Población trans, en el centro del rechazo

Presente en marchas y estandartes de la diversidad sexual, la población trans –conformada por personas transgénero, transexuales y travestis– ha vivido un rechazo histórico, tanto de los sectores de la sociedad cisgénero (personas que se asumen dentro del género que les fue asignado al nacer), como de los mismos grupos que integran la comunidad LGBT+.

A pesar de que existen registros históricos que constatan que su existencia es tan antigua como la homosexualidad, su aceptación no se ha dado en el mismo plano. En Jalisco, la población lésbico-gay discrimina tanto a las personas trans como a los heterosexuales, asegura María Correa Cortés, investigadora del Departamento de Políticas Públicas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien ha investigado los derechos sexuales en la sociedad tapatía durante la última década.

“A los homosexuales ‘tradicionales’ que no se visten o cambian físicamente, de algún modo se les permite (en el contexto heteropatriarcal) seguir en la comodidad de no tener que definirse abiertamente. Tenemos una doble moral cuando, por ejemplo, conoces a un chavo que te cayó súper bien y días después te enteras que es homosexual y entonces dices: ‘¡Uff! Lo tengo que aceptar, que al cabo que no se le nota’”.

“Se prefiere esta situación a tener que rozar siquiera con una persona que sí se le nota (que es trans) y que a uno como heterosexual lo expone socialmente”, advierte.

Una forma de discriminación hacia los trans por parte de homosexuales y lesbianas es cuando deciden no ser vistos a su lado para no ser “juzgados”, esto como método de “protección”, añade la experta.

“Ellos no se someten a ese riesgo y a ese escrutinio público, a diferencia de los que sí son visualmente diferentes. Aquí hay dos cosas en juego: la discriminación que hay y el intento que yo tengo de protegerme de la discriminación del otro”.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017 indica que 72 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años (60 millones 485 mil personas) considera que poco o nada se respetan los derechos de las personas trans.

En el ejercicio, 41 por ciento de la población masculina aseguró también que no le rentaría un cuarto a una persona trans. De las mujeres, 35 por ciento dijo que no lo haría.

INVISIBILIDAD JURÍDICA, OTRO LASTRE

Ser trans es ser invisible para el aparato jurídico de Jalisco, pues no existe una ley de identidad de género, lo que ha provocado una larga lista de violaciones a derechos humanos en todos los ámbitos. Así lo retrata Izack Zacarías Najar, presidente de la asociación civil Impulso Trans, que opera desde 2013 y trabaja con personas que deseen comenzar su transición o que ya pasan por ésta.

“Jurídicamente no estamos reconocidos, tenemos que viajar a otro estado para que eso suceda; pero al momento de llegar a Jalisco nos empezamos a topar con muchas trabas. Al no tener este reconocimiento en los programas de salud no estamos presentes. En cuestiones laborales hay un enorme problema con las empresas que no saben qué hacer cuando tienen a una persona trans, lo que en muchos casos se convierte en despidos, climas laborales hostiles o simplemente nos cierran la puerta. Lo que al final nos puede llevar como personas a tener trabajos indignos; en muchos casos orillan al trabajo sexual”, lamenta.

México aún no cuenta con reformas a los códigos civiles federal y locales -con excepción de la Ciudad de México, Michoacán, Nayarit y Colima- que protejan y garanticen debidamente el derecho a la identidad de género autopercibida y libremente manifestada.

DAÑO A DERECHOS Y A LOS BOLSILLOS

Cuando Candy Chávez, una mujer trans tapatía, decidió cambiar su nombre y sexo en su acta de nacimiento, tuvo que ir a un registro civil de la Ciudad de México, ya que en los de Jalisco no es posible. El viaje le significó un costo que podría evitarse si existiera una ley de identidad sexual en la entidad.

Candy no es la primera que pasa por esto, por eso el año pasado la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitió la recomendación 20/2018 hacia el Congreso del Estado en la que llamó a respetar el derecho de los trans a permitirles un acta de nacimiento por reasignación sexogenérica.

