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Lección de humor negro

El buen humor y saber hacer chistes sin ofender o usando la sátira, el sarcasmo y la ironía adecuadamente es exclusivo de personas inteligentes. Burlarse de las personas, ofenderlas en público, hacer bromas sobre su estado físico, color de piel, religión, enfermedades o llegar al maltrato físico para hacer reír a los presentes es lo llamado humor negro y es propio de gente tonta, sin sentido de consideración o humanidad. 

El sentido del humor es una delgada línea, puede un comentario hacer reír o causar un mal momento o incluso agresión. De ahí la importancia de educar en pensar tres veces antes de hacer una broma o un comentario chistoso. 

Tal fue el caso del cómico Chris Rock en la entrega de los Oscar; en plena gala y frente a las cámaras de televisión quiso ganarse la simpatía del público burlándose de la esposa del gran actor Will Smith por la alopecia. Jada Pinkett-Smith ya en público había conversado sobre dicho padecimiento. Will Smith subió al escenario y bofeteó al torpe cómico, regresando a su asiento para advertir en tono alto y de manera ruda que dejara la broma: “Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca”. 

Momentos después Will Smith recibió el premio a mejor actor por el papel protagónico en King Richard, donde interpreta al padre de las mejores tenistas afroamericanas que ha dado el mundo: Venus y Serena Williams. La película habla de la lucha por obtener el respeto, la igualdad de derechos de la humanidad a los hombres y mujeres afroamericanos. Una historia de tenacidad, disciplina, espíritu de superación, enfrentamiento a la discriminación. 

No se justifica la violencia física por ningún motivo, como tampoco el hiriente humor negro sobre una mujer que sufre de la pérdida de su cabello. La lección es que el humor negro sobre temas inapropiados usando la sátira, el sarcasmo o la ironía resulta en extremo peligroso cuando se usa para terceras personas. Por eso el mejor humor es el que se imputa a uno mismo haciéndose víctima de las carcajadas y de la aceptación en general. 

El sarcasmo y la ironía son usados para inducir el pensamiento crítico, reflexivo y dialógico con gran sabiduría. Usar el humor en temas polémicos, controvertidos, penosos, éticos, trágicos no siempre serán bienvenidos. 

Pedro Muñoz Seca, escritor de la sátira, murió fusilado por el bando republicano durante la Guerra Civil española y ante el pelotón de fusilamiento gritó: “Podéis quitarme la hacienda, tierras, riqueza, a mi mujer, la vida, pero hay una cosa que no me podéis quitar… y es el miedo que tengo”, dejando así muestra de su buen humor e inteligencia. 

Antes de querer ser el centro de atención por medio de un chiste o una frase, sábete que hay cómicos ingeniosos y estúpidos bufones, que la línea entre ambos puede ser tan delgada como el filo de una navaja o tan ancha como la inteligencia que tienes. Hay bromas y chistes que pueden costar una vida y hay también gente alegre, ocurrente y hábil que pasa la vida riendo y haciendo reír sin ofender. Habrá que rodearse de ellas. 

jl/I