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Participan 10 mil bailarines en ofrenda colectiva

ESPECTÁCULO. A los bailarines se les ve por todas las calles ataviados con sus majestuosos y coloridos trajes. (Foto: Cortesía EFE)

Más de 10 mil bailarines se volcaron el día de ayer a las calles de la ciudad de Chiapa de Corzo, Chiapas, para danzar en honor al Cristo de Esquipulas, el Santo Patrono de la localidad, tradición milenaria que celebra a la vida y a las bondades recibidas.   

Las danzas de los parachicos, como se les llama a los bailarines y al baile que ejecutan, forma parte de la tradicional Fiesta Grande de Chiapa de Corzo que se celebra del 4 al 23 de enero de cada año en esta localidad de Chiapas.  

Según la tradición, los bailarines recorren toda la ciudad danzando y visitando sus lugares de culto, y sus bailes comienzan por la mañana y terminan por la noche.  

Este 2023 los parachicos abarrotaron las calles de Chiapa de Corzo después de 2 años de descanso, tras la pandemia, y desde muy temprano se reunieron en casa del mayordomo para “iniciar la danza que es considerada una ofrenda colectiva a los santos venerados por los Chiapa”, dijo Guadalupe Rubicel Gómez Nigenda, patrón de los parachicos.  

“Bailaremos con fe, lo hacemos por devoción, convicción y por ese amor a nuestro pueblo, a nuestra familia, a nuestros ancestros y rogamos a Dios por los que fueron sorprendidos por la pandemia”, expresó el patrón de los Parachicos.  

A los bailarines se les ve por todas las calles ataviados con sus majestuosos y coloridos trajes, integrados por una máscara de madera esculpida, con un tocado de montera y vestidos con sarapes, chales bordados y cintas de colores.  

A su paso por las calles y las diferentes ermitas, los bailarines van tocando unas sonajas de hojalata llamadas chinchines y al cambio del sonido del tambor y la flauta de carrizo, estos zapatean y gritan vivas en honor del santo venerado.  

En esta ocasión se pudo observar a ciento de adultos mayores, con más de 75 años llevando la tradición del danzante. Aún convaleciente y tembloroso, Concepción Gerónimo Pérez contó a Efe: “Venimos con fe y a pedir que nos dé fuerza y vida para continuar”.  

“Me siento con energía para seguir bailando todos los años que me queden de vida, gracias a Dios y al señor estoy vivo y sano, aquí estamos con toda la energía de la vida”, apuntó por su parte Benjamín Escobar, quien lleva 50 años danzando.  

La alegría de este pueblo se transmite al instante entre los visitantes, quienes también se unen a esta fiesta de espectadores o rentan sus trajes como es el caso de Jerry que viene desde Baja California.  

La tradicional Fiesta Grande de Chiapa de Corzo tiene lugar del 4 al 23 de enero de cada año y en ella se reúnen la música, la danza, la artesanía, la gastronomía, las ceremonias religiosas.  

jl/I