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La Luz, la panadería de los 100 años

La panadería ubicada en la zona de El Santuario emplea a 11 personas descendientes de Julia Aguilar, la fundadora. (Foto: Alfonso Hernández)

Empezó como una pequeña panificadora en 1917 a cargo de una madre con sus hijas, vio pasar crisis económicas, nuevos requerimientos administrativos implementados con cada gobierno, impuestos adicionales y decenas de gasolinazos, pero la panadería La Luz sigue en pie y este año cumple un siglo ininterrumpido en funciones.

Para Mary, la encargada del negocio ubicado en Herrera y Cairo, entre Santa Mónica y Pedro Loza, el motivo por el que han llegado a los 100 años de vida en el negocio es la calidad de los productos, que asegura en muchas partes se ha desvirtuado con tal de dar barato y vender en masa, lo cual no ha sido el caso de su panificadora, en la que la receta es la misma desde un inicio.

“Esta panadería la fundó la señora Julia Aguilar, fue muy visionaria en su tiempo, tenía propiedades ellos y en el tiempo de la guerra cristera le retiraron sus propiedades, y para darle de comer en la familia empezó con la panadería. Ella se hizo cargo de ella y siempre estuvo a cargo de mujeres, eran sus hijas las que la atendían”, dijo la encargada del negocio.

“Ahorita ya está a cargo del negocio la cuarta generación de la familia de la señora, y si ha permanecido a lo largo del tiempo ha sido por la calidad, ya que ahorita como está la vida hay sustituto de todo, de huevo, de mantequilla, sabores, y aquí no, la receta es la misma. A veces la gente dice que ya no es lo mismo que antes y sí, pero no es por la calidad, sino porque la materia prima ya no es la misma de antes”, conjeturó.

Sobre el incremento a los insumos, a los impuestos e incluso a los combustibles, Mary asegura que son golpes difíciles porque casi cada mes sube algo, pero lo que hacen para amortiguar esto es incrementar de a poco los panes e incluso postergar el incremento de precios.

“A veces uno tiene que absorber esos costos porque el cliente no lo entiende y se molesta, pero no se dan cuenta que cada mes nos aumentan las cosas, ha subido todo y no todo se dice”, comentó.

“Normalmente los precios se suben en enero y si está la situación muy crítica se vuelve a subir, pero antes del año absorbimos los gastos seis veces. Además el área donde estamos nos ha costado mucho trabajo por la Línea 3 (del Tren Ligero), ha sido un polvaderón, ha bajado la afluencia, pero aquí seguimos”.

Actualmente el negocio da trabajo a 11 personas que son descendientes de la fundadora, consolidándose como una panadería de tradición.

 

DN/I