INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Quinto Patio

Billetes es lo que le sobra al gobierno de Jalisco; o al menos eso es lo que pareciera o aparenta, toda vez que los anda dando a diestra y siniestra para promoción en el ámbito deportivo. Primero se fueron 25 mdp al casco de Checo Pérez, la cosa es que la propaganda se la pusieron en un lugar donde, si se ve un par de veces en cada transmisión internacional, es muchísimo.

Después, fue el turno de grupo Orlegi. Recordemos que los dueños del Atlas tienen un equipo igual de malo en la segunda división de España, el Sporting de Gijón, y el gobierno el estado le dio 2.8 milloncitos de pesos.

Y, por último, la pelea en Guadalajara de Saúl El Canelo Álvarez, para la que el gobernador Enrique Alfaro consideró que no caería mal asignar 10 millones extra para comprar y regalar 8 mil boletos, como si en Jalisco no hubiera necesidades (¿no, verdad?). (Hasta nos acordamos de don Gastón Billetes, personaje del gran caricaturista Abel Quezada, sabe por qué).

***

Que en lo que va de la actual administración estatal hayan asesinado a 271 servidores públicos es como para alarmarse. O considerarlo como un foco rojo, de acuerdo con Alfonso Partida Caballero, integrante del Observatorio Ciudadano de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de la Universidad de Guadalajara.

El analista consideró que el gobierno de Jalisco se dedica a contar homicidios, desapariciones y otros delitos. Porque en la investigación de los crímenes la Fiscalía de Jalisco no tiene el apoyo de la Guardia Nacional, y los datos que recaba nomás no sirven para sustentar alguna sentencia, lo que evidencia “falta de eficacia” de la dependencia. Ups.

***

¡Vaya que está causando revuelo la propuesta del regidor Luis Cisneros de llamar Guadalajara de Alcalde a la capital jalisciense! El tapatiólogo y cronista Juan José Doñán circuló su opinión en guasapap, que retomamos para el debate:

“Un regidor de Guadalajara, del cual su servilleta no quisiera acordarse (Cervantes dixit) ahora mismo trae la chifladura de renombrar a nuestra ciudad, a fin de que en lo sucesivo se llame Guadalajara de Alcalde. ¿Alguien se imagina a un funcionario británico proponiendo que la capital de Inglaterra ahora se conozca como Londres de Shakespeare, o un dignatario florentino que se saque de los forros algo así como Florencia de Alighieri, o un francés que discurra rebautizar a la capital de los franchutes como París de Víctor Hugo, o un ruso con la ocurrencia onomástica de Moscú de Pushkin, San Petersburgo de Dostoievsky, etcétera?”

“¿Roma necesita de veras un apellido? ¿O Atenas? ¿O Viena? ¿O Berlín? ¿O...? ¿Entonces? Pregunta: ¿el aludido munícipe tapatío, con una ociosa e igualmente atolondrada vocación bautista, se habrá preguntado en algún momento por qué el mayor genio galáctico de las artes visuales se llama Leonardo da Vinci, y a nadie se le haya ocurrido rebautizar a su patria chica como (Vinci es una pequeña villa toscana) como Vinci de Leonardo?, o ¿por qué se habla san Francisco de Asís y no de Asís de San Francisco; o Saulo de Tarso y no Tarso de san Pablo, por qué es Jesús de Nazareth y no al revés volteado?”

“Finalmente, ¿la gloria de fray Antonio Alcalde realmente necesita –u ocupa, como se dice en Guadalajara– que un olvidable y perfectamente prescindible rugidor, perdón, regidor tapatío dizque promueva el buen nombre y el legado de tan insigne prelado de Castilla para rebautizar la capital del bicentenario estado de Jalisco, y antes de la Provincia de Guadalajara, y antes de la Intendencia de Guadalajara y antes del Reino de la Nueva Galicia?”

“Por lo pronto, welcome a la demencia en la aún soltera Guadalajara de 2023. JJ”.

[email protected]

jl/I