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Instituciones de salud alertan sobre el Síndrome de Hellp

(Foto: Especial)

Con apenas 20 años de edad, Miriam Margarita Martínez López desarrolló una de las más riesgosas complicaciones del embarazo, al no cuidar su estilo de vida, pero con atención médica oportuna salvó su vida y la de su hijo.

“Iba a consulta y todo era normal, pero a los siete meses y medio de embarazo empecé con dolor de cabeza, se me subió mucho la presión y empecé a ver oscuro, con lucecitas, después no veía nada. Entonces mi esposo me llevó al hospital", dijo.

"Empecé a convulsionar y me pasaron a quirófano, varios médicos me dijeron que me tenían que aliviar inmediatamente, si no, nos íbamos a morir mi bebé y yo”, dijo Miriam Margarita, al recordar este episodio que marcaría su vida con apenas 20 años de edad.

Indicó que no cuidó su alimentación y desarrolló una de las más riesgosas complicaciones del embarazo, el Síndrome de Hellp, causante de ruptura hepática y hemorragia cerebral y muerte.

Luego de tener a su primer hijo, la paciente estuvo una semana en Terapia Intensiva del Hospital General Regional (HGR) 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, donde se le estabilizó, hasta que pudo volver a su hogar.

Su cerebro no tuvo daños, gracias a la rápida intervención médica y su hijo nació completamente sano, sin embargo, las deficiencias en el estilo de vida de Miriam Margarita dejaron una secuela que ha afrontado, en conjunto con el personal de salud.

“Para ella fue muy difícil aceptar que tenía insuficiencia renal”, dijo Sandra María Gómez Barajas, la enfermera especialista adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 48, a donde pertenece la paciente.

“Además de darle seguimiento al bebé, en el cual se contemplan vacunas, nutrición, estimulación temprana, higiene, peso y talla, también se le orienta a ella sobre cómo mejorar estilo de vida y así pueda darle un mejor futuro a su hijo, al permanecer a su lado”, dijo.

GT