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Los Colomos, un paraíso natural dentro de la ZMG


Al poniente de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) se encuentra uno de los sitios vitales de ésta: el bosque de los Colomos, lugar de extensa variedad natural y sitio favorito de muchos tapatíos.

Con una extensión de alrededor de 92 hectáreas de área protegida, este bosque recibe diariamente a cientos de tapatíos, quienes han adoptado esta zona para ejercitarse, descansar, pasar el día con la familia o simplemente para salir un poco de la ciudad y conectarse con la naturaleza.

A pesar de que este sitio tiene presencia en Guadalajara y Zapopan desde hace años, no fue hasta alrededor de 1900 que las personas comenzaron a cuidarlo, por lo que a partir de dicha fecha empezó a ser reforestado para también tener la oportunidad de extraer el agua que sale de sus manantiales.

LA REFORESTACIÓN

Según Miriam Leal, coordinadora de Educación Ambiental del Centro de Bosques Urbanos, este espacio natural se considera como un bosque inducido, pues la sociedad trabajó en la formación del mismo.

“Cuando se enteraron de los manantiales que aquí había, también invirtieron en una inmensa infraestructura para poder extraer esta agua y darle distribución a las colonias aledañas al sitio. Así es como comienza la construcción del Castillo, el colector y los estanques; todo se termina en 1902. Hasta la fecha siguen en operación las bombas (instaladas en ese entonces), aunque evidentemente ya no distribuyen la misma cantidad de agua”, mencionó.

A la fecha, aseguró, Colinas de San Javier, Providencia y Santa Tere son algunas de las colonias que reciben agua de este bosque.

“Anteriormente Colomos contaba con una extensión de 250 hectáreas; el día de hoy declaradas como área natural protegida, con la categoría de protección hidrológica municipal, nada más son 92 hectáreas. Sobre las restantes, algunas están en debate, otras se perdieron y algunas se usaron para la construcción de casas, caminos y calles. Estás hectáreas con las que se cuenta fueron declaradas protegidas desde 2007”.

Leal consideró que fue a partir de 2007 cuando el sitio comenzó a tener un mayor reconocimiento hasta convertirse en lo que hoy conoce la sociedad.

LAS ATRACCIONES

Actualmente, el bosque ofrece una gran variedad de opciones para sus visitantes: casa de la cultura, galería, zona de pérgolas, el Centro de Educación y Cultura Ambiental (CECA), recorridos nocturnos, campamentos, charlas, así como bosques temáticos.

Además, actualmente Colomos “(forma parte de) un proyecto de integración de varios parques al que se le conoce como la Red de Bosques Urbanos de Guadalajara, donde entran: Parque Alcalde, González Gallo, Agua Azul, Liberación, Morelos, (entre otros) que en total suman 12 sitios; (todos) buscan dar un mensaje de conservación y concienciación ambiental para destacar los beneficios de estos lugares a la ciudadanía”, recordó Miriam Leal.

El festival Colomos por la Mirilla es otra de las atracciones del bosque y en éste se venden artesanías, alimentos orgánicos y otros productos.

“Personalmente y sin antes estar dentro de aquí, yo veía a los Colomos como una zona que se mantenía, pero ahora que estoy por acá, me doy cuenta de que todo el equipo busca que (esto) se dé a 100 por ciento y se logre la mejor atención, por lo que gracias a esto está en las condiciones en que se conoce”, añadió.

La riqueza natural

Dentro de la belleza que este bosque alberga, Miriam Leal resaltó las variedades de flora y fauna que ahí se tienen.

“Tenemos vegetación de pino encino, árboles extranjeros como la casuarina y los eucaliptos; ahuehuetes, árboles frutales y los cedros blancos. En cuanto a fauna, se tienen principalmente aves, con un registro de más de 100 de ellas. Tenemos al pato real mexicano, con el que se tiene un proyecto de conservación al estar en peligro de extinción; tlacuaches, entre otros”.

Sin embargo, “en la actualidad el bosque tiene una plaga de perros y gatos que viene de afuera; representan un conflicto, pues pueden atacar a estas especies que tratamos de mantener”, lamentó Leal.

La coordinadora de Educación Ambiental del Centro de Bosques Urbanos resaltó que Colomos busca ser un sitio de ecoturismo: “La idea es que cuando vengan las personas, puedan llevarse un beneficio del bosque, pero también que puedan dejar algo”.

Finalmente, adelantó que se trabaja con proyectos como la creación de una farmacia viviente en una parte del bosque, eventos para promover la Red de Bosques Urbanos y la cultura mexicana, recorridos nocturnos para octubre y algunas charlas científicas. Daniela Rodriguez

“Cuando se enteraron de los manantiales que aquí había, también invirtieron en una inmensa infraestructura para poder extraer esta agua y darle distribución a las colonias aledañas al sitio”
Miriam Leal, coordinadora de Educación Ambiental del Centro de Bosques Urbanos

1902 fue el año en el que se terminó de instalar la infraestructura para la extracción del agua del bosque

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