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13 accidentes diarios amenazan a albañiles

Tradición. Aunque no está comprobado, se cree que en tiempos de la evangelización se fijó el 3 de mayo como el Día de la Santa Cruz, ya que coincida con una fiesta pagana. (Foto: Mónika Neufeld)

Anselmo, trabajador de la construcción, sabe que los accidentes a los que más está expuesto son las caídas, pero también encajarse algún clavo o que alguna bóveda se le venga encima. Pero saberlo no lo protege como lo haría contar con el equipo adecuado para laborar en la obra.

“En obras como del gobierno sí tienen sus protecciones y medidas de seguridad, pero en muchas otras no: así como llegas. Sí te hacen la recomendación de tener cuidado, pero no nos dan uniforme o casco, botas; de eso, nada”, contó.

“A lo mejor algunas empresas, pero creo que son muy pocas las que cuidan a sus trabajadores”.

Tal vez por eso el sector de la construcción es el que más accidentes laborales presenta, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). De hecho, el año pasado, 4 mil 763 personas tuvieron alguna lesión, lo que equivale a un promedio de 13 accidentes diarios, de acuerdo con registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Jesús Valdez Garza, coordinador delegacional de Salud en el Trabajo del instituto, informó que el promedio de días de incapacidad por estos accidentes es de 32.

“Principalmente, (son) esguinces y torceduras de tobillo; posteriormente, los dolores lumbares por el levantamiento de carga, seguido de heridas en las manos y columna cervical”, precisó.

De todos los casos del año pasado, 172 dejaron secuelas; 18, daño permanente en mano, columna o en otra región del cuerpo.

“Los daños que más dejan secuela, es decir, pensiones por accidente de trabajo, son lesiones en manos; generalmente por limitación en la movilidad de los dedos, secundarios a contusiones, a fracturas”, agregó.

Agregó que el año pasado se registraron 20 defunciones: 17 por accidente de trabajo, dos por trayecto y una por enfermedad de trabajo.

 

Graves

David Wong, director jurídico de la STPS, explicó que el tipo de construcciones que se realiza en la ciudad incrementa el riesgo para los trabajadores cuando no existe una cultura de la prevención.

“Antes era alguna fractura, pero ahora, como las construcciones son hacia arriba, se construyen más edificios; entonces, las caídas son fatales”, dijo.

El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Benjamín Cárdenas Chávez, reconoció el alto número de accidentes en el ramo.

“Somos de los sectores que tenemos más índice de accidentes y, dentro de estos, con mortalidades altas”, dijo.

“Los trabajadores lo ven (las medidas de seguridad) como una incomodidad y el empresario lo ve como un gasto. Hay que romper con ese paradigma”.

Wong agregó que las normas oficiales mexicanas señalan que toda persona que esté más allá de 15 metros de altura debe estar atada a un arnés y a una línea de vida.

“Muchas empresas aún no las tienen (estas medidas); son los contratistas a quienes se les olvida obligarlos a portar los elementos de seguridad”, precisó.

La Secretaría del Trabajo puede clausurar una obra e imponer multas desde 7 mil hasta 7 millones de pesos, dependiendo de la gravedad de la falta.

“Se valora la reincidencia, si el trabajador tenía los elementos de seguridad, si hubo negligencia de la empresa o el trabajador, porque muchas veces son los mismos albañiles quienes no se quieren poner los elementos de seguridad; todo eso son agravantes o atenuantes para la calificación de una multa”, precisó.

La dependencia tiene 40 inspectores para revisar las construcciones.

Activos

Por otra parte, Cárdenas Chávez informó que, de acuerdo con datos del IMSS, en Jalisco hay 119 mil 587 trabajadores en el sector. En todo el país, la cifra llega a un millón 444 mil 600. Sin embargo, falta registrar a quienes trabajan en la informalidad.

“Eso significa que Jalisco tiene 8 por ciento de la participación nacional con trabajadores de la construcción”, precisó.

Informó que en el sector de la construcción hay diferentes sueldos dependiendo del oficio.

“Hay fontaneros, electricistas, carpinteros. Una persona que tiene un buen oficio puede ganar hasta 4 ó 5 mil pesos a la semana si demuestra calidad en su trabajo”, dijo.

Un peón puede ganar alrededor de mil 200 pesos por semana.

Agregó que a través del Instituto de Capacitación se da instrucción a mujeres en oficios no tradicionales, como la carpintería.

Ante el IMSS

Común, que los registren con un salario menor

Trabajadores de la construcción reconocen que el subregistro de su sueldo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social es una práctica común en el oficio.

“En el Seguro nos tienen con el mínimo, pero nos conviene porque no nos descuentan tanto a la hora de cobrar”, opinó Roberto, a pesar de que esto lo afectará cuando quiera recibir su jubilación, pues el monto está basado en el sueldo registrado en el organismo.

En la misma situación está Anselmo, quien siempre ha trabajado en la construcción de viviendas.

“Todos estamos dados de alta en el IMSS, obviamente con el salario mínimo, y ya la empresa nos paga el resto por fuera: firmamos dos nóminas”, explicó.

“Algunos nos preguntan si queremos trabajar a destajo o por el día; yo prefiero a destajo, me conviene más: saco hasta tres veces más que lo del día, pero hay quienes prefieren lo otro”.

Esta situación terminó por afectar al señor Guadalupe González, quien trabajó toda su vida en la obra; sin embargo, cuando le salían trabajos independientes se iba a hacerlos e interrumpía su cotización ante el IMSS.

