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A 10 años del 'robo del siglo', no hay justicia ni información


A 10 años del robo del siglo en Guadalajara, los dueños de fortunas en joyas y dinero no las han recibido de vuelta y ni siquiera hay un inventario de todo lo robado que recuperaron agentes policiacos.

Los ladrones robaron millones de pesos, de dólares y de euros en lo que califican algunos como el robo del siglo, ocurrido en abril de 2005 contra el Banorte de Américas y Circunvalación Álvarez del Castillo; agentes capturaron a los responsables, algunos salieron libres después de cumplir una condena y las joyas recuperadas no han sido devueltas a sus propietarios después de 10 años del crimen, ni tampoco el dinero.

Las cajas de las bóvedas contenían los ahorros de toda una vida de más de un centenar de personas que los guardaron en la sucursal con la esperanza de mantenerlos seguros, y algunos de ellos aceptaron del banco 100 mil pesos a cambio de no demandarlo por el robo, pero nunca recibieron las joyas ni el dinero recuperados.

Reinician proceso

En mayo de este año algunos de los afectados por el multimillonario golpe contra la institución bancaria reiniciaron el proceso de peticiones judiciales por escrito para conocer el avance del caso, pero les hicieron saber que ni siquiera había una fe judicial o una fe ministerial detallada de todos los objetos recuperados, que supuestamente se mantenían resguardados en bóvedas de seguridad.

Por el caso, desde 2011 se habían interrumpido las peticiones por parte de los afectados acerca de avances en la restitución de sus joyas y dinero, ya que muchos de los denunciantes fallecieron o perdieron la esperanza de volver a obtener los artículos robados.

El caso pasó ya por dos juzgados antes de quedar en el Noveno de lo Penal con sede en el reclusorio de Puente Grande, donde personal de la agencia del Ministerio Público adscrita a la sede judicial turnó citatorios en los que requería la presencia de los denunciantes para verificar sus declaraciones con respecto al robo en julio de este año.

Contra Jaime Saldaña Vigo, identificado por la entonces Procuraduría General de Justicia de Jalisco como líder del grupo que perpetró el hurto, el juez dictó una sentencia de 25 años 10 meses de prisión y había una sentencia de 10 años contra sus cómplices Silvia Mariscal Ventura y Jesús Agustín Pinto Araníbar, aunque un abogado de los denunciantes sostenía que eran ocho los sentenciados y que ya todos habían salido de prisión.

El túnel hacia la bóveda

Según investigaciones de la hoy extinta Procuraduría General de Justicia del Estado, los ladrones excavaron al menos durante tres semanas aprovechando el ruido de la construcción que en aquel entonces se realizaba del nodo Colón, a fin de pasar desapercibidos.

El túnel llevaba del estacionamiento de un bolerama ya desaparecido hasta la bóveda, con una extensión de 40 metros y un diámetro de 3, estructura en la cual los ladrones habrían colocado sistemas de extracción de aire y refuerzos para evitar derrumbes; entre el banco y el bolerama había un edificio con consultorios médicos.

El banco contaba con sensores de movimiento que no se activaron con las vibraciones de las perforaciones subterráneas, a pesar de que los ladrones hicieron un boquete en el muro para poder pasar hacia el área de las cajas de seguridad. El robo fue descubierto hasta varios días después de perpetrado, un 6 de abril de 2005.

Siete millones en joyas

La bóveda contenía al menos 120 cajas de seguridad con fortunas en joyas y en monedas nacionales y extranjeras, que muchos de los afectados ni siquiera denunciaron, por lo que las estimaciones del total de daño por los objetos robados eran incalculables para los agentes investigadores.

Peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) valoraron las joyas recuperadas durante la primera detención en 7 millones 770 mil pesos en la cotización de aquel entonces para los collares de perlas, juegos de anillos y aretes, prendedores de oro con incrustaciones de piedras preciosas como rubíes, esmeraldas, zafiros, relojes finos y de oro, así como plumas finas.

En aquel entonces, la procuraduría recuperó también 132 centenarios de oro de 50 pesos, 58 monedas de dos pesos de oro, 134 monedas de 10 pesos de oro, 151 monedas de cinco pesos de oro; mil 50 monedas de plata, conmemorativas y onzas troy; 32 monedas de 20 pesos de oro, 7 kilogramos de monedas pequeñas de plata, cobre y níquel, entre otras.

En moneda corriente había 344 mil dólares, 246 mil 900 pesos, 900 francos, 2 mil 900 euros, y se aseguraron como parte de las averiguaciones siete fincas, donde hallaron un revólver calibre .38 con varios tiros útiles, cuatro computadoras con programas para falsificar licencias de conducir, documentos y sellos bancarios, además herramienta utilizada para la perforación del túnel, como rotomartillos, cortadoras de madera, etcétera.

La relación que la procuraduría entregó al juzgado y de la cual había constancia en el expediente 131/2006-C acerca de los objetos recuperados mencionaba generalidades de las monedas, joyas y billetes, por ejemplo: “Brazalete en metal amarillo con una bisagra en el centro”; “Un anillo en metal amarillo con siete incrustaciones de piedras en color blanco”, que no permitían la identificación precisa de los artículos robados y recuperados, según los afectados.

