INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Dime de qué presumes…

Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir

Francisco de Quevedo

#NoNosCallarán

Dejando fuera la política –si es que eso fuera posible, considerando que Aristóteles, no Sandoval, sino el filósofo, nos definió como animales políticos– valdría la pena intentar hablar del necesario, incesante y complicado desplazamiento de personas por la Zona Metropolitana de Guadalajara, compuesta desde hace poco por una decena de municipios conurbados.

Durante los 18 largos años de gobiernos encabezados por panistas se dejó de invertir en transporte público masivo, como en nuevas líneas del Tren Ligero, privilegiando el desplazamiento unipersonal mediante el automóvil y corrompiendo el sistema de camiones urbanos a través de la concesión de placas de circulación de autobuses-microbuses, uno, varios y hasta rutas completas, como premio o botín político.

Es ésa la causa, y no otra, por la que hacen lo que quieren: conducen temerariamente, atropellan personas, provocan accidentes, prestan un servicio pésimo, llevan al volante conductores sin preparación, mal pagados, sin prestaciones, con unidades en condiciones deplorables y muchos otros defectos producto de la impunidad, que es posible gracias a que, dicen los que conocen del asunto, los propietarios son ex funcionarios de alto nivel incluidos muchos ex: alcaldes, diputados y hasta gobernadores, sumados a dirigentes sindicales y demás fauna que ha transitado por los corredores de los palacios Ejecutivo, Legislativo y hasta Judicial, personajes que ahora disfrutan de su lujoso estatus de ex.

Desde luego, ninguno de estos “intocables ilustres” está dispuesto a permitir que su estilo de vida se vea afectado. Tampoco se les ve voluntad para sacrificar parte de sus cuantiosas ganancias en aras de un mejor servicio de transporte para la comunidad tapatía: se niegan a invertir en mejores unidades, sistema de pago electrónico, capacitación al personal, salarios dignos, horarios de trabajo limitados, etcétera.

Sordera

El problema entonces es un asunto no de política, sino de poder. No es una cuestión de negociación, sino de aplicación puntual de la ley. De nada sirven los observatorios si no se está dispuesto a escucharlos y se los tiene como meras figuras decorativas, porque aunque digan lo que ven y denuncien lo que quieran, perro que ladra, si no tiene dientes, no muerde; y los señalamientos que han hecho los famosos observatorios, llevan, desgraciadamente, a una de dos conclusiones: no son vinculantes o no importa que lo sean porque llegan a oídos sordos.

Jubilación y consuelo

Ante ese panorama y dejando –como lo anotamos al principio– la política fuera, es de esperarse que los dueños del transporte lleven al cabo el famoso incremento a la tarifa, sin cumplir con los requisitos establecidos por Aristóteles, ahora sí Sandoval, ni siquiera mínimamente.

La razón por la que nadie ha hecho nada aún, y probablemente tampoco lo hará la autoridad actual, está encerrada en dos palabras: sobrevivencia y pertenencia. Explicando, en vez de realizar un acto de poder para hacer respetar la ley vigente, prefieren evitar el enfrentamiento para poder convertirse en parte del exclusivo club de los ex, al concluir su carrera política –lo que considerando las circunstancias prevalecientes podría ser pronto– y tener una lujosa pensión vitalicia para enjugarse las lágrimas de una debacle que jurarán no fue su culpa.

Temática cuestionable

Resulta primero sorprendente y después hasta gracioso conocer el tema que se eligió para un evento organizado en la ciudad de México la semana pasada: La libertad de expresión. La transparencia y el libre acceso a la información se han convertido en el tesoro perdido de la democracia mexicana. Es difícil creer, por un lado, en la enorme lista de buenos deseos que fue expresada en los discursos del acto inaugural hablando de la censura como una cuestión del pasado, y por el otro, de los falsos elogios vertidos hacia la actual administración federal, falsedad patente en el descontento mostrado en las redes sociales contra el gobierno.

A la luz de los recientes acontecimientos relacionados con ese tema, sucedidos entre el gobierno de Jalisco y algunos medios de la ZMG, sólo cabe señalar aquello que dice el refrán popular: si sabes lo que presumen… te diré de qué carecen.

@BenitoMArteaga