“Me convenía más, ganaba más por mi cuenta, pero cuando me quise jubilar me dijeron que me faltaban semanas para cotizar. La verdad, ya lo dejé por la paz: tengo 70 años y ya me quedé sin mi jubilación”, dijo.

Los trabajadores señalan que no hay trabajo suficiente para todos, por eso, muchos se tienen que autoemplear y, aunque consideran justo el pago que reciben, no tienen prestaciones como el seguro médico para ellos y su familia, y dejan de cotizar semanas para una futura jubilación.

Otros señalan que les conviene más ser contratados por una empresa, aunque el pago sea menor, pero el trabajo puede ser por más tiempo y con prestaciones.

Roberto dijo que él siempre ha trabajado en la construcción de casas y los contratos son temporales, así como su inscripción al IMSS.

“He tenido suerte de que cuando terminamos una casa, luego sale un jale en otra y, si uno está bien con el ingeniero, si trabajas bien y no eres broncudo o problemático, el encargado de la obra te contrata para donde se vaya y así no dejas de trabajar”, explicó.

Sindicato sin control

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción informó que en México hay 18 mil 637 unidades económicas y 704 mil 640 trabajadores dedicados a ese oficio.

Añadió que no cuenta con un número fijo de trabajadores, ya que se afilian por obra determinada, es decir, por cada contrato colectivo de trabajo se afilian los trabajadores que requiera la obra.

“Aproximadamente, tenemos 50 mil trabajadores afiliados”, señaló Anabel Montoya, encargada de relaciones públicas del sindicato.

Agregó que no tienen un registro nacional de trabajadores de la construcción.

“Esa cifra es indeterminable para nuestro sindicato, ya que no contamos con ningún control nacional sobre los trabajadores de la construcción”, dijo.

Se sienten protegidos

Festejan la Santa Cruz

La revolvedora de cemento no paraba. Santiago vertía la mezcla en una carretilla para llevarla al fondo de la construcción, donde en la parte más alta del edificio hay una cruz de madera adornada con flores.

“Ahí está, nos cuida y nos protege; desde que tengo memoria, la Santa Cruz es nuestra protectora”, dijo el hombre de 40 años y quien empezó a trabajar en la obra desde que tenía 17.

La relación de este símbolo cristiano con los albañiles es de años, pues cuando empezó la evangelización, en las construcciones de los templos se colocaba una cruz como señal de que se estaba levantando un lugar de culto.

“Estas cruces vistas desde la cosmovisión prehispánica, adolecían de vida y, entonces, muchas de ellas eran pintadas o forradas de colores y llenas de flores, de tal manera que, habiendo aceptado el evangelio, se da una especie de mezcolanza de lo que significan los colores para los prehispánicos, que son símbolos de vida, con este signo de la cristiandad que es la vida”, relató el párroco Octavio Ramírez Vázquez.

La tradición de montar las cruces en las obras se quedó y hoy en día no sólo se ponen en los terrenos donde se levantan templos, sino en cualquier construcción.

El vicario de la Parroquia de la Santa Cruz señaló que los trabajadores de las obras asumieron este símbolo como una protección al momento de desempeñarse.

“Quienes construían comenzaron a poner ese signo en las construcciones, y ya en el sentir popular ponen las cruces como un signo de protección para pedirle a Dios que proteja su trabajo porque en las construcciones hay muchos accidentes”, relató el sacerdote.

Y esta visión no está equivocada. Ni Santiago ni sus compañeros saben el origen de la tradición ni los motivos por los cuales es el Día de la Santa Cruz.

“Pues la verdad quién sabe desde cuando se haga, pero mi padre me dijo que era para que nos protegiera de cualquier accidente, ya ve que luego ahí anda uno arriba trepado y pues cuántos no se han caído por eso”, apuntó el albañil, quien actualmente trabaja en la construcción de unos departamentos en Tonalá.

En el catolicismo, la Santa Cruz es venerada luego de que se rescata el madero donde fue crucificado Jesús y, aunque no se tiene la fecha exacta, el 3 de mayo es el día para conmemorar ese símbolo que en tiempos de Jesucristo estaba relacionado con el delito, con el pecado, y que tras su muerte se convirtió en un signo de salvación, explicó el párroco.

Pero para Santiago y sus compañeros de obra, hoy es un día de fiesta, en el que se paran los trabajos para convivir, comer y beber.

“Ya nos dijo el patrón que va a haber tacos, refrescos y hasta cervezas para festejar y pedirle que nos siga socorriendo con trabajo y protegiéndonos de accidentes”, señaló Santiago antes de regresar a la parte más alta del edificio de cuatro niveles que está enjarrando.

 

“Sí te hacen la recomendación de tener cuidado, pero no nos dan uniforme o casco, botas; de eso, nada”
Anselmo, trabajador de la construcción

 

“Los trabajadores lo ven (las medidas de seguridad) como una incomodidad y el empresario lo ve como un gasto”
Benjamín Cárdenas Chávez, presidente de la CMIC

 

“Muchas empresas aún no las tienen (las medidas de seguridad); son los contratistas a quienes se les olvida obligarlos a portar los elementos”
David Wong, director jurídico de la STPS

 

“Los daños que más dejan secuela, es decir, pensiones por accidente de trabajo, son lesiones en manos”
Jesús Valdez Garza, coordinador delegacional de Salud en el Trabajo del IMSS

 

EH/I