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Baterías de plomo de EEUU provocan contaminación severa en México

(Foto: Especial)

Las baterías de plomo usadas, que exportan empresas de Estados Unidos a México, “están causando una gran contaminación alrededor de las plantas de reciclaje de baterías; las concentraciones de plomo en el suelo son seis veces más altas que lo establecido en la normatividad mexicana, según un nuevo informe. México es el mayor importador de baterías de plomo usadas en el mundo y Estados Unidos el mayor exportador de este residuo peligroso”, informó la directora de Casa CEM, Sofía Chávez Arce.

Una sola empresa, Clarios (anteriormente Johnson Controls), fue responsable de 68 por ciento de todas las exportaciones de baterías de plomo usadas a México en 2021. “El nivel promedio de plomo en el suelo alrededor de la planta de Clarios García que importó casi la mitad de todas las baterías usadas que llegaron a México fue de 8,502 partes por millón (ppm), más de diez veces el límite establecido. En 2021, la Compañía cerró su única planta de reciclaje en EE. UU., lo que afectó a 350 trabajadores en Carolina del Sur y, en cambio, envió las baterías usadas a sus instalaciones más contaminantes en México”, agregó la activista.

 

El informe denominado Exportaciones peligrosas de EE. UU. Contribuyen a la Contaminación del Suelo en Plantas de Reciclaje de Baterías de Plomo en México, “encontró que 57 por ciento de las muestras de suelo recolectadas excedieron el límite para áreas industriales con una concentración promedio de plomo de 4,897 ppm o más de seis veces lo establecido por la normatividad mexicana, que establece un límite de 800 ppm. La contaminación del suelo alrededor de las plantas de reciclaje de baterías de plomo proviene tanto de las emisiones de las chimeneas industriales de las recicladoras como del polvo que se emite y se transporta fuera del sitio”.

El texto, publicado en conjunto por Casa Cem y Occupational Knowledge International (organización estadounidense), incluye datos obtenidos de la EPA de Estados Unidos, bajo el Acta de Libertad de Información  (FOIA, por sus siglas en inglés) que donde se ha documentado que las exportaciones de baterías de plomo usadas a México aumentaron 18 por ciento entre los años 2011 y 2021. El informe también señala que la normatividad mexicana actualmente permite niveles de plomo en el aire alrededor de este tipo de instalaciones industriales hasta tres veces más de que se permite en el país vecino; México también carece de capacidad para hacer cumplir las leyes ambientales y de salud ocupacional.

Chávez Arce dijo que “México debe actualizar los límites de exposición ambiental y ocupacional y su capacidad de aplicación para estar a la par con los Estados Unidos”, porque “estas plantas están envenenando a los trabajadores y las comunidades vecinas”.

Ya en 2011, Johnson Controls (el antiguo propietario) anunció que invertiría 70 millones de dólares para mejorar los hornos e instalar tecnologías de control ambiental de última generación en su planta de reciclaje en Ciénega de Flores. Sin embargo, no hay evidencia de que estas mejoras se hayan completado alguna vez. La compañía que fue comprada por una firma canadiense de capital privado en 2019 ha anunciado planes para una Oferta Pública Inicial (OPI) este año.

Desde el año 2020, Clarios ha donado más de $30 millones a la UNICEF y a la Organización sin fines de lucro Pure Earth con sede en EE. UU. en un intento por mejorar su imagen. Estas organizaciones han publicado informes que culpan al reciclaje “informal” de baterías de plomo sin exigir regulaciones más restrictivas para los recicladores autorizados que operan grandes fundiciones contaminantes.

Perry Gottesfeld, director ejecutivo de Occupational Knowledge International y coautor del estudio, dijo que “la administración del presidente Biden no puede afirmar que prioriza la justicia ambiental en los hogares estadounidenses mientras permite la exportación de desechos peligrosos a instalaciones de reciclaje que contaminan a las comunidades más vulnerables en países de bajos y medianos ingresos”. Agregó que “Estados Unidos debería tomar la iniciativa de apoyar los esfuerzos en México para implementar y hacer cumplir las regulaciones para reducir la exposición ambiental y a la salud que provoca esta industria extremadamente peligrosa”.

La exposición al plomo está asociada con una variedad de efectos negativos en la salud, que incluyen presión arterial alta, enfermedades cardíacas, reducción de las funciones renales y daños neurológicos que afectan tanto a niños como a adultos. La exposición al plomo es responsable de casi un millón de muertes al año según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

FJN