Pasa algo similar en la educación, ya que tampoco se les contempla en reglamentos, lo que lleva a muchos a desertar y tener menos oportunidades laborales. En cuanto a la salud, el panorama tampoco es positivo, ya que “no tenemos acceso a la salud pública, un IMSS, un ISSSTE, una clínica pública. No tienen en el mapa a las personas trans o nos ven desde una cuestión de patologización y ahí esto se convierte en una navaja de doble filo, porque dicen: ‘si no estás enfermo, entonces no tengo por qué atenderte, y si te atiendo es desde una visión patológica’”, explica el presidente de Impulso Trans.

Para mejorar el actuar de instituciones se han implementado distintos protocolos, recomendaciones e informes para que se brinden mejores servicios a este sector de la población. El Protocolo para el Acceso sin Discriminación a la Prestación de Servicios de Atención Médica de Personas LGBTTTI, de la Secretaría de Salud federal (Ssa), es uno de ellos.

Además de estos documentos, hay organizaciones que brindan apoyo como la de Zacarías Najar u otras como Codise (Cohesión de Diversidades para la Sustentabilidad) y Red Mexicana de Mujeres Trans AC, que, en conjunto, buscan poner en el plano a todos los grupos de la diversidad sexual.

NÚMERO

72 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años considera que poco o nada se respetan los derechos de las personas trans

Convocan a narrar la diversidad

Para integrar el primer libro digital con historias tapatías LGBT+, recientemente surgió SARAO_, un proyecto que convoca al público a relatar historias de la vida, costumbres o acontecimientos de las personas lesbianas, gays, trans, intersexuales y queer de Guadalajara.

Podrá participar cualquier persona sin importar su género, orientación sexual, edad, raza o nacionalidad, con el único requisito de que su obra sea inédita. La participación será gratuita.

La recepción de trabajos está vigente desde el 15 de febrero y cerrará el 31 de marzo. Para registrarte debes ingresar en www.robs.mx/sarao; se seleccionaran las 10 mejores crónicas o relatos y se les notificará a los ganadores el 30 de abril.

Los temas a abordar pueden ser historias de amor, salidas del clóset, cómo se vive en Guadalajara no siendo heterosexual, vida nocturna, la lucha por los derechos, historia del movimiento en Guadalajara, lugares de encuentro y cruising, entre otros. Juan José Ríos

Elecciones 2018, un buen precedente

Un logro para los trans fueron las elecciones de 2018, cuando se implementó el llamado Protocolo Trans para reconocer los derechos político-electorales y garantizar el voto a todas las personas y que “en ningún caso la falta de concordancia entre la expresión de género del o de la votante con la fotografía de la credencial para votar, o bien con el nombre o el sexo (hombre o mujer) asentados en ella, podrá ser causa para impedir el voto”.

El Instituto Nacional Electoral (INE), por medio de una solicitud de transparencia, folio UE/18/00375, informó que del 1 de febrero de 2017 al 31 de enero de 2018, en el país se tramitaron 537 credenciales en las que se solicitó el cambio de sexo, así como mil 620 casos en los que se pidió cambio de sexo y nombre, dando un total de 2 mil 157 credenciales para personas trans.

POCO. Aunque se dio un avance en el pasado proceso electoral, el porcentaje de trámites para cambio de sexo o nombre es mínimo.
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En Jalisco se realizaron 175 trámites para ambos tipos de solicitud, con lo que el estado se posicionó en el tercer lugar nacional. El primer lugar fue para la Ciudad de México, donde se tramitaron 545 casos, seguido del Estado de México, que contó con 305.

Durante el mismo periodo, se realizaron 15 millones 207 mil 637 solicitudes que no involucraron un cambio de sexo, por lo que del total de trámites, sólo 0.014 por ciento estuvo relacionado a personas trans.Juan José Ríos

NÚMEROS

537 cambios de sexo en credenciales se tramitaron ante el INE, del 1 de febrero de 2017 al 31 de enero de 2018

1,620 cambios de sexo y nombre también

2,157 fue el total de modificaciones

175 se solicitaron en Jalisco

JJ/I