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La FIL, el objeto de la discordia

Debido al impacto mediático que generan las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es que se ha convertido en el mejor foro para la discusión de la política, la presentación de candidatos y para las protestas.

La FIL es el foro que adora la mayoría de la clase política, y si están en campaña más, como ya hemos visto en año electoral los aspirantes a la Presidencia de la República resultan tener oportunamente un libro recién salido de la imprenta.

Y este año, la FIL es el objeto de la discordia entre la Universidad de Guadalajara y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

La pelea entre el Ejecutivo estatal y la casa de estudios está por ver sus momentos más tensos en los próximos meses, mientras Alfaro entra en el ocaso de su mandato, el rector de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, se encumbra como posible candidato a la gubernatura de Jalisco, ya sea por Hagamos o por Morena.

Es justo este momento el que provocará una tensión mayor. El gobernador todavía puede hacer uso de su poder para descarrillar a Villanueva con acusaciones sobre su gestión al frente de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas.

Hay que recordar que ya dos secretarios de gobierno del mandato de Aristóteles Sandoval están en prisión por mal uso de los recursos públicos.

Alfaro ya entró en otros terrenos de la UdeG, arenas que pocos han tocado como la FIL y es que meterse con la feria es algo poco conveniente, primero porque cuenta con el apoyo de muchos lectores, generaciones de jóvenes que se han formado en esos pasillos de la Expo y que tienen recuerdos, nostalgia y anhelo por las pasadas FIL.

Segundo, hay un círculo de intelectuales pro FIL que tiene mucha incidencia en los medios de comunicación. Y tercero es muy fácil defender la cultura y la literatura de las voces autoritarias.

Aunque es verdad que el gobernador tiene un punto sobre el liderazgo de Raúl Padilla en la Universidad de Guadalajara. Y también es verdad que es importante que las empresas universitarias rindan cuentas y sean entes trasparentes.

Otra verdad es que esta lucha no llevará a ningún camino sano.

La marcha convocada por los emecistas y el gobierno de Jalisco tuvo inconformes dentro de la propia estructura del gobierno del estado, de empleados obligados a ir a la marcha y condicionados.

Hicieron acto de presencia para que el jefe los viera, caminaron del Parque de las Estrellas a la Expo Guadalajara, y luego se fueron sintiéndose parte de una marcha a capricho.

Ahora el debate es si el alcalde Pablo Lemus asistirá o no a la FIL, ya que en un comunicado naranja se aseguró que ningún emecista, miembro del gobierno de Jalisco y alcaldes municipales asistirían a la feria.

Y la verdad es que los políticos siempre le han sobrado a la FIL, así que es una buena oportunidad para limpiar las actividades de la feria de la clase política.

En este pequeño acto, convocado por el líder del Ejecutivo estatal, vamos a ver la operación de lealtad hacia el gobernador, a uno que le conviene que gane su partido las próximas elecciones.

Aunque a la ciudadanía ya nos cansó esta pelea, parece que seguirá y vivirá sus momentos de tensión más álgidos en los próximos meses.

Ahora es conveniente recordarle a Alfaro que a la FIL la cuida la comunidad que ha formado desde hace 36 años, independientemente del gobernador en turno.

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jl/I