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El médico tapatío que ama las plantas

Rodríguez Medina pide a la población que no se deje llevar por productos milagro, pues considera que la charlatanería ha perjudicado a la herbolaria. (Foto: Liliana Razo)

Sauce, valeriana, tatachinione, zapatle, cuachalalate, árnica y manzanilla son algunas de las plantas medicinales que el médico y fitoterapeuta Alejandro Rodríguez Medina convirtió en gotas para tratar diversas enfermedades de jaliscienses.

Marrubio, tejocote, sargazo, alcachofa y la chicoria son otras de las plantas que lo han acompañado durante 35 años que tiene de ejercer la fitoterapia. Alejandro se considera un médico general con fe y amor a las plantas y da atención en un peculiar consultorio en su casa, cerca del Parque Morelos, en Guadalajara, en el que conserva los regalos de todos sus pacientes que encontraron alivio en la herbolaria.

Su capacitación, conocimiento e investigación sobre las plantas inició en la década de los 70, antes de que estudiara Medicina en la Universidad de Guadalajara (UdeG), incluso antes de que conociera a su esposa, hija de don Manuel García, un famoso herbolario de la Perla Tapatía.

“Antes de ser médico alópata maneje e investigue las plantas medicinales platicando con personas adultas con tradición en la medicina natural- Primero fui hierbero y manejé la fitoterapia y después ingresé a la facultad de Medicina y complementé conocimientos. Uno de mis abuelos fue médico, pero conocí a mi esposa y su papá se dedicaba a la herbolaria, un médico de pueblo, empírico y de ahí agarre el cariño de la herbolaria”, recordó.

El médico anduvo en la sierra de Jalisco y en los alrededores de Atotonilco el Alto, pero ahora en su casa fabrica –con la ayuda de su familia– tinturas y extractos, es decir, “complemento los tratamientos, no niego ni una (fitoterapia), ni la otra (medicina)”. También en su casa otorga la consulta y después prescribe el medicamento.

Su conocimiento va más allá de 300 plantas, además, aseguró que en la herbolaria no existe tanta afectación, siempre y cuando se otorguen las dosis ideales.

En sus 35 años como médico complementario ha tenido infinidad de pacientes, los cuales le han reforzado la fe en la herbolaria, pero existen dos que le han confirmado que nació para esto.

“Un hermano mío recibió una trasfusión de sangre y en ésta iba el VIH, él era fraile, él fue el caso número 15 detectado en Jalisco. Me di a la tarea de buscar algo para ayudarlo, hicimos un jarabe para él y en 15 días empezó a mejorar, mejoro con la herbolaría. Otro caso es de una niña, Goretti, de 9 años, quien tomó tratamiento de herbolaria y vivió hasta los 16, 17 años”, relató.

Para el médico, quien pide permiso a las plantas para cortarlas, los charlatanes han desprestigiado los beneficios de éstas y pide a la población que acuda con un médico para hacer uso de sus bondades, ya que no existen las plantas mágicas.

“Sirven por completo las dos medicinas: las plantas funcionan sabiéndolas dar adecuadamente, ninguna planta cura todo. Ojalá (la gente) se acerque a las personas que conocen los efectos de la herbolaria. Los médicos empíricos saben mucho, los viejitos, la gente antigua, nuestros antepasados y no se dejen llevar por los productos milagrosos, los charlatanes que han desprestigiado las bondades de las plantas. La combinación de la herbolaria y medicina es lo que hará que la gente esté mejor, pues todo es un reino”, consideró.

 

DN/I