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Ven reclutamiento en ausencias de menores

EN LEGISLATIVO. El foro realizado ayer se tituló Análisis del Reclutamiento y Utilización de Niñas, Niños y Adolescentes. (Foto: Especial)

La desaparición de menores en Jalisco estaría vinculada con el reclutamiento forzado por parte de grupos criminales, reveló Nohora Niño Vega, profesora investigadora del Colegio de Sonora, durante el foro para el Análisis del Reclutamiento y Utilización de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA), realizado ayer en el Congreso de Jalisco.

Mencionó que a diferencia de otros estados donde desaparecen más niñas de entre 13 y 15 años, en Jalisco hay una leve tendencia a que en esta edad desaparezcan más los niños. En específico, dijo que en los últimos tres años han desaparecido mil 100 NNA, de los cuales 54 por ciento es hombre.

Niño detalló que la hipótesis a nivel nacional indica que las niñas son desaparecidas para la trata y explotación sexual, mientras que en el caso de los adolescentes hombres de Jalisco se “sospecha que puede haber ahí reclutamiento forzado, ¿por qué desaparecen más en Jalisco adolescentes hombres que mujeres en comparación con el comportamiento nacional?”, cuestionó.

Por su parte, Juan Pablo Rodríguez, integrante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), apuntó que los grupos criminales involucrados en la problemática no son solamente los cárteles de la droga, sino también las mafias y sindicatos criminales, las pandillas, autodefensas, entre otros.

Apuntó a la par que todos los menores que ingresan a este estilo de vida son víctimas, sin importar si el reclutamiento fue forzado o no fue forzado, ya que les son vulnerados el derecho a la educación, a una vida libre de violencia y a la salud, incluida la salud mental.

En el foro participaron Ángel, Érick, Gael y Kevin, quienes ingresaron a grupos criminales cuando eran menores de edad; algunos terminaron en la cárcel. Todos coincidieron en que nacieron en familias disfuncionales, donde incluso la mayoría de los miembros se dedicaba a realizar actividades delictivas, y en que en sus entornos no había oportunidades para ellos, por lo que la opción para lograr ser “importantes” era ingresar a las mafias. También explicaron que la falta de una figura paterna influyó en su decisión para integrarse a pandillas o grupos delictivos.

PROPONEN LEGISLAR SOBRE EL TEMA

Participante e impulsora del foro, la legisladora priista Hortensia Noroña Quezada detalló que la actividad se realizó en torno a dos iniciativas: una para la tipificación del delito de reclutamiento en el Código Penal del Estado de Jalisco y otra para para crear una ley sobre la reinserción para las niñas, niños y adolescentes víctimas de reclutamiento y utilización por parte del crimen organizado. El objetivo, abundó, es discutir y visibilizar el tema y que las iniciativas logren salir en lo que queda de legislatura.

La diputada mencionó que, debido a que el delito no está tipificado, no hay datos oficiales sobre reclutamiento y es difícil contabilizarlo, pero es un tema que va al alza.

“Vemos cada día más colonias con el chico con la bicicleta que se dedica a dar vueltas a pasar información, cada vez escuchamos de más niños que les venden drogas a sus mismos compañeros con su misma edad y lamentablemente también en delitos de más alto impacto. En muchas ocasiones hemos escuchado (…) (de) estos llamados sicarios que en muchos casos son menores”, compartió.

Por otro lado, la diputada del tricolor se refirió al tema de las desapariciones en la Nueva Central Camionera y consideró que es un lugar al que se debe poner una mayor atención y redoblar la vigilancia.

“Todos teníamos la misma historia”

Gael, originario de Guadalajara, explicó que su infancia fue difícil debido a que sus padres se separaron cuando era niño. Entonces quedó a cuidado de su abuela, pero soñaba con tener más dinero para comprarse unos tenis para jugar futbol.

Cuando tenía alrededor de 10 años, uno de sus amigos lo invitó a cantar en los camiones y posteriormente comenzó a limpiar vidrios en los cruceros.

“En ese tiempo ni me involucré con la delincuencia, más bien con drogadictos, pero me contaban sus vidas y me di cuenta de que vivían las mismas historias que yo. Era el mismo libro, pero con diferente personaje. Entonces comencé a fumar marihuana, dejé el deporte y perdí el interés por la secundaria. Todos teníamos la misma historia: padres separados, pobreza”.

Después le encargaron otro tipo de trabajo y fue como se metió al mundo delincuencial. A los 14 años no tenía contacto con su papá, pero se acercó a su madre, quien obtuvo un mejor trabajo como funcionaria en Juanacatlán, pero la desaparecieron. “Mi manera de salir del reclutamiento fue porque caí en La Penal. Demostré que era menor de edad y me mandaron al tutelar”.

En ese sitio conoció Brigadas de la Alegría, una asociación que lo ayudó a sentirse otra vez niño y hacer todo lo que no hizo en su infancia, aún después de que se convirtió en mayor de edad. “Cuando salí la reinserción nunca existió, esperaba acompañamiento del sistema, pero no me lo dieron y Brigadas de la Alegría me dio ese seguimiento. Doy gracias haber caído en la cárcel porque me permitió centrarme y conocer a Brigadas de la Alegría”.

Desde hace tres años Gael se unió a la asociación para buscar ayudar a otros menores de edad que pasaron lo mismo que él.

GR