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Ética y derecho, el choque del pragmatismo

Con mucha frecuencia, la perspectiva de la presencia de la ética en la dimensión profesional se transforma por razones de una practicidad que se impone con un sentido utilitario, en el que como bien podemos intuir, definitivamente no se elimina la perspectiva ética. La dimensión del peso del tema ético, como se sabe, no opera como una estructura de acción coactiva, sin embargo, el contenido ético tiene un alto contenido social y la perspectiva social es la que en un momento dado se impone como un referente importante, a partir del cual se determina la viabilidad o no de una cierta acción.

En el campo académico, la importancia de mantener la integridad de la obra forma parte del valor de la producción intelectual, dado que implica un trabajo organizado y dedicado que busca, fundamentalmente, encontrar vías de explicación y, eventualmente, de intervención y solución, sobre problemas que socialmente tienen una relevancia e importancia de ser estudiados con una perspectiva metodológica y científica, que permita el abordaje de controversias y dificultades sociales.

En términos generales, la investigación académica, incluyendo las tesis, constituyen una de las aportaciones de la producción intelectual que se lleva a cabo en las instituciones de educación superior, especialmente las universidades, que se constituyen en espacios socialmente reconocidos para el desarrollo del trabajo intelectual social.

La seriedad y honestidad en la producción intelectual constituyen elementos de gran relevancia en la formación universitaria. El trabajo de cada analista o de cada tesista implica una investigación a profundidad de ciertos aspectos de la realidad social que requieren atención especializada y, a través de la comparación de otros trabajos realizados sobre la misma temática, el cotejo temático se convierte en una importante base de análisis que permite establecer diferentes tipos de pruebas a las propuestas académicas que tendrán un impacto sobre la forma de abordaje del problema analizado. Comparar a otros autores implica la mención de éstos, así como de los aspectos que se están tomando como base de la propuesta personal en el desarrollo de un trabajo intelectual.

La indebida apropiación del trabajo de otros, presentándolos como original y propio, es donde se tipifica una enorme falta de honestidad intelectual. Ahí, la dimensión ética cobra una relevancia fundamental por tratarse de un análisis que se pone en funcionamiento dentro de una estructura de pares, es decir, de jurados académicos. No se trata de una dimensión de valoración subjetiva; todo lo contrario, el ambiente en el que se presenta el trabajo impugnado, es de corte social y las consecuencias del mismo tienen, precisamente, un impacto social negativo. Si bien, no hay una dimensión de intervención del Estado en la corrección, sí se determina administrativamente una sustancial falta a la honestidad del trabajo intelectual y, por otra parte, la persona adquiere socialmente, una percepción de alta negatividad en esa falta de honestidad.

En el caso de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que, habiendo sido presuntamente descubierta en plagio de tesis de licenciatura, el tema entra al margen de la dimensión administrativa, en el campo ético. Habrá una Comisión de Honor y Justicia de la UNAM que determine el tipo de falta y las consecuencias, es decir, su sustentación como profesional del derecho. No es un asunto menor y ante la fuerza de la evidencia, no solamente no presentó una renuncia, sino que fue apoyada desde la Presidencia de la República en su fracasado intento por tener la presidencia de la SCJN. A pesar de todo, la controversia subiste y el poder práctico la mantiene en su situación de normalidad.

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