiene en algunos lámina de oro.

“Los dorados no es pintura sino lámina de oro. Para hacer la restauración de todo, porque necesitamos restaurar los altares laterales, nos salen más de 100 millones de pesos y ahorita no estamos en condiciones de asumir un gasto tan grande”, aseveró, cifra que la Arquidiócesis de Guadalajara no podría donar porque tiene en sus prioridades construcción de templos en lugares donde no los hay, por lo que tendría que salir de las ofrendas económicas de los feligreses y las aportaciones de asociaciones.

En este momento menos se tienen recursos, ya que la asistencia a las actividades religiosas ha bajado debido a los trabajos de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, agregó Dueñas Gómez.

Un legado de fray Antonio Alcalde

“La construcción de santuarios en toda nueva España, son prácticamente de finales del siglo 18”, comentó Arturo Camacho Becerra, especialista en arte sacro, por ello el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue una necesidad que el entonces obispo de la diócesis, fray Antonio Alcalde, promovió y costeó.

El edificio es “un barroco muy especial, muy sobrio con esos dos contrafuertes, al frente sus medallones de ornamentación y del interior es del siglo 19, es una depuración que no tiene que ver con el barroco”, ahondó Camacho Becerra, pero que obedece a corrientes artísticas de la época. Además, la imagen principal de la virgen de Guadalupe es una pintura que data de 1779, realizada por José de Alcíbar.

El resto de las pinturas del interior del templo provienen del siglo 19, pero el especialista no reconoció que fueran de algún autor reconocido. “No tenemos ni un Felipe Castro o de otro gran autor”, ya que “obedecen a una restauración del templo del siglo 19”, explicó.

Otras obras:

La asociación civil Adopte una Obra de Arte trabaja en el estado en más espacios, tal como los portones del templo de Santa Mónica, la fachada de San Francisco Neri y los vitrales y pinturas del templo de Santa Teresa, así como un órgano en Lagos de Moreno

Cifras

500 mil pesos se lleva la restauración actual

100 millones de pesos se requieren para una rehabilitación total del inmueble

Frase:

“No nos mandamos solos, todos los proyectos deben tener una previa autorización del INAH, luego, una vez que se tiene el proyecto autorizado, la labor del consejo es buscar fondos, porque no somos una fundación que siempre demos” María Irma Iturbide Robles, directora en Jalisco de Adopte una Obra de Arte

 

eh/i