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Un pulque a dos de tres caídas

Gusto personal. La decisión de cómo ambientar el sitio fue muy fácil: la temática giraría en torno al arte del pancracio, pasión de su dueño, Juan de Dios Vázquez. (Foto: Grisel Pajarito)

Tiene apenas tres años de operación, pero la pulquería La Última Lucha ya se ha posicionado en el gusto de los tapatíos, quienes acuden a probar el llamado elixir de los dioses y a permitirse una aventura en el ambiente de los cuadriláteros y los objetos propios del arte del pancracio.

Ubicada en el 19 de la calle Escorza, en la colonia Americana, esta pulquería atrae visitantes desde que se observa su pintoresca fachada, decorada con las imágenes de luchadores célebres. La bienvenida se completa con la figura de luchador a las puertas del lugar.

La Última Lucha tiene en exhibición más de 2 mil piezas, pero no sólo es un espacio habilitado como museo de la lucha libre, ya que ahí se pueden degustar alrededor de 20 sabores diferentes de curados.

A pesar de su abundancia, las piezas exhibidas apenas representan la mitad de la colección de Juan de Dios Vázquez, dueño del lugar.

“La idea nació cuando yo vivía en la Ciudad de México. Allá está más arraigada la cultura de la lucha libre, hay muchos eventos y puedes conseguir con facilidad las piezas; yo le tomé amor a este deporte y empecé a hacerme de amigos a quienes de repente les pedía que me pintaran algo con esta temática. Hay objetos intervenidos y artículos de revistas, de periódicos; posters antiguos. Son un conjunto de 10 años de coleccionismo y todavía adquiero piezas”, contó Juan de Dios Vázquez quien, una vez de regreso a Guadalajara, tomó la iniciativa de abrir una pulquería.

¿La razón? Hay muy pocos lugares de este tipo en la ciudad. La decisión de cómo ambientar el sitio fue muy fácil: la temática giraría en torno a su pasión, la lucha libre.

“Es tal como lo imaginé; una casa antigua con habitaciones pequeñas y que da la oportunidad a los visitantes de probar esta bebida y de conocer de la cultura de la lucha libre”, agregó.

Sobra decir que cada habitación es un pedazo de la historia del arte del pancracio. Cada rincón  está diseñado para explicar distintos aspectos de este deporte. El primer salón, por ejemplo, es conocido como El Santuario y rinde homenaje a El Santo.

“Yo soy fan de El Santo y por eso decidimos dedicarle toda una habitación de la casa. El curador de todo esto fue mi hermano y en conjunto le dedicamos cada espacio a algo en específico; por ejemplo, el pasillo de ingreso es el de las máscaras, algunas de éstas ya viejas, luchadas o semi profesionales, de yeso, papel maché y otras. La barra es un popurrí de todo y la contra barra es de juguetes intervenidos con 200 figuras. Al salir de la barra se encuentra El Santuario, luego el área mayor que se divide en dos partes: luchadores y rines; el otro espacio se ambienta con obras de arte”, explicó.

De igual forma, el camino a los baños está adornado con posters de lucha en varios estados y los baños. El ambiente se redondea mediante un proyector, usado para presentar películas antiguas del género.

Para todos los gustos

En La Última Lucha no hay gusto que no sea cumplido con los más de 20 sabores de pulque. Hay desde los más frescos hasta los más dulces y novedosos. Actualmente, el especial de la casa es el Sangre de conejo, a base de tuna roja.

“En la carta tenemos alrededor de 20 curados diferentes. El pulque lo traemos de Mazamitla. A comparación del que se consume en la Ciudad de México, aquí el pulque no tiene tanto cuerpo y es más agradable al paladar. Dependiendo de la temporada es el especial que ofrecemos en la casa; ahora es el de tuna roja, pero anteriormente tuvimos de pitaya; de flor de primavera; para Día de Muertos, el de flor de cempasúchil; en diciembre, el de Noche Buena, y así nos vamos”, mencionó Víctor Hugo Vásquez, hermano y co creador del espacio.

A pesar de la variedad, hay algunos que se han quedado como los preferidos de los clientes, tal es el caso del curado de hierbabuena o los de vino tinto o mango.

Se viene la fiesta

Tirar a casa por la ventana ya es toda una tradición de Juan de Dios Vázquez. Y más si se trata de celebrar el aniversario de la pulquería La Última Lucha. Yunque aún no han nada preparado, aseguró que este año no será la excepción.

“Por lo general, hacemos el cambio se algunas piezas de la colección. Tenemos exposiciones culturales de artistas locales y traemos a un grupo de músicos que hacen buen ambiente, pues se ponen máscaras y traen buena música. Este año no tenemos nada definido más allá del grupo, pero si hacemos algo nos tendremos que salir de aquí porque no cabemos con tantos que somos”, adelantó.

Juan de Dios Vázquez reconoció el valor que le significa este espacio y señaló que esperan poder expandirse con sucursales para un futuro; así como la ampliación de los sabores de los curados.

“Me siento muy gustoso con el lugar y por la gente que nos visita; es un ambiente muy familiar. Hay una vez vino una señora mayor, la ayudaron a entrar y ella se tomó su pulque. Fue algo muy bonito ya que se puso una máscara y se tomó fotos con pose de luchador. Este espacio me da mucho gusto, me encanta”

Juan de Dios Vázquez, propietario de la pulquería La Última Lucha.

Los horarios

Martes a sábado: 17 a 1:00 horas

Lunes y domingo: cerrado

da/i