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Agua no medida hace imposible El Zapotillo

RIESGO. El experto en temas hídricos insiste en que la precariedad de datos puede provocar que se tomen decisiones equivocadas en torno a El Zapotillo. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

El país debe transitar ya a un sistema verdaderamente moderno de gestión del agua y la base es que se mida con precisión cada gota que llueve, cada molécula que se evapora y cada litro que se consume para vivir o para generar riqueza.

El investigador Arturo Gleason Espíndola le propone al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, construir el sistema automático nacional de información de agua (SANIA), para sustituir las defectuosas e incompletas tecnologías que reportan en la actualidad el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

En el documento de análisis que elaboró a solicitud del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Toledo Manzur, el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Agua, AC, destaca la precariedad de los datos, que hacen imposible una decisión verdaderamente informada sobre El Zapotillo.

Los sitios oficiales ofrecen información de escasas estaciones de medición y no de manera continua, mucho menos en el momento de la consulta. Los modelos contrastantes hacia donde debe migrar México son, a nivel nacional, el de Estados Unidos, con más de 10 mil estaciones debidamente equipadas que ofrecen aforos de agua, evaporación y clima en tiempo real, y a nivel de cuenca, la del río Ebro, en España.

“Los sistemas actuales de medición mexicanos se encuentran limitados en la generación de información de agua necesaria para una toma de decisiones que sea justa, que evite daños a la sociedad y al medio ambiente con un costo innecesario. La cobertura en cuanto a la instrumentación para captar información del ciclo del agua es limitada, sólo ciertos estados de la república cuentan con equipo para medir algunas variables (precipitación, escurrimiento evaporación) y en la mayoría de los casos ese equipo no funciona”.

No obstante, “el caso más lamentable es que no se cuenta con un sistema de monitoreo de aguas subterráneas, el cual pudiera brindar información sobre el estado actual de las aguas subterráneas en cuanto su comportamiento, la cantidad, la calidad y la disponibilidad”, señala en el documento, del cual entregó copia a NTR.

“Ante la escasa, desorganizada, limitada información sobre la situación de los recursos en tiempo real y a través del tiempo, es necesario construir el SANIA, el cual tenga el objetivo principal de generar información del agua en el territorio nacional para la toma de decisiones inteligente que permita optimizar la asignación y explotación de los recursos hídricos, así como predecir la presencia de avenidas de agua en el contexto de cambio climático”, agrega.

FALTAN NÚMEROS. La medición actual del agua es limitada, expone Gleason Espíndola. 
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INFORMACIÓN, COORDINADA

De acuerdo al análisis, los sistemas actuales de información deben trabajar de manera coordinada y priorizar equiparlos con instrumentos modernos que capten datos en tiempo real, que transmitan de manera ininterrumpida los datos a bancos de información con capacidad suficiente y contar con los sistemas de inteligencia que procesen la información de tal manera que sea clara para tomar decisiones bien fundamentadas.

Además, los sistemas de información de agua existentes deben integrarse en el SANIA para trabajar de manera coordinada y brindar la información en tiempo y forma.

Finalmente, el investigador considera absurdo “seguir creyendo que sólo con datos aislados y escasos que generan los sistemas actuales que reciben poco o nulo mantenimiento; que con la carencia de mecanismos de divulgación que sean claros y entendibles, y de fácil acceso a la población; es continuar planeando al aire y seguir tomando decisiones injustas que puedan afectar innecesariamente a las personas y al medio ambiente”.

 Por ello, aconseja “corregir el rumbo, pero no dando el respaldo a obras que fueron concebidas con este tipo de información. Es coyuntural ver más de allá de El Zapotillo, debemos prepararnos para la crisis del agua que se avecina a partir de 2030. Esta puede ser la coyuntura para crear el SANIA que permita esclarecer la situación de los recursos hídricos y tomar la mejor decisión para enfrentar los futuros retos de manera inteligente y socialmente comprometida.

“Es coyuntural ver más de allá de El Zapotillo, debemos prepararnos para la crisis del agua que se avecina a partir de 2030. Esta puede ser la coyuntura para crear el SANIA”

Extracto del análisis de Arturo Gleason

Una decisión que no puede ser justa

En el texto de Arturo Gleason Espíndola se insiste que ante la escasa, desorganizada y limitada información sobre la situación de los recursos en tiempo real y a través del tiempo, se concluye que no hay elementos sólidos para continuar con la construcción de El Zapotillo, pues no hay claridad en dos aspectos importantes.

“Disponibilidad de agua de la cuenca del río Verde y la demanda real de agua de León, los Altos de Jalisco y de Guadalajara. Del primer aspecto se desprenden las preguntas: ¿Cómo se puede repartir el agua sin saber cuánta exactamente hay? Ante la falta de información ¿no se incurriría en una injusticia?”, añade el texto.

“Del segundo aspecto surgen los siguientes cuestionamientos: ¿cómo justifico la real demanda de ambas ciudades si no se cuentan con sistemas de medición que muestren los reales consumos y las montos en extracciones en tiempo real y a través del tiempo? ¿Cómo se justifica las inundaciones de las poblaciones afectadas por la presa, cuando ambas ciudades no saben cuánta agua tienen en sus cuencas y se dan el lujo de tirar el agua de lluvia a los drenajes cuando debiera estar en los acuíferos?”, cuestiona el investigador. Redacción
 

JJ/I