Cuestionan posible complicidad de autoridades con el crimen organizado

Escándalos como el ocurrido en Teuchitlán ponen en entredicho el papel de las autoridades en la lucha contra el crimen organizado, afirmó Francisco Jiménez Reynoso, integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara. Según el especialista, el caso deja a la sociedad ante una preocupante encrucijada: o las autoridades son ignorantes de lo que sucede o, peor aún, son cómplices de estos hechos.

Jiménez Reynoso subrayó que la situación en Teuchitlán es particularmente alarmante, ya que el lugar tenía sellos de resguardo, lo que haría imposible que las autoridades estatales y federales no estuvieran al tanto de lo que ocurría. Asimismo, recordó el caso de Aldo, el estudiante de odontología desaparecido en la central de autobuses, señalando que, en su momento, el exgobernador desmentía los hechos pese a las manifestaciones.

El experto en seguridad no descartó que las autoridades tengan cierto grado de responsabilidad en lo que está ocurriendo. Además, criticó las recientes declaraciones del fiscal estatal, que a su juicio reflejan una postura de indiferencia ante la crisis de violencia en Jalisco. "Niegan la realidad, dicen que la población exagera, como intentando tapar el sol con un dedo, mientras las madres y colectivos de buscadores son maltratados y criminalizados", afirmó.

Enfatizó que resulta imposible creer que ninguna autoridad a nivel municipal, estatal o federal estuviera al tanto de los movimientos de personas y vehículos relacionados con el crimen organizado. "Para trasladar a decenas, centenares o incluso miles de personas de un lugar a otro se requiere de una gran logística y movilización. No hay autoridad vial, municipal, estatal ni Guardia Nacional que se dé cuenta de esto?" cuestionó.

Asimismo, mencionó que los pozos clandestinos con centenares de cadáveres hallados en zonas como La Primavera y El Salto no aparecen por arte de magia, sino que implican una operación que debería haber sido detectada por las autoridades. "Hay muchas señales que se pueden palpar, y la autoridad no se da cuenta; parece que se trata de encubrir a los delincuentes", concluyó Jiménez Reynoso.