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Cuca trae odio, rencor y orgullo

La banda tapatía celebrará 25 años de su fundación el próximo 24 de abril con un concierto en Calle 2, confeccionado a manera de festival (Humberto Muñiz)

En ocho años nunca se había visto tan contentos a los integrantes de Cuca. Se interrumpen al hablar, cada uno cuenta sus anécdotas, se ríen de chistes locales y aceptan que han hecho cosas en el último año que jamás hubieran pensado, como invitar al líder de El Tri Alejandro Lora a cantar sobre las cantantes “de plástico” en ‘Caca Pop’, hacer una versión de ‘La Tapatía’ de El Personal o grabar un tema sobre política a manera de himno titulado “En el nombre del rocanrol”. Cuca no está enojada, no tienen motivos para la revancha, la venganza o malos pensamientos.

“Hay mucha gente enojada con el gobierno, hacer ‘En el nombre del rocanrol’ fue natural, prefiero no meterme en asuntos políticos, pero no quedó de otra, es un sexenio especial”, afirma José Fors, líder y cantante de la banda tapatía que el 24 de abril celebrará 25 años de sus fundación con un  concierto en Calle 2 confeccionado a manera de festival y en el cual compartirán escenario con Disidente, Machingon y Los Garigoles. La fiesta tiene otros motivos, el lanzamiento de “La venganza de Cucamonga”, su primer disco en ocho años y la llegada de un nuevo guitarrista, Alejandro Otaola, quien no sólo es el cuarto integrante, sino un nuevo motor para este barco que no se hundió, ni dejó de navegar con la salida de su fundador Galileo Ochoa, cuya partida es el mejor secreto guardado en su caja chica.

“Este es un disco de rocanrol y como suele hacerlo Cuca mueve nervios y muchas cosas. Hay una canción que dice ‘note me metas con mi vieja o te parto tu  madre. Cuca está divirtiendo, pero también te dice ‘hasta aquí llegas’. Odio, rencor y orgullo, eso lleva Cuca”, dice entre risas el baterista Nacho González.

-¿Y hay rencor en la banda?, se le pregunta a Cuca. No hay silencio antes de la respuesta
Carlos Avilez (bajo): “No, estamos contentos, estamos en una etapa donde el trabajo está dominando, el disco fluyó y desde nuestro primer álbum (“La invasión de los blátidos”, 1992), no nos metíamos los cuatro al cuarto de ensayo con ensayos por cinco horas y donde el tiempo pasó volando y existe electricidad entre nosotros. ¿Para qué tener malos pensamientos? No lo vamos a echar a perder”.

La nueva etapa que vive la banda tapatía dio el primer paso firme con el pie derecho en el pasado festival Vive Latino, donde recibieron una respuesta estruendosa, emocionante y contundente. Los atribuyen al cariño que el público le tiene a Otaola, quien dejó a punto las canciones del nuevo disco en ocho ensayos e inspiró la composición de “Arre Lulú”.

Magia cósmica

Carlos Avilés, José Fors y Nacho González atribuyen poderes mágicos a su guitarrista. Fue el primero en el que pensaron para completar la banda. Nadie sabía que era amante del rock pesado, pero descubrieron que además de Led Zeppelin, le gusta Frank Zappa y todo empezó a tener sentido.

“La venganza de Cucamonga” es un tema instrumental, lo definen como un “poema sinfónico en rocanrol”, es un juego de palabras con el nombre de la banda, coincide con el título de un álbum recopilatorio de Zappa editado en 1998, quien a su vez nació en el pueblo californiano de Cucamonga, un rancho en San Bernardino, California donde viven poco menos de 200 mil personas.

“El título le da la bienvenida a Otaola. En ese lugar había una bruja que leía los sueños. Él está decidido a respetar y ser parte de la historia de Cuca, pero también a evolucionar con nosotros. En este disco se adaptó a nosotros, pero ya queremos saber qué pasa en el siguiente”, expresa José Fors.

-¿Ahora Cuca tiene más sueños que pesadillas?

José: “La Cucaracha estaba caminando lenta, le habían echado ‘Raid’ encima, pero ahorita la sentimos muy ágil. Ya estamos planeando un nuevo disco, para que vean qué tanto está efervesciendo esto, tenemos mucha curiosidad de ver cómo suena lo nuevo”.
Carlos: “No era precisamente una pesadilla, pero estábamos en una etapa existencialista, dejando que las cosas sucedieran, tanto que dejamos que pasaran ocho años sin un disco. Apenas lo acabamos de terminar y ya pensamos en lo que viene”.

Refrescan sus clásicos

Para la celebración de los 25 años de Cuca en Calle 2, sus integrantes planean un show de por lo menos dos horas y media, con versiones refrescadas de sus clásicos. Cuatro de las canciones nuevas tendrán video, “Más daño”, “Caca Pop”, “En el nombre del rocanrol” y “Arre Lulú”.

 

25 años de Cuca
24 de abril en Calle 2
19:00 horas
Boletos: 250 pesos

El nuevo cuarto de Cuca

Desde que inició su trabajo como músico, Alejandro Otaola se prometió a sí mismo dedicar su vida a la guitarra, pero nunca se imaginó que eso lo llevara a ser el cuarto músico de Cuca en medio de la celebración de sus 25 años.

El guitarrista no es músico invitado, es parte de la banda, aparece en los créditos de las canciones nuevas y estará en todos los shows de la gira alternando con su otro proyecto, San Pascualito Rey. Otaola se define como un hombre de trabajo al que la constancia le ha traído la suerte.

“Llevo 20 años tocando desde que entré a Santa Sabina. Un día que compartimos escenario con La Barranca, José Manuel Aguilera me invitó a tocar. La Barranca y San Pascualito Rey tocaron juntos y Pascual me invitó al proyecto. Con Santa Sabina compartimos escenario con Cica y ahora estoy aquí. Lo mejor es que siguen surgiendo cosas nuevas”, dice sorprendido.

De Cuca le gusta la química que hay entre los integrantes en esta etapa y más que sustituir al anterior guitarrista, le atrajo la idea de crear música nueva.

“En dos ensayos salieron como seis canciones que acabaron en el disco, fue la señal que todo fluyó bien, con la energía típica de Cuca, pero renovada, siento que para todos hubo una liberación porque encontramos una nueva manera de crear”, explica Otaola, quien acepta que no tiene un estilo que impone a sus proyectos, sino se sitúa en el contexto musical, en caso de Cuca se decidió a darle la energía que el grupo tapatío le exigía, con mucho volumen y distorsión.



PHM