INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Quinto Patio

Los homicidios no cesan en Jalisco y han provocado que 10 municipios estén en un nivel extremo de violencia, según el Índice de Paz Global publicado ayer y elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz. Se hallan en esta categoría porque tienen más de 50 homicidios por cada cien mil habitantes. En la metrópoli tapatía están Tlajomulco, El Salto y Juanacatlán, pero también se señala a la franja limítrofe con Michoacán.

Además, también se precisa que esta cifra puede estar “subestimada” por el alto índice de desapariciones en el estado. La hipótesis del reporte Índice de Paz Global es que la dinámica criminal cambió y ahora se ocultan los homicidios en las desapariciones. Jalisco lidera en este ramo y entre 2006 y 2021 se hallaron más de mil cuerpos en fosas, la mayor cantidad de todo el país. Además, también se evidenció cómo Jalisco “exportó” violencia a otros estados que ahora están peor que el nuestro, bajo el yugo de una organización criminal. Así las cosas…

***

Los incendios con superficie superior a mil hectáreas no han sido tantos numéricamente hasta ayer: solamente 24, que contrastan con 893 eventos de fuego inferiores a esa superficie. Pero si consideramos que 24 hechos concentran 53 por ciento de la superficie quemada de nuestros bosques, es inevitable hacerse preguntas: ¿Es normal que en un solo evento se queme tanto bosque? ¿Qué habría pasado si esas superficies forestales se hubieran manejado silvícolamente? ¿No es más caro curar que prevenir?

Y esas intuiciones son bastante razonables: en la medida que entendamos que debemos manejar el patrimonio natural para hacerlo más resiliente ante los eventos extremos de la naturaleza, no solamente reduciremos los daños irreparables, que afortunadamente son los menos, sino que reduciremos la peligrosidad para las poblaciones humanas y los efectos nocivos para nuestra salud. ¿Necesitamos más hectáreas de bosque quemadas para que el gobierno esta vez haga su tarea y dedique inversión a la prevención? Esta es a final de cuentas la pregunta más pertinente.

***

El Congreso del Estado está obeso, como se ha reiterado. Tiene 640 empleados de más y en la reingeniería en marcha para disminuir el grosor de las lonjas del Poder Legislativo, los resultados son magros. Si fueran cirujanos plásticos, los diputados eliminarían unos cuantos gramos de grasa abdominal, cuando se requiere una liposucción a fondo para extraer kilogramos.

Las cifras son contundentes: de 640 empleados que “sobran”, sólo 13 han aceptado su retiro y posible cancelación de su base. Significa que apenas ¡dos por ciento!, dieron su brazo a torcer. Total, la obesidad legislativa continua sana, con apenas una lonjita pellizcada. Lo evidente es que los legisladores no quieren hacer ninguna propuesta respecto al personal supernumerario, y sólo quieren aplicarles harakiri a los de base.

***

Hoy se cumplen 30 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, su chofer y seis personas más, en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo y Costilla. A tres décadas del crimen que conmocionó a la Iglesia católica, la versión oficial es que el prelado fue confundido por sus atacantes con Joaquín El Chapo Guzmán, y la otra versión, en este caso especialmente del sucesor de Posadas Ocampo, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, es que lo asesinaron agentes del Estado mexicano. Hay cuatro detenidos, mientras las dos posturas siguen vigentes y las dos dejan dudas.

Recordemos que el médico forense Mario Rivas Souza expresó la frase histórica de que los disparos contra Posadas Ocampo no fueron directos, sino directísimos. Cada aniversario del multi homicidio se recuerda la tragedia y continúa el misterio que parece que nunca se aclarará.

[email protected]

jl/I