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Nieves del Parque Morelos recuerdan tiempos mejores

ANTOJO. Aunque antes eran toda una tradición, ahora los raspados apenas sobreviven en pocas neverías. (Foto: Grisel Pajarito)

Comerciantes de nieves raspadas de la zona del Parque Morelos reportan que en esta época calurosa aumentan sus ventas, pero refieren que nunca igual que en años anteriores a 2010, cuando no se habían derribado las fincas de la zona en el fallido proceso para edificar las Villas Panamericanas.

Sobre la calle Juan Manuel, frente al parque, entre la calle Baeza Alzaga y la calzada Independencia, sólo quedan en operación cuatro negocios de nieves raspadas. Las neverías que han subsistido son: La Fuente (que tiene dos sucursales), Raspados Jalisco y Las Palmas. En los locales en los que antes hubo otras neverías, hoy operan tres cantinas.

“Aumentan las ventas considerablemente, calculamos que al doble, cada temporada es diferente. La competencia ya se descentralizó, pues aquí sólo quedan tres neverías. Lo que afectó la llegada de clientes fue cuando querían hacer las Villas Panamericanas y ahora con la Ciudad Creativa Digital”, dijo Jesús Mora, encargado de Raspados Jalisco, que se abrió al público desde 1926 y que tiene franquicias en diversas zonas de la ciudad, e incluso en otros estados.

Sobre el anuncio hecho por el Ayuntamiento de Guadalajara de que harán trabajos de remodelación en el Parque Morelos, los comerciantes no están enterados. Nadie se ha acercado con ellos a explicarles en qué consisten las mejoras que se pretenden hacer en este año.

En la calle Baeza Alzaga ya terminaron las obras para meter tubería, como parte de la Ciudad Creativa Digital, pero no hay información sobre el proyecto para remodelar el Parque Morelos, expuso Jesús Mora.

El entrevistado subrayó que en la zona se requiere mayor seguridad y que las autoridades municipales mantengan en buen estado dos prados y la iluminación del Parque Morelos. “El pasto está seco, no hay sistema de riego para los jardines y no funciona el alumbrado”, agregó.

Descuidado y sucio

En un recorrido realizado la tarde de ayer por el Parque Morelos, se observó que los andadores están sucios y el área de juegos infantiles está deteriorada, ya que por ejemplo el resbaladero está quebrado y al final del tobogán el piso tiene un gran hoyo. Aun así había un buen número de pequeños jugando.

Los columpios también tienen daños. El piso luce hoyancos, donde algunos niños se atoran, y uno de los juegos está desnivelado.

En las bancas del parque, sobre todo en torno al kiosco, predominan hombres solitarios, adustos, que observan a las sexoservidoras.

Y la fuente de sodas contrasta con el olvido en el que está el parque: es la alegría de personas mayores que bailan danzón y que reúnen también a curiosos que miran los pasos de baile.


DN/I