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Navidad lejos de su familia

(Foto: Especial)

CIUDAD DE MÉXICO. En la Terminal de Autobuses del Sur, ubicada a un costado del Metro Tasqueña, Hugo Solais Monterruvio, de 30 años, quien participa en el programa Bienvenido Migrante a la Ciudad de México, fue deportado por segunda ocasión en febrero de 2018 al intentar pasar a Estados Unidos por Ciudad Juárez.

Vivía en Atlanta, Georgia, desde los 13 años, donde se encuentran sus padres, esposa y dos pequeñas hijas, Aurora y Osmena.

A causa de un accidente automovilístico, "elementos de Policía me llevaron detenido y elementos de Migración me agarraron y estuve encerrado una semana y luego me deportaron. Eso ocurrió a mediados del año pasado".

“Estoy fichado por este incidente y es muy difícil que me vayan a dar una visa, pero a pesar de ello quiero regresar a Estados Unidos y a mi trabajo en la industria de la construcción donde ganaba mil dólares a la semana”.

"Se gana muy bien, pues tenía automóvil y podía comprar ropa buena. Nos podíamos dar algunos lujos y vivir bien, pero ahora estoy sólo”, recordó, al comentar que “aquí apenas si gano para sobrevivir. Estoy en contacto vía telefónica con mi familia, pero a quien más extraño son a mis dos hijas y a mi mujer”.

Relata que intentó pasar a Estados Unidos en junio del año pasado por Ciudad Juárez, Chihuahua, donde un "pollero" le cobró 6 mil dólares; sin embargo, lo agarraron y encerraron por algún tiempo; después lo deportaron.

Con una leve sonrisa para ocultar su tristeza por la falta de su familia en esta temporada navideña, expuso: “Voy a tratar de cruzar de nueva cuenta a Estados Unidos, pero ahora lo haré por Reynosa, Tamaulipas, es más fácil por ahí. Tengo un año de gracia, sin embargo, ya quiero estar con mis padres, hijas y esposa”.

Maribel Jiménez, una de las monitoras de este programa de apoyo a los migrantes ubicada en la Terminal del Sur, lo escucha con atención y lo mira sorprendida por lo que comenta.

Señaló que la mayoría de los connacionales, quienes principalmente se dirigen a Oaxaca, Guerrero, Zacatecas y San Luis Potosí, vienen en esta temporada de Navidad para estar con sus familias y regresan a mediados de enero a Estados Unidos, aunque también hay algunos hondureños en esta terminal en la búsqueda de familiares y amigos.

Sin embargo, refirió que, aunque a través de este programa se da apoyo a los migrantes, “nos tienen miedo porque les empezamos a hacer preguntas y piensan que somos de Migración y de inmediato se van”.

Flor Julieta Campos Reyes y María Esther Ruiz García también son monitores del Programa Bienvenido Migrante a la Ciudad de México, soportan estoicamente la temperatura que empieza a subir conforme transcurre el tiempo y las gotas de sudor empiezan a perlar sus rostros, pero se mantienen firmes para darle atención a los paisanos que regresan en esta temporada decembrina a sus lugares de origen.

A un lado de la Catedral Metropolitana y casi frente al Monte de Piedad, sólo las separa el Módulo de Turismo de la Ciudad de México, las dos mujeres llegaron a su lugar a la hora indicada, las nueve de la mañana y se tienen que ir a las seis de la tarde.

Explicaron a Notimex que los connacionales que llegan de Estados Unidos sólo se quedan algunos días en la capital del país para descansar o distraerse en el centro capitalino.

Comentaron que se acercan al pequeño módulo de color verde en donde hay folletería que informa sobre sus derechos y a dónde pueden acudir en caso de sufrir algún robo o agresión o que pretendan extorsionarlos.

"A los migrantes que hemos atendido se les entrega una credencial al migrante que está de retorno o es huésped internacional, con el fin de que reciban servicios médicos gratuitos dentro de la capital del país y acceso a los diferentes programas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades".

Agregaron que les brindan apoyo con la compra de medicamentos, alimentos, aparatos auditivos, sillas de ruedas, muletas, bastones, andaderas, zapatos ortopédicos, lentes, pagos de cirugías de ser necesario, prótesis y pago de gastos funerarios.

Además, les dan asesoría para regularización migratoria y condiciones de estancia en el país, apoyos sociales para pago de derechos migratorios y trámites de pasaportes, así como ayuda para exención de algunos pasos ante el Instituto Nacional de Migración.

El olor a incienso, romero y copal se empieza a extender por el módulo, pues los danzantes comenzaron a preparar los utensilios para sus ceremonias prehispánicas que atraen la atención de turistas nacionales y extranjeros. Muchos de ellos se acercan para hacerse una limpia.

Mientras, las monitoras comentaron que la mayor parte de “los paisanos” llegan a la Ciudad de México en esta temporada decembrina y luego se mueven a sus lugares de origen donde los esperan sus familiares. La mayoría de ellos, son de Oaxaca, Guerrero y Michoacán y vienen de paso.

También, indicaron, les entregamos la “Guía Paisano” donde se les explica qué derechos tienen y qué está prohibido traer.

De acuerdo con información de la Sederec, hasta el 20 de diciembre se han atendido 218 personas, de las cuales 152 son hombres y 66 mujeres.

En la Central de Autobuses Poniente se han atendido a 53 connacionales; en la del Norte a 52; en la Sur 20, mientras que en la TAPO 11; en la Alameda Central 24; en el Museo Nacional de Antropología a 22; en la Catedral Metropolitana 19; en el Ángel de La Independencia 15, mientras que en la Puerta de Los Leones dos.

Respecto a la información brindada, algunas personas recibieron orientación de más de un tema, la mayor parte solicitaba datos en general, seguida por retorno a lugar de origen, asuntos legales, atención médica, regularización migratoria, credencial huésped, proyectos productivos grupales, albergues, trámite de pasaporte y visa.

JJ/I