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Xóchitl se levantó, anduvo y cayó

Decía el Mago Septién después de cada juego de beisbol: “Al final, solo queda la frialdad de los números”. El pasado lunes vio la luz pública una de las encuestas electorales nacionales (Reforma) que causan más revuelo entre la opinión pública y la clase política del país. En esta ocasión, el morbo fue doble porque se trataba del último estudio antes de la designación de las y los candidatos de Morena y del Frente Amplio por México para la elección presidencial de 2024. Algunos resultados confirmaron tendencias, otros sorprendieron a más de alguno.

La ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum sigue manteniendo una ventaja clara no solo para ser la abanderada del lopezobradorismo, sino para llevarse la elección presidencial, situación que políticos y comentaristas pusieron en duda hace algunas semanas durante la meteórica irrupción y ascenso de Xóchitl Gálvez en la contienda; sin embargo, los números no mienten.

A inicios de diciembre de 2022 la encuesta de Reforma arrojaba una ventaja de 6 puntos porcentuales de Sheinbaum sobre Ebrard; hoy esa ventaja se amplió a 15. Y lo más relevante: hace 10 meses la misma encuesta señalaba que 48 por ciento de las y los entrevistados se decidiría por Morena en la elección presidencial, 20 por ciento por el PAN, 17 por ciento por el PRI y 2 por ciento por el PRD. Hoy, la fuerza de los tres partidos, más la figura de Xóchitl Gálvez como virtual candidata, arroja apenas 27 por ciento, es decir, 12 puntos menos.

Es un hecho: Xóchitl se desinfló. Así como subió, bajó, y Beatriz Paredes tuvo que ver con esto. La política priista echó a andar la maquinaria del discurso y la experiencia y acabó haciéndole sombra y daño a la hidalguense, razón por la cual el Frente Amplio por México y Alito ya operan para hacerla declinar. Sacar de la contienda a Creel y a De La Madrid fue un grave error considerando que Paredes iba a tener más espacio para el lucimiento y el contraste con Xóchitl.

Gálvez no aguantó la prueba del ácido y en las últimas semanas mostró un discurso poco articulado e ideas muy dispersas que intentó sustituir con materia emocional. Será la abanderada del Frente, sin duda; pero, a juzgar por la encuesta de Reforma, hasta ahora solo le ha alcanzado para hacerse visible, para quitarle lo aburrido a la pasarela de las corcholatas y para darle un rostro al segmento anti-López Obrador de la población. 17 puntos es la ventaja de Sheinbaum en este momento.

Marcelo Ebrard también recibió una dosis de realidad. Nunca pudo arrebatarle el primer lugar a Sheinbaum y así entrarán a la fase del levantamiento de la madre de todas las encuestas.

Otro factor que no se puede perder de vista es MC. Dante Delgado está llevando la elección –en un claro acuerdo con López Obrador– a un escenario de tres, lo que beneficiaría directamente a Morena y al presidente en su intención de dejar despachando en Palacio Nacional a la que siempre ha sido su opción número uno, Claudia Sheinbaum. El aquelarre emecista, más que consolidar una tercera opción política en el país, fragmentaría el voto opositor en Nuevo León y probablemente en Jalisco, dos estados claves para ganar la Presidencia.

En conclusión, podemos decir que, a juzgar por la encuesta de Reforma, entraremos a la etapa de definiciones más o menos igual a como estábamos hace un año: AMLO con una aprobación superior a 60 por ciento, Sheinbaum arriba en las preferencias de los lopezobradoristas y el Frente Amplio batallando para construir una opción competitiva de cara al 2024. Porque, al parecer, Xóchitl se levantó, anduvo y cayó.

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