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Altares de Dolores, una tradición viva

En museos, templos y barrios (Foto: Humberto Muñiz)

En honor a la Virgen de los Dolores, durante Semana Santa, algunos recintos montan altares como lo hacia la Guadalajara de siglos pasados.

Al llegar la Semana Santa, templos, museos y algunos barrios de la ciudad, recuerdan la tradición de los Altares de Dolores colocando uno para que tapatíos y turistas los visiten, además de que conozcan sobre su historia.

Recintos como la Casa Iteso Clavigero, el Museo de las Artes Populares y el Museo de la Ciudad, exhiben desde hace unos días, su versión de las ofrendas hechas por los mismos trabajadores de los inmuebles, con la finalidad de darle continuidad a la tradición.

El altar de Dolores, o también llamado Incendios de Dolores, surgió a la llegada de los jesuitas a la Nueva Galicia en el siglo XVII quiénes introdujeron la devoción a la Virgen de los Dolores. Las ofrendas fueron hechas en honor al sufrimiento de María madre de Jesús, durante su crucifixión.
Así, cada altar cuenta con papel de china picado, veladoras, manzanilla, flores lilis y alcatraces, lechugas, naranjas agrias y agua de chía, esta última para regalar a los visitantes y que significa el llanto de la Virgen de los Dolores.

La elección de solo recrear un altar en el Museo de la Ciudad, el cual pertenece al Ayuntamiento tapatío, es debido a que el recinto está dedicado a rescatar la historia local, así lo comentó la directora de Bibliotecas, Museos y Centros Culturales de la Secretaría de Cultura de Guadalajara, Adriana Córdoba. “Es un museo que rescata nuestra historia como ciudad, el reflejo de las tradiciones, del patrimonio no tangible como es éste, la tradición oral, la tradición de los festejos en esta época”, agregó. De esta manera, los altares de Dolores son reconocidos por el museo como “parte importante de nuestra historia”.

En esta ocasión, el altar que se expone en el Museo de la Ciudad tiene una dimensión de 9 por 5 metros, el cual abarca la mitad del patio principal. El papel picado en blanco y morado (que fue trabajado por el mismo personal del recinto) adorna desde el segundo piso y cae sobre el altar, que se adorna con velas que iluminan con suavidad a la imagen de la Virgen de los Dolores (o la Dolorosa), que les fue prestada por el Templo de Santa Teresa de Jesús.

Por otra parte, la Casa Iteso Clavigero, también monta cada año su propio altar. En esta ocasión, la ofrenda fue presentada el 27 de marzo junto con una representación de los incendios de viernes de dolores en la Guadalajara del siglo XIX. Por medio de danza, actuación, narración y canto, el espectáculo remembró la historia de la tradición.

Sin embargo, este altar ya no puede ser visitado debido a que por temporada vacacional la Casa Iteso Clavigero permanecerá cerrada hasta el lunes 6 de abril.

Otro sitio que también mostrará durante esta semana su versión de ofrenda, es el Museo de las Artes Populares de Jalisco, que forma parte de los recintos del Gobierno del Estado. Ubicado en la calle San Felipe 211, el inmueble también presenta año con año una de las tradiciones de los últimos siglos en la devoción.

El origen, según T. Laris  

De acuerdo con el escrito “De las cosas neogallegas” (historias, anécdotas y leyendas) del párroco José T. Laris de 1947, los altares de dolores o también llamado los incendios “tuvieron su origen en la devoción particular que las familias principales tenían a la Virgen de dolores”,  quienes al “no querer mezclarse con los naturales en sus capillas”, colocaban su propio altar “frente a las ventanas de la pieza principal se iluminaban con centenares de velas de ceras, muchas de ellas cirios, la luz que desprendía el altar salía con tal profusión que las ventanas de aquellas calles oscuras parecían realmente se incendiaban”, menciona.
Sin embargo, algunos templos de la Zona Metropolitana también colocan su altar hasta el viernes santo, como es el caso de San Felipe de Jesús que año con año, los feligreses ayudan a montar su ofrenda.

Todavía puedes apreciarlos. Las ubicaciones:

 

Museo de la Ciudad
Independencia 684, Centro Histórico
Concluye: 2 de abril

Templo de San Felipe de Jesús
Esteban Alatorre (Calle 34) 190

 

PHM