Vecinos ven mejoras en la Colonia Jalisco

Las calles se llaman como los municipios en el estado, la colonia está dividida en cuatro secciones y abarca los dos costados del Periférico Oriente en Tonalá. Ocupa un espacio y, sin embargo, sus habitantes luchan simbólicamente por su territorio.

Un diagnóstico realizado el año pasado por la Dirección de Prevención Social del Delito de la Comisaría de Tonalá reveló que las pandillas contribuían a la inseguridad en la colonia.

El titular de la dependencia, Fernando García, abunda: “Había algo de problemas de consumo de drogas, principalmente había problemas vecinales, de la territorialidad que se maneja en la zona y que no deja que las relaciones funcionen un poquito mejor entre pandillas, principalmente”.

Jaime, albañil y pintor, concuerda con el diagnóstico, pero cree que, por ahora, el problema está controlado: “Donde quiera puede uno estar, antes no, no salías de tus calles”, dice mientras se recarga en una pared, en la calle Lagos de Moreno de la sección tres de la colonia y sostiene un cuadro que dibujó.

Cuando no está en la obra, vende sus obras de arte. Junto con Jaime, compartiendo el olor a cruda, están Rodolfo y Juan; para este último, la colonia Jalisco no es más insegura que otra. “Donde me cae la noche, llego y me duermo”.

Los tres llegaron a pedir alimentos en el comedor de la Parroquia de San Gerardo María Mayela, sobre calle Ciudad Guzmán.

En la cabecera de una de las dos mesas del lugar está María Abigaíl, la coordinadora de Cáritas en la parroquia, llenando las hojas de registro necesarias para el  programa. Tiene 27 años sirviendo en el templo, los mismos que ha vivido en la colonia.

“Yo sé que el gobierno no puede hacer todo, nosotros como ciudadanos tenemos que hacer muchas cosas porque también de nosotros depende, por ejemplo, yo ya no tengo mis hijos chicos, ya crecieron, pero tengo nietos y me preocupan”, porque es usual que “los muchachos estén en las esquinas drogándose”.

En el comedor, donde es voluntaria, recibe a las personas “que tienen necesidad”; sin embargo, piensa “que no hay tanta pobreza. Ahorita ya hay mucha ayuda de parte del gobierno, lo que hay mucha flojera y mucho atenimiento porque como ya todo se les está dando casi en la mano, entonces ya también hay mucha flojera, porque hay muchas personas que yo me doy cuenta que les están dando Oportunidades y sabe cuántas cosas, o ayudas de gobierno, y los señores se los gastan en el vino y se supone que son para sus familias, para sus hijos que están en la escuela y no ya nomás están atenidos. Y soy testigo porque he visto casos, ¿qué chiste tiene?”.

Para la también coordinadora de Pastoral Social se trata de trabajar en comunidad: “En ocasiones le echamos la culpa al gobierno de todo, pero no, el gobierno tampoco puede mandar un policía detrás de cada persona”.

El domingo hubo balacera fuera de su casa: “Estábamos comiendo bien a gusto y de pronto, los balazos. Le quebraron el vidrio del carro del parabrisas a mi muchacha, anteriormente le rompieron el vidrio del lado del copiloto por sacarle el estéreo. Hablamos al 066 y jamás se apareció nadie, en ninguno de los casos”.

Algunos vecinos consideran que la parte más insegura de la colonia está en las cercanías del Periférico. Del otro lado, en la sección dos, María y su suegra Paula venden dulces afuera de su casa, tienen 36 años viviendo en esta área. Para ellas el alumbrado ha sido un problema para su seguridad, una lámpara que siempre está descompuesta. Las mujeres recuerdan una vez en que una pareja llegó en taxi y después le robaron al chofer. Nadie de la colonia los conocía.

A la esposa de José le arrebataron su monedero con 3 mil 800 pesos mientras compraba en el tianguis “a plena luz del día y dónde había mucha gente”.  

José camina por media calle, dueño del lugar done ha vivido 28 años. Lo mismo hacen dos adolescentes que usan uniforme y sonríen al confirmar que sí, que ésa es la famosa colonia Jalisco.

HJ/I