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Canal de El Briseño, riesgo para vecinos

INSEGUROS. Vecinos temen debido al riesgo que corren con el temporal. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Seis vigas colocadas una detrás de otra descansando sobre la tierra, al fondo de la calle Paseo de los Fresnos, son el puente que utilizan habitantes de la colonia El Briseño, en Zapopan, para cruzar el canal de aguas negras y pluvial que tienen como vecino y que carece de barandal o alguna otra medida se seguridad.

A pesar de que el canal existe desde hace años, no hay nada que separe el cauce de las viviendas más cercanas ni mantenga a los peatones al margen, todo lo que hay al fondo de la calles paralelas a Paseos de los Fresnos es tierra, pasto y el fondo del canal.

“Llevamos años y años pidiendo que se termine, que le pongan cerca, que le pongan señalamientos, que pongan una barda o algo, porque está completamente expuesto a la gente y es un peligro, no es posible este nivel de indiferencia”, se quejó Saúl Ramírez, vecino de El Briseño.

“Ya se han caído tres personas, no en este temporal, en años atrás, porque no hay ninguna restricción, es un peligro y una urgencia”, añadió.

En un recorrido por la zona se constató que el endeble puente de vigas que colocaron los propios vecinos años atrás es camino frecuente para padres de familia que llevan a los niños a la escuela, además de que es la comunicación peatonal que hay con el lado norte de la colonia El Briseño.

Aunque la noche del lunes llovió, el cauce estaba solo y contaba únicamente con algunos charcos, lo cual no era impedimento para que los niños que jugaban en los alrededores bajaran por su pelota y de paso cortaran las flores de algunos arbustos que estaban de camino al fondo del canal.

“¿Ya van a venir a arreglar?”, preguntó una niña al ver que se comenzaron a tomar fotografías. Ella misma, sus vecinos y padres coincidieron en que, durante las lluvias más intensas del año, el agua llega hasta la altura del puente de vigas y corre con gran velocidad, situación que los asusta.

“Donde se nos vaya alguien ¿cuándo lo agarramos? Está muy peligroso, a mí sí me da miedo”, comentó Rosa Ibarra. Y es que el peligro no solamente es de la fuerza del agua, sino la constante convivencia con ésta, pues cuando no llueve se acumulan las aguas negras.

“Hace poquito se rompió un tubo y salió agua azul que olía muy feo”, contó una de las niñas vecinas, a lo que su madre añadió que esa fue una ocasión hace un par de meses, pero que son constantes las descargas de aguas residuales que tiñen de gris el cauce. “No aguanta uno los olores, ahorita con las lluvias se quitan, pero no creo que corten el agua negra”, agregó.

 

HJ/I