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Diputados de adorno

Conforme pasa el tiempo se comprueba que los diputados locales están de adorno en cuanto a sus obligaciones y sus facultades, cuando están en la disyuntiva de interactuar con el Ejecutivo y ser los representantes del pueblo.

La reciente entrega del paquete presupuestal para el próximo año por parte del gobernador la noche de este martes fue una acción más que demostró que quien manda en el palacio legislativo no son los diputados locales, sino el mandatario.

El trato que les dio el Ejecutivo en este humilde acto protocolario va en contra de su investidura, porque les faltó al respeto, los minimizó, los ignoró y únicamente los usó para el video del día siguiente, diciendo que cumplió con la ley sin dar detalles de la forma en que lo hizo.

Ni siquiera les pudieron confirmar la hora en que entregaría este documento para estar presentes; tuvieron que estar haciendo guardia en el edificio legislativo, en un lugar cercano o estar al pendiente de su celular para poder llegar en cuanto les avisaran, dejando en ese momento todo lo que estaban haciendo para poder estar presentes en la entrega y ni qué decir del personal administrativo que se quedó sin que les paguen horas extras.

Y aunque los legisladores lograron llegar para ver cómo entregaban el documento en Oficialía de Partes, cuando quisieron dialogar con el secretario de Hacienda, Juan Partida Morales, olímpicamente ignoró la invitación de pasar al salón contiguo al recinto legislativo para hacer las formalidades protocolarias.

La foto improvisada y los discursos tuvieron que darse en el pasillo ante la insistencia de los legisladores, de lo contrario hubiera pegado carrera para cruzar rápidamente la Plaza Liberación y llegar a su automóvil, como lo hizo al dejar el palacio legislativo, y evitar los cuestionamientos de su silencio, pero alcanzó a revelar el autoritarismo de sus superiores; no podía hablar porque era la estrategia de comunicación institucional.

Ni a los diputados locales les dio a conocer en ese momento algún dato del paquete económico que acaba de entregar ni les reveló el monto.

Los diputados locales de todos los colores partidistas que estuvieron presentes esa noche se quedaron como novias de rancho, esperando una explicación que nunca llegó pese a tenerlo enfrente. Ni la liga para descargar la información tenían, como en otros años, sino que se tuvieron que esperar hasta el día siguiente, siguiendo los tiempos marcados por el gobernador. Aunque debieron ser los primeros en conocer la información, ésta se difundió casi al mismo tiempo que trasmitía su video presumiendo entregar la documentación en orden y en paz.

No es primera vez que les marca los tiempos; esto ocurre en cada propuesta de ley que envía, deuda que quiere aprobar o asunto que le interesa para que sea aprobado hasta en ese mismo día, y la mayoría de los legisladores, los de alianza, aceptan el trato, la orden y las prisas.

Cuando la presidencia de la Mesa Directiva o de la Junta de Coordinación Política está en manos de los partidos políticos de la alianza, simplemente actúan siguiendo el compás que les dictan y si son de oposición los marginan de la toma de decisiones y sólo les avisan al cuarto para las 12 lo que va a pasar.

Dicen que en política la forma es fondo, así que en el Legislativo deberían reflexionar sobre la forma en que los tratan y buscar poner un alto, porque cada vez es más notorio que sólo quieren que levanten la mano para votar las leyes que le interesan al Ejecutivo sin poder hacerles modificaciones, y cuando se aprueban así y hay errores tienen que corregirlos como ocurrió con la reciente Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Transporte.

Esta Sexagésima Tercera Legislatura en su primer año en funciones está dejando por los suelos la dignidad del Congreso del Estado al aceptar bailar con la música qué les dan como compañía sin contrapesos, sin hacer respetar su rango.

Sólo es cuestión de tiempo para terminar de contar la historia de cuántos cambios hubo en este Presupuesto de Egresos y Ley de Ingresos. Y del Poder Judicial es otra historia del mismo son.

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jl/I