Peruanos en Tepito

Las indagatorias de la ex procuraduría establecían que supuestamente en el barrio de Tepito, en la ciudad de México, fue donde se planeó el golpe contra el banco, y habrían estado involucrados otros peruanos además de Jaime Saldaña Vigo.

Al menos tres personas se habían desplazado desde la capital del país hasta Guadalajara para participar como cómplices de la perforación del túnel que los llevaría hasta la bóveda. Entre las personas involucradas se mencionaba en las investigaciones a Silvia Mariscal, alias La Maru, y su esposo, Jaime Rodríguez Escobar, así como Jesús Aguilar, El Pela, y a Juan Mellón García o Juan Beltrán Morán.

Saldaña Vigo tenía historial delictivo en Jalisco desde 1993: fue detenido en diversas ocasiones por robo, portación de armas de fuego, asociación delictuosa, homicidio en grado de tentativa y delitos cometidos contra representantes de la autoridad.

Durante su detención, Saldaña Vigo ofreció al personal de la ex procuraduría 20 mil dólares por dejarlo ir sin ejercer acción penal en su contra. En el momento de su captura tenía 42 años y existía orden de aprehensión en su contra.

En Lima, Perú, autoridades locales también requerían a Saldaña Vigo por cuentas pendientes con la justicia, según el diario La República.

El autor intelectual

Jaime Saldaña Vigo, alias El Peruano, (también conocido como Jaime Alejandro Muñoz Fernández o José Orlando Miranda Gálvez o Luis Saldaña Muñoz o Jorge Alberto Romero Sánchez o José Alberto Avelly Sánchez), fue sentenciado a 25 años y 10 meses de prisión

Los cómplices

Silvia Mariscal Ventura, alias La Maru

Jesús Agustín Pinto Araníbar, apodado El Pela

Jaime Rodríguez Escobar

Cifras

120 cajas de seguridad fueron violadas en el robo del siglo

7 millones de pesos fue la cotización de las joyas robadas

Lo que contabilizó la Policía

132 centenarios de oro de 50 pesos

58 monedas de dos pesos de oro

134 monedas de 10 pesos de oro

151 monedas de cinco pesos de oro

1,050 monedas de plata, conmemorativas y onzas troy

32 monedas de 20 pesos de oro

7 kilogramos de monedas pequeñas de plata, cobre y níquel, entre otras

344 mil dólares

246 mil 900 pesos

900 francos

2 mil 900 euros

Sólo 48 personas presentaron denuncia

Víctimas prefirieron desistirse

De las al menos 120 cajas fuertes que fueron violadas y hurtadas, solamente 48 personas presentaron denuncias ante la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado.

Al menos tres de los denunciantes fallecieron después de haber iniciado el trámite y dos se desistieron de toda acción legal; otros tenían padecimientos como embolias o usaban marcapasos como consecuencia de crisis nerviosas y ataques cardiacos que sufrieron después de conocer la noticia del robo y permanecían postrados o con falta de movilidad debido a la enfermedad.

Representantes de los denunciantes consideraron que muchas de las personas se abstuvieron de denunciar el robo, ya sea porque preferían que no se conociera el contenido de sus cajas fuertes o porque desconfiaban de la actuación de la Policía y la procuraduría.

Uno de los afectados, por ejemplo, refirió que su familia tenía guardados 50 mil dólares recién comprados en el banco para adquirir un local comercial y ni siquiera salieron de la institución; la procuraduría les pedía los números de serie de los billetes para poder agilizar el trámite de devolución.

Dólares, centenarios, onzas troy, joyas, relojes, pulseras, collares y anillos era lo que otro denunciante tenía en su caja de la bóveda y su abogado abandonó las peticiones al juzgado desde el año 2011, cuando perdió contacto con él.

Hay miedo

“Hay mucha gente, la mayoría de ellos personas mayores, que tienen miedo, miedo de las autoridades a que les vayamos a mover alguna situación, porque como no se ha aclarado mucho este caso, piensan que vamos a pisarle los callos a alguien de arriba y tienen miedo de que haya represalias”, dijo una de las víctimas.

“El mayor miedo es que vaya a haber alguna represalia en contra de nosotros o a nuestras familias, hubo gente que dijo 'ya a la edad que tengo, de lo que me robaron, definitivamente yo prefiero vivir tranquilo y de ahí seguirle'”, expresó.

Los citatorios recientes para que se presentaran los denunciantes los realizó el Ministerio Público para los días 21, 22, 23 y 29 de julio de este año, pero algunos de los concurrentes dijeron que parecía que los estuvieran intentando hacer caer en contradicciones más que tratarlos como víctimas.

Silvia Mariscal Ventura, dueña de una de las fincas aseguradas por los agentes investigadores, solicitaba a la Fiscalía General del Estado (FGE) la libertad de gravamen de la propiedad, pese a que según los denunciantes no habían recibido la restitución del daño por el robo en que ella fue una de las cómplices que ya recuperó su libertad.

Frase:

“Hay mucha gente, la mayoría de ellos personas mayores, que tienen miedo, miedo de las autoridades a que les vayamos a mover alguna situación, porque como no se ha aclarado mucho este caso, piensan que vamos a pisarle los callos a alguien de arriba y tienen miedo de que haya represalias”

Víctima del robo

EH/I