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Lucha por el bosque

Habitantes organizados en Zapopan que viven en los alrededores del bosque El Nixticuil, en el norponiente de la ciudad, consiguieron una suspensión judicial de los planes parciales de desarrollo urbano debido a que implican un riesgo de afectaciones al ecosistema, por permitir más urbanizaciones.

Dos de los 12 planes que el gobierno municipal actualizó a finales de octubre que dejaron de ser aplicables corresponden al distrito 3 Los Robles y al distrito 12 Nixticuil, donde viven los vecinos organizados de fraccionamientos como Los Guayabos, Altavista y Cañadas de San Lorenzo.

Mientras se resuelve de fondo el amparo, el juez Rodrigo Torres Padilla, del juzgado Noveno de Distrito en Materia Administrativa, consideró que debería suspenderse de forma provisional la aplicación de los nuevos planes parciales, lo que es visto por los vecinos como un triunfo en la lucha por defender el bosque de la voracidad inmobiliaria.

Los vecinos argumentaron ante el juez que los cambios que aprobó el actual municipio en los usos de suelo alrededor del bosque afectarían irreparablemente a la ecología y el medio ambiente, a la biodiversidad y por tanto también a la colectividad en su conjunto.

Esta semana, el gobierno del alcalde interino zapopano, Manuel Rodrigo Escoto Leal, deberá contestar al juzgado para intentar defender la validez de los nuevos planes parciales, y el 5 de diciembre está programada la primera audiencia del caso.

Llama la atención que alrededor del bosque El Nixticuil, una de las principales fraccionadoras es Tierra y Armonía, constructora de la que fue gerente legal por más de 10 años el actual presidente municipal interino. Será importante revisar con detenimiento si la actuación del gobierno zapopano busca proteger y defender un medio ambiente sano o los intereses privados de las empresas que buscan urbanizar los espacios alrededor del bosque.

Entre las críticas que existen frente a los nuevos planes parciales de desarrollo urbano están que se sometieron a consulta pública en 2017 y se aprobaron hasta seis años después, en octubre de este año. Durante ese tiempo, no solo la ciudad y la población de Zapopan cambiaron, sino que lo aprobado por el gobierno municipal actual es muy diferente a lo que en su momento se consultó.

Y en el caso concreto del bosque El Nixticuil, hay espacios boscosos que tenían protección ambiental con uso de suelo de conservación ecológica y que en los nuevos instrumentos aparecen como área urbanizada o urbanizable.

También se borraron del plano de zonificación secundaria numerosos arroyos, ríos y cañadas que nacen en el bosque y que ahora podrán ser destruidos sin restricción para abrirle paso a más construcciones.

Parte del bosque El Nixticuil está dentro de un área de protección hidrológica municipal, pues se reconoce que ese espacio tiene una importancia relevante para la captación de agua; entonces el aumento de fraccionamientos, torres, calles y casas en esa región se va a traducir no solo en afectaciones a la flora y fauna, sino también a los habitantes del resto de la ciudad por el presumible aumento de las inundaciones y que baje el nivel de los acuíferos.

Además de conseguir la suspensión provisional de los planes parciales, los habitantes también combatieron los dictámenes de congruencia que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del gobierno de Jalisco otorgó a la actualización hecha por Zapopan, por lo que la lucha de los vecinos se enfrentará a los gobiernos de nivel municipal, estatal y los intereses privados que buscan construir en el bosque.

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